El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
Ante la lluvia de críticas y denuncias por los datos solicitados en la plataforma Medellín me Cuida e indicios de presunta fuga de información de la misma, la Administración Municipal se ha defendido, a capa y espada, refiriendo que de esta ha obtenido el insumo para definir las acciones emprendidas para la protección de la vida de los ciudadanos en el tiempo de la pandemia de la covid-19.En el aplicativo, “los datos se encuentran protegidos teniendo en cuenta criterios de seguridad informática y seguridad de la información, es decir, con medidas que apuntan a la seguridad de los sistemas informáticos y otras que procuran salvaguardar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información”, esa fue la explicación entregada por la Subdirección de TI a esta casa editorial.En tanto, el gobierno local también ha defendido que con los datos de los ciudadanos en la plataforma se ha localizado la población vulnerable para posteriormente entregar ayudas económicas y alimentarias. Además, este desarrollo tecnológico se ha implementado para determinar quiénes están exceptuados para salir de sus hogares y quiénes podrían tener algún riesgo de contagio por sus empleos, en el apartado Medellín me Cuida Empresas.Pero, a las críticas y denuncias para la plataforma también se sumó, recientemente, el fallo del Juzgado 45 Penal Municipal con Función de Conocimiento, tras la acción de tutela interpuesta por la abogada Catalina Roldán Martínez contra el Municipio de Medellín y Medellín me Cuida, por “la vulneración a los derechos fundamentales al habeas data, la intimidad y el trabajo”. A lo que, en su cuenta de Twitter, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle advirtió que respeta, pero no comparte la decisión.No obstante, sigue latente la duda entre muchos ciudadanos sobre la funcionalidad de los datos recolectados y sobre si estos podrían haberse fugado en todo este tiempo y haber sido utilizados por otros. EL MUNDO conoció un audio en el que se narra cómo una pareja de abuelos presuntamente fue engañada para entrar a su casa y atracarlos; en la acción se habría dado captura a una mujer que se estaría haciendo pasar por funcionaría de la Alcaldía de Medellín al servicio de la plataforma Medellín me Cuida y con el pretexto de entregar unos medicamentos, de uso obligatorio para la pareja de la tercera edad, entró a la casa de ellos y luego quería darles entrada a otros dos delincuentes para perpetrar el delito. Ante esto, la Subdirección de TI afirmó a EL MUNDO: “La información no se encuentra disponible para que cualquier persona pueda acceder a ella. Solamente las personas directamente relacionadas con la consecución de los fines legalmente establecidos de la plataforma tienen acceso a la información, todo sujeto a confidencialidad”.El alcalde Quintero Calle insiste en la importancia de la plataforma para enfrentar y contener los efectos del virus. “Medellín ha sido ejemplo de efectividad en el uso de información para enfrentar la pandemia. Hoy un tribunal dice que no podemos pedir información clave en Medellín me Cuida para salvar vidas. Acatamos con respeto la decisión del tribunal, pero no la compartimos”, fueron las palabras del alcalde en un trino a principios de la semana.Por su parte, Raúl Eduardo Morales, secretario General del Municipio, afirmó que, en virtud de su derecho legal, la Alcaldía impugnará el fallo judicial aclarando la naturaleza y la finalidad de los datos solicitados.Los cercos epidemiológicosNombre, dirección, número de cédula, teléfono celular y profesión, son algunos de los datos requeridos en la plataforma Medellín me Cuida Familias. Los mismos, ha asegurado la Alcaldía de Medellín que han servido para tener controlados los cercos epidemiológicos, que es un mecanismo de vigilancia sanitaria en el que se encuentran las personas que han tenido contacto directo con quienes están infectados con la covid-19, según aclaró Andree Uribe Montoya, secretaria de Salud de Medellín.A su vez, en el pronunciamiento de la Subdirección de TI se explicó: “Para los cercos epidemiológicos son importantes las coordenadas X & Y que capturamos con el contrato de EPM. A través de ellos podemos hacer una geo-codificación de los hogares, de tal forma que al identificar un caso positivo para la covid-19, gracias a la ubicación de la vivienda y la empresa, es posible conocer qué personas están en riesgo de contagio por su cercanía con el paciente infectado, ya sea en su entorno residencial o laboral”.A la par de la toma de medidas de aislamiento de