Y que hacer implica riesgos, y estos, ingenio para seguir haciendo. La incapacidad de hacer solo trae denuncias, y explicaciones para justificar la incompetencia.
En 1989 se suspendieron las obras del metro de Medellín, entre otras por que ya era mucho tiempo y mucho dinero en juego y además todo el país (en una época que ni redes sociales había) en contra, hablando mal de Medellín y como nos pasa a los colombianos, de un día a otro, todos eran expertos en Metros. Mi querido y respetado Antonio Roldán Betancur, trató de resolver tantos inconvenientes y para enfrentar la situación, el entonces gobernador expidió en mayo de 1989, una resolución departamental que concedía el permiso necesario para construir la obra en los municipios de Bello, Medellín, Envigado e Itaguí por considerarla de alto interés social, al que un sin número de procesos jurídicos interpuestos trataron de dejar sin efectos, todos promovidos por el legendario muchas veces alcalde de Envigado de ese 1993 Jorge Mesa. Fue un proceso muy complejo donde fue Medellín el centro de todas las críticas. Recuerdo un programa de radio donde el periodista decía que Medellín tenía el baño público más grande de todo el mundo, refiriéndose a las estructuras del metro donde los habitantes de la calle aprovechaban para resguardarse. Juan Gómez Martinez era el gobernador en 1993, y el que militarizó la obra en Envigado para poder continuarla y por fin iniciar operaciones al fianl de 1995 como estaba estimado y como efectivamente se hizo gracias entre otros, a él. Por hacer nos juzgaron. Hoy somos referencia en transporte en el continente y multigalardonados en el mundo entero. Toda la reseña anterior, por que cada que hay un inconveniente en las intervenciones que se hacen en esta región, hay un escándalo, pero al salir del atolladero, otra vez queda en evidencia el empuje paisa.
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El tema de HidroItuango, ya es el colmo, todos opinando con una propiedad quirúrgica de temas técnicos tan específicos que dejan ver muy mal las ganas de sobresalir y además, salen las envidias, las pasiones, los desengaños, los celos, en fin. Solamente escribo este articulo para dejar claridades y así poder matizar esta indisposicion. Apoyo absoluto. Entendiendo perfectamemente la embergadura del proyecto, lo que implicará para el continente en el mediano plazo y que hacer implica riesgos, y estos, ingenio para seguir haciendo. La incapacidad de hacer solo trae denuncias, y explicaciones para justificar la incompetencia.
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En esta región tenemos claro que el alcalde y el gobernador estan a cargo, independientemente a que estemos de acuerdo con sus decisiones o con su color político. Cada paso que se dá en este lado del país, termina beneficioando a todos, aunque haya mil opiniones de cómo se debieron hacer las cosas. No es un argumento de poder este, es un indicador de que estamos en un gobierno que incentiva el no hacer para que, así, estancados por el letargo, no hayan riesgos de nada. Hacer es la única forma de progresar, y criticar al que hace, no es más que la evidencia de una población que aún espera triunfos sin procesos, reconocimientos sin méritos. De esta saldremos y seguramente estaremos resolviendo temas a muchas décadas, mientras que hoy nos señalen por temas en los que casi nadie entiende.