La victoria del delantero

Autor: Carlos Alberto Gómez Fajardo
18 febrero de 2019 - 09:05 PM

Algunas veces las victoriosas jugadas del genio deportivo se tornan en habilidosos sistemas de violación de las leyes. Tácitamente aquellas habilidades reciben el aplauso del público, un confundido público.

El objetivo del fútbol es ganar el partido cuando se concretan los goles al atacar la portería del equipo contrario, superando a sus defensas y al baluarte final, el portero. Para que este universal juego tenga lugar, se acatan unas normas, reglas acogidas y seguidas por todos. Hay árbitros y asociaciones, locales, regionales, mundiales. La notoriedad de países depende de ello. El papel del árbitro es una necesidad acogida de modo global, y al final, en medio de un mundo tecnológico e instantáneo, las ayudas de las imágenes le permiten asumir una poderosa condición, casi única en el universo conocido: sus fallos últimos tienen el peso del acero, mayor que el del dogma. Hipotéticamente garantiza el juego limpio. Esto es un contraste curioso, considerando que en la actualidad cada quien, cualquier donnadie, suele considerarse a sí mismo idóneo para establecer sus propias y particulares normas de conducta, sin acatar normas ni leyes.

Alrededor de todo ello –¿no se trata pues de un juego, de un encuentro momentáneo entre seres humanos ansioso de pasatiempos y diversiones?- existe una infinita y multimillonaria trama de intereses económicos cuya complejidad se escapa a la capacidad de comprensión del no iniciado. En pocos años un buen jugador de fútbol se convierte –de la mano del papel magnificador de medios de comunicación que incansablemente hablan de cada uno de sus movimientos existenciales, en lo personal y en lo deportivo- en una especie de héroe mitológico. A su lado, Aquiles, Ulises, Hércules, Robin Hood y otros son apenas unos oscuros e insignificantes desconocidos. Casi que hay altares para Pelé, para Beckembauer, para un egocéntrico y excéntrico argentino, o para el goleador portugués Cristiano Ronaldo.

Lea también: La eutanasia, varias traiciones

Pero además de llevar el balón a la meta contraria, algunos delanteros históricos hacen otras cosas de las también se ocupan los medios masivos. Ejemplo es el reciente caso de un futbolista europeo, uno de los mejores del mundo y de toda la historia del deporte. Se conoce su desfalco colosal a las arcas de impuestos en España. A pesar de tratarse de millones de euros, el jugador -sonriente y con una poderosa imagen de personalidad ejemplar- sale de los tribunales también exitoso, luego de ordenar sus cuentas fiscales. Negociando con el estado sus abogados logran con una multa la libertad y la superación del incómodo episodio, que parece convertirse en una infracción menor: la imagen pública del personaje sigue siendo la de héroe forjado en los goles, en sus jugadas geniales. Se siguen ponderando sus logros y también los pródigos avances financieros de una figura envidiable, un ídolo, alguien a quien se erige un pedestal como referencia digna de la simpatía y fidelidad de millones de seguidores.

La realidad tiene otras facetas. Se trata no solo de un sujeto dedicado a la profesión de futbolista, es también una persona involucrada con graves problemas con la justicia, pequeñeces que el poder del dinero ha resuelto por la intervención de sus abogados. En este equívoco mensaje pareciera que lo importante son las negociaciones y su monto, no el delito cometido. La trampa ha pasado a un segundo plano; el fin justifica los medios y se aceptan los resultados, no importa la acción delictiva: es el consecuencialismo ético como norma. En tan cómodo escenario se niegan la virtud y el valor de otros medios lícitos quizás más lentos, más exigentes y menos exitosos, en lo que toca a esfuerzo personal y a cultivo del modo de ser.

Le puede interesar: Yourcenar y la aritmética tonta

Son notas de un mundo en el cual muchos nos creemos idóneos para criticar la corrupción en varios niveles pero al mismo tiempo, inclinamos sumisos la cabeza ante impostores y defraudadores del fisco convertidos en héroes cuasi mitológicos. La victoria del eficaz goleador es al mismo tiempo la derrota de una sociedad que ha olvidado orientar al ciudadano hacia la virtud, hacia la areté de los clásicos, el conocimiento de sí mismo para poder lograr el autodominio y así servir dignamente a los otros. Algunas veces las victoriosas jugadas del genio deportivo se tornan en habilidosos sistemas de violación de las leyes. Tácitamente, aquellas habilidades reciben el aplauso del público, un confundido público.

 

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

El zorro metafísico
Columnistas

El zorro metafísico

Quizás algunos de los adultos ante hechos como este -animales que dialogan- miran hacia otro lado, sonríen y se dedican a sus cosas

Lo más leído

1
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
2
Columnistas /

La redacción correcta en el ámbito educativo

El vocablo bachillerato, en minúscula, alude de un modo genérico, a la enseñanza secundaria; si hay dos...
3
Palabra & Obra /

Relatos de vida y rock con Toño Guerrero

En la escena del metal es costumbre ver a Antonio Guerrero tocando u operando la consola de sonido, o como...
4
Columnistas /

Néstor Armando Alzate y su periodismo auténtico

Hablar de la vida y la obra del gran amigo y colega Néstor Armando Alzate, escritor, profesor...
5
Ambiente /

Aguas Claras sigue mejorando el río Medellín

Con la puesta en funcionamiento de la planta de tratamiento, Aguas Claras, en el municipio de Bello, el...
6
Ciencia /

Alexander von Humboldt en Nueva Granada y Colombia

En su visita a Colombia, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, intervino sobre el paso de...