personas específicas, con la información de la plataforma el gobierno local también ha podido realizar muestras focalizadas de PCR del virus, sin necesidad de aplicar las medidas a todas las personas, indicó la secretaria de Salud.Cambios aplicados a la plataforma y su finalidadNo obstante, la Alcaldía de Medellín respondió en cumplimiento de la acción de tutela con novedades en la plataforma Medellín me Cuida.El cambio aplicado consta de una adición en el campo de la profesión del ciudadano con la pregunta de “Actividad económica”, esta es una de las opciones requeridas para inscribirse y está marcada con un * (asterisco), que indica su obligatoriedad para finalizar el proceso.Con esta opción, la Administración local pretende obtener los datos precisos considerando que existen algunas profesiones que tienen más riesgo que otras para contagios de la covid-19.Otro de los cambios aplicados corresponde a la nueva posibilidad de reportar un número de contacto diferente al teléfono móvil de cada persona. Datos entregados por la Alcaldía de Medellín a esta casa editorial informan que este número de contacto ahora puede ser el fijo y que el propósito del mismo es contar con la información necesaria para que las autoridades puedan ubicar al ciudadano, y de llegar a ser necesario informarle cualquier novedad que pueda afectar su salud.Igualmente, para el diligenciamiento de los campos de Medellín me Cuida se introdujo una nueva definición de datos obligatorios y de datos que no lo son. Ello, a razón de mejorar los cercos epidemiológicos y tras una verificación de valores para asegurar que los datos pedidos son pertinentes y permiten aplicar controles de contención en tiempos del virus.
Tres boletines se han publicado de Educar en la incertidumbre, publicación de los profesores de la Facultad de Educación de la UdeA para sus pares en colegios e instituciones de todo el país.Se trata de una publicación, dirigida por el profesor Carlos Arturo Soto Lombana, exdecano de la Facultad de Educación de la UdeA, creada para acompañar precisamente el proceso del estudio en casa para las instituciones educativas y colegios de Colombia y para los maestros que desde las diferentes áreas se enfrentan a la educación virtual.Su periodicidad es semanal y en sus contenidos los profesores de la UdeA están publicando columnas que reflexionan sobre qué hacer en el sector educativo en esta contingencia.Así como lo dice Gabriel Jaime Murillo Arango en tercera edición de Educar en la incertidumbre: “Afirmar el valor supremo de la escuela en los actuales tiempos de incertidumbre se desprende de su razón de ser en cuanto una institución no solamente consagrada a la transmisión cultural y a la selección y preparación para la vida productiva, sino, además, a la ejercitación para la vida social”.Como cada profesor tiene una especialidad, cada uno desde su fortaleza académica entrega la voz experta para los maestros de toda Colombia.Por ahora, la publicación se está enviando por la lista de correos electrónicos de los estudiantes, los profesores y los egresados de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, pero el ideal de este grupo de profesores es ampliar el radio de difusión, según declaró el editor.Las edicionesBoletín No. 1(Clic en la imagen para ver). “El principio de incertidumbre (también denominado principio de indeterminación) que dio sustento al desarrollo de la física contemporánea cobra hoy un significado especial en el contexto de la crisis sanitaria que estamos pasando”, palabras del editor en la primera edición.Boletín No. 2(Clic en la imagen para ver). “La educación entendida como acogida (o acogimiento) parte del reconocimiento de que el ser humano ‘necesita ser acogido’ para serlo plenamente, la cual se despliega a través de las instituciones sociales básicas que posibilitan su venida e incorporación al mundo: la lengua materna, la familia en sus diversas formas, el territorio y la casa, la comunicación con el mundo. Son estos verdaderos ámbitos de resguardo ante cualquier tentación nihilista…”, uno de los argumentos de Gabriel Jaime Murillo Arango, profesor del Departamento de Pedagogía.Boletín No. 3(Clic en la imagen para ver). “La situación de contingencia de salud pública con el covid-19 evidenció, para las Instituciones de Educación Superior, necesidades de formación ciudadana, planeación educativa, mostró falencias en apoyos y recursos, y nos dejó perplejos y con mucho asombro a toda la comunidad universitaria”, del texto La enseñanza en tiempos de emergencia, de Ruth Elena Quiroz Posada y Carmen Ysabel Martínez.
