Radiografía de un fracaso

Autor: Sergio de la Torre Gómez
20 agosto de 2017 - 12:07 AM

Los otros, que se entregaron a cambio de nada, se hundirán en largo pesimismo, cuya duración nadie puede pronosticar.

Hoy, ante los hechos cumplidos y la dura realidad, algunos, derramando lágrimas de cocodrilo, se duelen de que la MUD, oposición venezolana, perdió la batalla contra el gobierno, debido a sus propios errores y vacilaciones. Mas, si de repartir culpas se trata, hay que señalar también a la oposición externa representada en las cancillerías del continente. Que por su vecindad cuentan bastante: sus países se están viendo, directa o indirectamente, afectados e implicados en la crisis, por lo que sus pronunciamientos, sean cuales fueren, tienen incidencia. Los miembros más destacados de la OEA y organismos análogos que - exceptuados los pocos que siguen agradecidos por tanta dádiva recibida- siempre fueron demasiado laxos con Maduro, al punto de que sólo en las últimas semanas vinieron a llamar las cosas por su nombre y a calificarlo de dictador e ilegítimo, olvidando que Maduro y quienes lo rodean se han robado todas las elecciones habidas bajo su mandato, empezando por la primera, que refrendó hace 4 años su título de presidente y fue producto de un fraude que, salvo ellos, todo el planeta presenció.

Lea: Salomón y la canciller Holguín

A las cancillerías que osaron hablar les faltó vigor y oportunidad en la censura. Incluidas las del otro bando, de signo ideológico opuesto, como Brasil y Argentina ahora. Esto hizo que los partidos y agrupaciones del interior, desafectos al régimen, finalmente perdieran el resuello, en el momento en que más lo necesitaban, cuando la repudiada Constituyente estaba por instalarse hace dos semanas. Amenazaron los diputados con no desocupar el recinto del Congreso, de donde los querían sacar siendo suyo, y a la hora de la verdad lo desocuparon en silencio. No opusieron resistencia alguna. Lo cual repercutió en la calle, donde los estudiantes día tras día ponían los muertos para encontrarse con que en el momento crucial los diputados, esquivando riesgos, los abandonaban a su suerte. Lo que se les reprocha a tales dirigentes no es el miedo (que casi nadie, ni entre los más cuerdos y equilibrados, ni entre los farsantes que fungen de héroes, logra controlar, por ser el miedo efecto del instinto primario de supervivencia) no es el miedo lo que se les reprocha, sino la baladronada en que incurrieron cuando se comprometieron a permanecer en sus sillas, acaso para reanimar la protesta callejera. La misma fantochada del orate Maradona, quien ofreció empuñar un fusil en Caracas contra los yanquis cuando todos sabemos que, atrapado en el vicio de la droga, ya no le funcionan ni los pies, que fue lo único que Dios le dio y que ahora ya no le sirven ni siquiera para huir de sí mismo.

Vea además: Ka

También adentro flaquearon pues los adversarios del régimen. Al comenzar el lance que acaba de concluir ya se vislumbraba la claudicación en que cayeron casi todos. Se sabía que el pulso lo ganaría el más resuelto y lo perdería el primero en flaquear. Faltó apoyo exterior, como ya lo vimos (lo menos que se esperaba era la ruptura de relaciones diplomáticas) pero si la oposición no se hubiera doblegado como lo hizo, prematuramente además, muy probablemente habría terminado por obligar al dictador a una transacción que al menos llevara al restablecimiento gradual de la democracia.

Le puede interesar: Plaga siniestra

Dada la fragilidad e incoherencia de la contraparte, y sus rivalidades internas alimentadas en la vanidad de todos sus actores (con dos o tres honrosas excepciones) siempre en trance de celebridad y de catapultarse, en medio de tanto desconsuelo como queda, los unos se envalentonarán mientras los otros, que se entregaron a cambio de nada, se hundirán en largo pesimismo, cuya duración nadie puede pronosticar.

Lea también: El opositor Antonio Ledezma cumple dos años y medio detenido

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Grietas en la cima
Columnistas

Grietas en la cima

En la fisonomía de Maduro ya se dibujan los rasgos del traicionado. Con todo y lo obtuso que es, él sabe lo que le espera. Fatalidad ésta a la que no podrá escapar.
Destinos paralelos
Columnistas

Destinos paralelos

No conozco un proceso o experimento político o social que haya deformado tanto la palabra “socialismo” como el que se da en Venezuela

Lo más leído

1
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
2
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
3
Ambiente /

Aprenda a leer y a encontrar la información de calidad del aire

Estos son algunos de los pasos para comprender y hacer una lectura más técnica de la información...
4
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
5
Territorio /

¿Qué culpa tienen las cianobacterias?

Aunque aún no se comprueba que el florecimiento de algas en el embalse El Peñol-Guatapé signifique un...
6
Cazamentiras /

Nicolás Maduro, ¿colombiano?

Recientemente, usuarios en las redes sociales reavivaron la polémica en torno a la nacionalidad del...