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La espectacular conquista de la Eurocopa tras una goleada 4-0 a Italia en la final en Kiev, que le levantó el ánimo a un país muy golpeado por una profunda crisis económica, dejó a algunos españoles soñando con que sus políticos fuesen tan eficientes como el equipo de fútbol.
Con su victoria España pasó a la historia como el primer equipo que gana tres torneos grandes seguidos: La Copa Mundial del 2010 y las Eurocopas del 2008 y el 2012.
El equipo regresó hoy a España y Casillas emergió del avión alzando el trofeo, con el técnico del Bosque a su lado. Los jugadores, que lucían casacas rojas y amarillas, los colores de la selección, iban a ser recibidos por el rey Juan Carlos y el presidente del gobierno Mariano Rajoy. También planeaba recorrer el centro de Madrid en un autobús de dos pisos abierto y se esperaba que millares de personas vitoreasen a los jugadores al paso de la caravana.
María José Herraiz, ama de casa de 54 años, estaba tan nerviosa que dijo que escuchó el partido por la radio y no lo vio por televisión.
"Cuando escuchaba que la gente gritaba ¡gooollll!, entonces iba a ver la TV", relató.
Dijo que la victoria había sido maravillosa, una inyección de ánimo que el pueblo español necesitaba, pero que sabía que la alegría duraría poco.
"Será como una flor que florece por un día, porque los problemas económicos de España no desaparecerán porque ganemos" la Eurocopa, agregó.
Sus dos hijos adultos, de 26 y 28 años, viven con ella. Perciben 300 euros (377 dólares) mensuales por trabajar medio día a pesar de tener títulos universitarios. Los hijos regresaron a la casa por la madrugada, luego de una noche de festejos, con los colores rojo y amarillo de la selección pintados en sus rostros.
Cristina Rivas, música de 41 años, dijo que el gobierno y el fútbol no tienen nada que ver, pero que los jugadores con esa casaca roja la hacían sentir especial en cierto modo. Comentó que al gobierno conservador de Rajoy lo único que le interesa es cumplir las medidas de austeridad para satisfacer los requisitos de los prestatarios, sin importar cuánto daño esas medidas le hacen a la gente.
"La selección jugó como un equipo, mientras que el gobierno pareciera que lo único que quiere es proteger un pedazo de tierra", afirmó.