Mientras que en el Senado definitivamente sus directivas determinaron que sesionarán a partir de este lunes virtualmente, por la Cámara este sábado persistían las dudas en torno con cuál modalidad se reiniciará el ejercicio legislativo en la semana de Pascua, lo cual se despejó y también serán digitales.La confusión y hasta incertidumbre se registró por la falta de un acuerdo entre las cabezas directivas de ambas corporaciones, y ocurrió en el momento en que sobre el Poder Legislativo colombiano existe una enorme presión nacional para que labore, contribuya y aporte con el análisis, ideas, debates, reflexiones, proyectos y control a la complicada, compleja y preocupante situación actual y la del inmediato futuro, ocasionada por la emergencia viral.En el primer semestre de este 2020, el Congreso de la República debía reiniciar la segunda parte de la legislatura 2019 – 2020 el pasado 16 de marzo, pero las actividades regulares de senadores y representantes a la Cámara también se vieron interrumpidas por las urgentes medidas del Ejecutivo nacional, que decretó el aislamiento preventivo obligatorio para hacerle frente a la propagación del covid-19, sobre todo en Bogotá que es uno de los epicentros de la pandemia en el país.Desde el momento en que las actividades y la cotidianidad humana se paralizó por los decretos de cuarentena, los congresista desde sus encierros caseros o domésticos se han dedicado a adelantar reuniones virtuales con sus respectivas bancadas y con colegas de las comisiones a las que pertenecen hablando con ministros y escuchando las inquietudes de voceros gremiales y de la sociedad civil para luego trasladarlas al alto Gobierno.Y muchos de ellos también han tenido que hacer de amos de casa, de niñeros los más jóvenes y hasta de cocineros, al tiempo que los más juiciosos han aprovechado para hacer ejercicios y mantenerse en forma.Todas estas reuniones virtuales han sido informales, puesto que hasta este lunes 13 de abril se concretarán las pautas legales para el ejercicio legal virtual en la discusión, aprobación, negación, votación y para el control político a la acción gubernamental.Como es natural, el Congreso es blanco de duras críticas desde distintos ángulos de la sociedad por los altos salarios que devengan sus legisladores, hasta el punto de reclamar su disminución para liberar recursos públicos contra los efectos negativos de la pandemia. Algunos de ellos, por intermedio de sus bancadas, han cedido un mes de su salario a atender la crisis.Tres congresistas antioqueños informaron y explicaron las últimas decisiones que han tomado las mesas directivas del Senado y la Cámara en torno a cómo se reactivarán las labores del Congreso a partir de este 13 de abril.El senador Santiago Valencia y los representantes John Jairo Roldán y Juan Espinal confirmaron que definitivamente el Senado retornará a sesiones desde este lunes en forma virtual.Sin embargo, los dos miembros de la Cámara hicieron ver que inicialmente no estaba claro como volverán a despegar las actividades en esta corporación, lo que se aclaró en la vespertina sabatina.Lea:Las preocupaciones de los congresistasVirtualidad en el SenadoEl abogado y senador Santiago Valencia González ratificó que ya en el Senado no tendrán sesiones presenciales, porque el presidente Lidio García las canceló y se decidió que serán virtuales a partir de este lunes de Pascua.“Están adecuando la plataforma zoom para poder hacer las sesiones y concretamente que se pueda verificar qué es efectivamente el congresista el conectado y se puedan hacer las votaciones con la certeza que se compruebe el quórum, que se puedan grabar las deliberaciones”.O sea, precisó, la idea es tener listo el engranaje tecnológico para dar fe y poder garantizar, de acuerdo con la Constitución y la ley, las mayorías en las votaciones.Para ello todos los senadores fueron citados este lunes, con el fin de explicarles cómo funcionará el sistema y hacer una prueba general. Luego este programa pasará a las comisiones con las adecuaciones que se hicieron para poder comenzar tareas con las agendas de proyectos de ley y de debates de control político también de manera digital.La oficina de prensa del Senado informó oficialmente que el presidente de esta corporación Lidio Arturo García Turbay, anunció desde el viernes pasado que convocó a los senadores a sesión plenaria formal virtual para el día 13 de abril, a las 3:00 p.m., para lo que se dispuso las provisiones tecnológicas necesarias.