Recordar a estos dos prohombres de la No Violencia y lo que este movimiento significa no debe ser tomado como acto político.
Cuando un pueblo pierde su memoria, y envía al ostracismo aquellos que de una u otra forma pusieron un grano de arena para invitar a reflexionar sobre el valor de la vida, está condenado a resaltar otro tipo de personajes, tal vez con pasado oscuro, cuyo ejemplo está fundamentado en la destrucción de valores y creadores de la antiética.
Pero, lo preocupante es la manera como la administración local y regional de los últimos años le dieron la patada voladora a mayo, el mes de la vida, por todo lo que este mes encierra en torno a la misma, en especial en Medellín y Antioquia.
Desde el gobierno de Antioquia nueva, un hogar para la vida; se trabajó desde diferentes aspectos para darle un significado especial al mes de mayo, uno desde el educativo y cultural, otro desde el simbolismo mismo. En los diarios locales, EL MUNDO y El Colombiano, se reseñaban las actividades propias de las celebraciones del mes. Se destacaba el 5 de mayo, fecha del aniversario del asesinato de Gilberto Echeverri Mejía, asesor de paz, y Guillermo Gaviria Correa, gobernador de Antioquia, al momento de los acontecimientos, conocidos por todos. Recordar a estos dos prohombres de la No Violencia y lo que este movimiento significa no debe ser tomado como acto político, sino como señal de que es posible generar cambios trascendentes en nuestra sociedad y crear una talanquera frente a los antihéroes, que le rindieron o rinden culto a la muerte.
Un ejercicio qué convocó a la ciudadanía antioqueña en todos sus matices, fue la Constituyente de Antioquia, la cual, tenía el propósito de construir esa nueva sociedad desde los consensos. En el período de gobierno de aquel entonces, en la Gobernación de Antioquia se tenía la asesoría de la No Violencia, e infortunadamente hoy, después de los gobiernos de Antioquia Nueva (Guillermo Gaviria Correo) y Antioquia Nueva, un hogar para la vida (Aníbal Gaviria Correa), Medellín volvió a tomar la punta en el escalafón de la muerte, ni que decir la situación de Bello y de algunas subregiones del departamento.
Es necesario que los próximos gobiernos vuelvan a retomar la vida como valor, soportado con políticas claras de seguridad ciudadana.
El mes de las madres, infortunadamente, se convirtió más en una fecha comercial que el sentido mismo de la transmisión de la vida a los hijos. Estadísticamente, el domingo destinado a su celebración, ha sido uno de los más violentos a través de nuestra historia, aunque las cifras del presente año indican que hubo disminución de muertes y de agresiones.
Ayer fue el día del maestro, otro aspecto relacionado con la vida. El aprendizaje continuo que invite a la reflexión es también gestor de vida.
Para los que somos fieles a la Santísima Virgen María, este mes está destinado para alabarle como ser que magnifica la vida, a través de su hijo Jesucristo y se refleja en la maternidad.
Mayo y todos los meses del año deben estar circunscritos a resaltar el valor de la vida, como responsabilidad social para con nuestros pares.