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Foto: Giuseppe Restrepo
Divier Pérez llegó como refuerzo para Academia de la Montaña y su aporte ha sido fundamental para que el equipo antioqueño esté hoy en semifinales . |
Pocos municipios en Colombia se hicieron conocer a través de una canción, como sucede con Fonseca, esa calurosa y tranquila población del sur de La Guajira a la cual le escribió hace décadas el compositor Carlos Huertas en una pieza que hizo famosa el “Ruiseñor del Cesar”, Jorge Oñate...
“Alguien me dijo de dónde es usted (bis)
Que canta tan bonito esta parranda
Si es tan amable tóquela otra vez
Quiero escuchar de nuevo su guitarra
óigame compa usted no es del Valle,
del Magdalena ni de Bolívar
pues se me antoja que sus cantares
son de una tierra desconocida
y yo le dije si a usted le inspira
saber la tierra de donde soy
con mucho gusto y a mucho honor
yo soy del centro de La Guajira”
“El Cantor de Fonseca”
Y es que el fonsequero es alegre, parrandero, amigable y muy querendón de su familia, aunque en el caso de Divier Pérez evita lo segundo porque la responsabilidad y el compromiso profesional están por encima.
“Si hay algo que reconocer en el fonsequero es que es gente parrandera, alegre, enamorada de la vida, de la música y especialmente la familia, pero en mi caso personal soy más bien tranquilo (con la rumba), sin excesos, porque el deporte y el estudio han sido mis prioridades, pero igual son tradiciones y hábitos que uno adquiere desde niño, desde la casa, y que siempre van a estar con uno”, comenta el baloncestista que regresó este año a tierra antioqueña para reforzar la nómina de Academia de la Montaña.
Divier se hizo deportivamente en Antioquia, debutó profesionalmente con Arrieros en 2008 e integró el equipo campeón de 2010, pero una lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha le hizo perder la temporada 2011.
A su regreso se fue a jugar a Guerreros de Bogotá (2012), después celebró el primer título de la naciente Liga Directv con Bambuqueros de Huila (2013) y este año lo comenzó con Cafeteros de Armenia, pero por un nuevo llamado del técnico Hernán Darío Giraldo, quien lo dirigió en la selección Colombia desde divisiones menores, regresó a casa y ahora sueña con una nueva final.
“No es fácil, comenta Divier, Barrancabermeja es un equipo bastante completo, fuerte como bloque y con individualidades muy fuertes, además ellos cerraron la serie de los playoffs en cuatro partidos y de locales, nosotros hicimos cinco partidos y terminamos como visitantes, por lo que el viaje desgasta en la parte física, pero nosotros venimos jugando bien, tenemos buen equipo y vamos con la confianza de que tenemos con qué ir a la final”.
Y teniendo en cuenta esas fortalezas del rival, Divier piensa que “lo importante sería hacer respetar esta localía, ganar estos dos primeros partidos y después apostar por un triunfo fuera de casa para ir a la final, que es lo que todos estamos esperando”, para poder celebrar, como lo hacen en Fonseca... “un pueblo chiquito y bonito (bis)... Del que conserva recuerdos queridos” y al cual también Divier quiere enaltecer, no con las melodías originales del acordeón, sino a través del sacrificio, la disciplina y la constancia que deben consagrar a todo buen deportista.
La otra semifinal, que debe comenzar el próximo lunes 27 de octubre en la capital del país, entre Guerreros de Bogotá y Cimarrones del Chocó, está pendiente de una demanda.
Piratas de Bogotá, que perdió la serie de los playoffs con el quinteto chocoano (3-2), demandó el último partido por supuestas irregularidades en la planilla de inscripción del actual campeón de la Liga.
Por eso, la Comisión Disciplinaria resolverá mañana la situación para saber si la semifinal se mantiene o en cambio la juegan los dos equipos de Bogotá.