“He venido orientando la rama Legislativa en procura de cumplir a cabalidad las medidas sanitarias, administrativas y judiciales con ocasión de la pandemia del Covid-19, garantizando la protección de la vida y la salud de congresistas, funcionarios y contratistas”, señaló el Presidente del Senado.El senador liberal hizo el anuncio insistiendo en el peligro que representa reunir presencialmente a los congresistas en medio de la crisis que vive el mundo a causa del covid-19.La nueva posición de este dignatario se considera un sensato reversazo, pues inicialmente había planteado sesiones en vivo y en directo a partir de este lunes.También el Senado utilizará los sistemas virtuales para reiniciar sus tareas legislativas este año.Las dudas en la CámaraEn cuanto a la situación que se registró por la Cámara, sus dos integrantes antioqueños formularon importantes precisiones y se mostraron en desacuerdo con las reuniones masivas de personas.Según el liberal bellanita John Jairo Roldán Avendaño, para el trabajo del Congreso de la semana entrante existía confusión porque no se ponían de acuerdo los presidentes del Senado, Lidio García, y el de la Cámara, Carlos Alberto Cuenca.Recordó que inicialmente el titular en el Senado dispuso sesiones presenciales desde este 13 de abril, pero el Viernes Santo sacó un comunicado a la opinión pública, diciendo que por condiciones de salubridad por la pandemia y por preservar el decreto presidencial de aislamiento ya no citaba a las sesiones del Congreso con la asistencia en persona de sus integrantes.Roldán hizo ver que en este caso hay independencia entre las dos corporaciones, porque no se trata del inicio de periodo, pues cosa distinta hubiera sido si se tratara de un 20 de julio, cuando se instala todo el Congreso.En el caso de la Cámara, explicó, su presidente había planteado sesiones virtuales, pero comenzó a hablar de sesiones presenciales para el martes 14 de abril.Para el también ingeniero no hay condiciones de salubridad, ni para convocar los equipos, tampoco para reunir a las personas, menos en movilidad y los que “residimos en la provincia tendríamos que salir el lunes vía carretera, lo que no es un problema, pero sí para conductores, escoltas y otros acompañantes. No hay condiciones logísticas”, insistió.Reveló que este sábado la Comisión Tercera que preside tenía programada una reunión con el presidente de la Cámara, y en ella insistiría sobre la incertidumbre que ronda.Roldán propuso para abril implementar deliberaciones virtuales, tal como se consagraron en el primer decreto presidencial.Entre tanto, su colega de la Cámara, pero por el Centro Democrático, Juan Espinal, estuvo muy de acuerdo con Roldán, y mostró su extrañeza con los amagos del presidente de la Cámara, quien primero habló de sesiones virtuales y luego presenciales.Argumentó esta posición al decir que el presidente de la Cámara emitió la resolución 0777 que estableció la virtualidad para sesionar y en ese sentido la Dirección Administrativa comenzó a dar los pasos para contratar la plataforma tecnológica o de la utilización de la existente para que al menos comenzáramos en la semana de pascua a realizar sesiones en las comisiones, a discutir y votar proyectos de ley y de pronto a realizar algunos debates de control político.“Pero este fin de semana se ha tenido información que el presidente de la Cámara continúa con el ánimo de citar a sesiones presenciales, por lo cual este sábado reinó incertidumbre”.Dijo que hay varios puntos a tener en cuenta, si las sesiones fueran con personas.Les tocaría ir por tierra porque no hay vuelos.Como muchos no tienen apartamentos en Bogotá, y residen en hoteles, tendrían que buscar dónde hospedarse durante dos meses y en una ciudad como Bogotá que es el foco del contagio.Fue enfático en que no está de acuerdo en que los citen presencialmente, pues hoy se tienen las capacidades tecnológicas para un ejercicio legislativo en la red.Espinal fue más allá y reveló que el problema es que al presidente de la Cámara o a la mesa directiva le generaba alguna duda las votaciones virtuales.Al respecto, comentó que la Rama Judicial está laborando virtualmente y que si el Senado lo va a hacer, porque la Cámara no.En torno a una posible agenda legislativa, el congresista jericoano, manifestó que las prioridades deben ser fortalecer a los empresarios para que sigan teniendo ayuda del Gobierno Nacional, llegar realmente con créditos blandos y otras ayudas a las poblaciones vulnerables para que los colombianos no aguanten hambre, que debe ser la máxima preocupación el Estado y apoyar al Gobierno del presidente Iván Duque en todas sus acciones en el campo de la salud pública contra el temible enemigo viral.Serán virtualesAl final de la tarde del sábado se despejaron las dudas por el lado de la Cámara y también sus sesiones serán virtuales desde el martes 14 de abril.Al respecto su presidente Carlos Cuenca Chaux emitió el siguiente comunicado:“Guiados por los mandatos constitucionales como el del artículo 138, 149 y 215 de la Constitución, así como por las disposiciones del artículo 43 de la Ley 5ta de 1992, en procura de velar por la salud de los Representantes a la Cámara, funcionarios, contratistas y, en general de los colombianos. Además de equilibrar el necesario aislamiento preventivo obligatorio con el cumplimiento de los deberes constitucionales de la Cámara de Representantes, se ha decidido citar a sesión plenaria de la Corporación para el día 14 de abril de 2020 a las 3:00 PM. La presencia a esta sesión será virtual a través de la plataforma G-Suite para lo cual se enviará invitación de conexión al correo institucional de cada Representante”.
El pasado fin de semana en un grupo de Whatsapp de la familia, un primo nos recomendó la película “Milagro de la celda 7” del director turco Mehmet Ada Oztekin y que está disponible en Netflix, los comentarios de los que ya la habían visto no se hicieron esperar: “no paramos de llorar”, “es muy hermosa pero tiene escenas muy fuertes”, “me han dicho que es muy buena pero muy triste”, “lloramos de principio a fin”. No me quedé con las ganas de verla y la vi con mi familia a mitad de semana, incluso me di cuenta de que, por estos días, es la película más vista de Netflix Colombia.No quiero relatar escenas para no dañar el encanto a los que no la han visto, pero sí puedo decir que me pareció una película hermosa, dramática y con una lección de inocencia extraordinaria, ideal para estas fechas de cuarentena, en especial para los que tenemos niños pequeños que no dimensionan por lo que estamos pasando y para los cuales la vida sigue casi igual. Lea también:El coronavirus y la responsabilidad compartidaLa cinta es original de Corea del año 2013 y su historia es tan conmovedora que ha tenido adaptaciones en países como la India, Filipinas y Turquía, que es la versión más reciente (2019) y de la que todos estamos hablando. Permite entender que hay sentimientos y valores que no conocen distancias geográficas ni barreras culturales, que estos son inalienables al ser humano, como el amor, la solidaridad y la justicia. Motivos de aliento para superar las dificultades y ser buenas personas.Nos muestra, además, que, en culturas como la turca, los hombres no suelen ser cariñosos con sus hijos, es raro darles un beso, un abrazo o incluso jugar. Los turcos prefieren mostrarse firmes y fuertes, y por eso dentro de la inocencia de un padre con discapacidad mental -al que despectivamente le dicen loco-, llama la atención cómo rompe esa rigidez siendo todo lo contrario a su cultura. A pesar de las circunstancias, este hombre no conoce maldad, sólo le importa estar con su hija y compartir mutuamente su inocencia.¿Cómo tratamos nosotros al distinto? ¿al que tiene dificultades de aprendizaje? ¿Al que está en situación de discapacidad? ¿Al que piensa diferente? Sin duda, hemos avanzado mucho como sociedad y hoy hay más respeto por la diversidad que antes, pero hay que seguir generando condiciones para que los que nacen con limitaciones físicas y mentales, no sean tratados, como en muchos casos, con lástima, sino con dignidad. Un mundo mejor, como lo enseña esta obra, es un mundo donde entendamos la condición y la perspectiva del otro sin necesidad de estar de acuerdo.Si pueden, véanla y si tienen hijos pequeños, aprovechen estos días para disfrutarlos, mimarlos y jugar con ellos. No perdamos nunca esa esencia. Como hijo que soy, los días más felices de mi infancia estuvieron marcados por el tiempo que me dedicaron mis padres. Estos días de estar en casa, nos dan esa oportunidad.
No muchos países han apoyado tanto a sus connacionales para rescatarlos del área infectada por el Covid-19 en China como Colombia. Es muy significativo que nuestro país haya enviado un avión gigantesco —un Boeing 767 que en su versión comercial puede movilizar hasta 375 pasajeros— para traer tan solo a 13 personas, compatriotas que estaban en ese país por su propia cuenta y riesgo y que son o deben ser responsables de sus decisiones y consecuencias. El gobierno, pues, ha actuado solidariamente en nombre de todos los colombianos invirtiendo una fortuna, lo que no han hecho países como Argentina o México. Son detalles que no tienen en cuenta los que tanto reclaman toda clase de derechos argumentando cosas como que el Estado es indolente con la gente de a pie y que está capturado por una casta de privilegiados.Lea también:El coronavirus, ¿cuento chino?Es que la inflación de los derechos está dando para mucho, aunque hay quienes siguen omitiendo un precepto insalvable: que no hay almuerzo gratis. Precisamente, el origen de los recursos públicos es otro tema del que se aprovechan los que salen a protestar y a destruir el patrimonio público y privado. La semana anterior quisieron armar escándalo al conocerse la declaración de renta del expresidente Álvaro Uribe Vélez para el año 2018, en la que termina eximido de pagar renta por haber sido sujeto de retención en la fuente durante el año, como explicaron varios expertos. Sus malquerientes, sin embargo, han tratado de sugerir que solo mediante una maniobra ilegal alguien con un patrimonio de 12.300 millones podría terminar pagando cero pesos. Pero resulta que Uribe, entre retención, predial y otros rubros, pagó la bobadita de 208 millones. No falta sino que alguien diga que eso es muy poco, que no es ni el 2% del patrimonio, aunque es más del 50% de su ingreso bruto como senador. Criticar es muy fácil. La Universidad del Rosario hizo una investigación sobre el pensamiento de los jóvenes en el marco de las protestas y una de las cosas que quedaron en claro es que no les gusta pagar impuestos. Mal futuro el de un país en el que muchos quieren todo regalado, y solo unos pocos llevan la carga.Por cierto, el que solo unos pocos paguen es la señal de que entrar en la puja por Electricaribe puede no ser el «negocio del siglo» para las Empresas Públicas de Medellín (EPM), sino la metida de pata del siglo. Es que Electricaribe no se quebró por malos manejos y corrupción, que algo habrá, sino porque en la costa caribe del país impera la cultura del no pago, incluso entre las familias de abolengo. Desde hace décadas se ven denuncias sobre entidades oficiales que no pagan el servicio, lujosas propiedades que toman la electricidad de conexiones fraudulentas y barrios enteros, no solo de clases necesitadas, que hacen lo propio, convirtiendo las redes urbanas en marañas de cables que entran en cortocircuito y provocan incendios y muertes por electrocución. Más triste aún es el maltrato que padecen los funcionarios que se disponen a cortar las conexiones ilegales, quienes deben huir para conservar sus vidas. EPM tendría que invertir muchos billones de pesos para mejorar el servicio, sin la certeza de poder recuperarlos. Al lado de eso, Hidroituango es un juego de niños. Por cierto, grave mal le hace al país la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) al no levantar una sanción que le impide a EPM continuar la construcción de la megacentral hidroeléctrica. Ya llegó la primera turbina, pero no se ha podido instalar por esa restricción legal.Le puede interesar:El derecho de las mayorías a una vida normalSuena bonito que las EPM puedan demostrar su liderazgo y la excelencia de sus servicios en otras regiones del país, pero los intentos que ha hecho en el extranjero han resultado fallidos y costosos. Baste recordar la compra de Aguas de Antofagasta (Chile) por casi mil millones de dólares durante la alcaldía del hoy gobernador Aníbal Gaviria, inversión que en la actualidad se considera perdida. Comprar Electricaribe es una idea peor, pero si EPM gana la subasta (el 20 de marzo) los costeños tendrán motivos de sobra para adelantar el carnaval. Es la única empresa que les puede brindar un servicio digno.EN EL TINTERO: ¿En un país hay justicia porque es desarrollado o es desarrollado porque hay justicia? Juzgue usted, amable lector: en Medellín condenaron a 16 años de prisión a un bandido que hurtó un auto y lo condujo en contravía por un puente, asesinando a un motociclista. En Alemania, a un conductor que mató a una mujer en una carrera ilegal, lo acaban de condenar a cadena perpetua. Sutiles diferencias.
La obra literaria más importante de Paul Claudel quizás sea la La Anunciación. Este gran poeta francés (1868-1955) se destacó no sólo por su obra en ensayo y poesía, sino por sus servicios como diplomático de la república francesa en diversos países: China, Japón, Estados Unidos, otros países de Europa, en una larga carrera en la convulsionada primera mitad del siglo XX. Claudel, hijo de una familia de “ilustrados”, fue educado en un ambiente de nihilismo religioso, impregnado en su entorno inmediato de racionalismo, materialismo y ateísmo. Algo que no es muy extraño en la actualidad. Como un adolescente occidental de esos años, creció en medio de la indiferencia a lo religioso.Lea también: Pesebre, pausa y contemplaciónDebemos a Paul Claudel una de las más bellas páginas relacionadas con el hecho histórico de la Navidad. En su juventud tiene un encuentro que le marcará definitivamente, convirtiéndose a partir de entonces en un fiel católico, incondicional y coherente. El poeta, casi por azar, termina en la lluviosa noche del 25 de diciembre de 1886 escuchando el Magníficat, cantado por el coro de niños de Notre Dame, acompañados por los alumnos del seminario de Saint-Nicholas-du-Cardonet. Él mismo describe así la ocasión inolvidable (Mi conversión) en la majestuosa catedral: “Yo estaba de pie entre la muchedumbre, cerca del segundo pilar a la entrada del coro…” y continúa su relato: “… entonces fue cuando se produjo el acontecimiento que ha dominado toda mi vida. En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí con tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda.” “…de repente tuve el sentimiento desgarrador de la inocencia de la eterna infancia de Dios, de una verdadera revelación inefable…”Son unos párrafos de sinceridad única en que se hace magnífica relación de la característica interpersonal del encuentro con Dios: en la Navidad, lo sabe Occidente -aunque muchos insisten en negarlo- desde que sucedió el hecho del nacimiento del niño Dios en el portal de Belén, se nos divide la historia en dos.Hace poco el erudito y didáctico padre Emilio Betancur en estas páginas se refería a la necesidad de reconocer el sentido auténtico de estos días. Son muchos los dioses sustitutos -con minúscula- que nos acechan por todas partes: consumismo, comercialización, burla, hedonismo, utilitarismo. Los pequeños dioses nos afectan a todos y con gran facilidad se toman el protagonismo en la época navideña para desorientar y pervertir el sentido último de esta fiesta. Quizás el más común de esos pequeños dioses, compartido por millones que se consideran “únicos”, es el de la hiper-inflación de los egos que se convierten en gigantescas bombas de helio, luchando por ocupar un lugar predominante en medio de los otros millones de egos también hipertróficos y voluminosos. El ego del subjetivismo inmisericorde, indiferente y concentrado en los afanes del presente, evitando la referencia honesta a la posibilidad de la Trascendencia. El ego que nos hace reducir la libertad y la autonomía personal a una estéril expresión de deseos y caprichos individuales, desconectados de un sentido de la realidad y la responsabilidad.Le puede interesar: La distracción o la devociónEste columnista agradece en la Navidad al periódico EL MUNDO, y a sus lectores, e invita a la lectura de aquella inmortal página de Paul Claudel, la cual es también una celebración del acontecimiento grandioso protagonizado por quien nos enseña intemporalmente el mandamiento del amor al prójimo. ¡Feliz Navidad para todos!