Hacia la postverdad

Autor: José Alvear Sanín
4 enero de 2017 - 12:00 AM

El país no fue entregado a las Farc. Estas y el Eln son actores armados del partido comunista, que es el verdadero receptor de un país traicionado. Por mortífera y eficaz que pueda ser la acción armada de cinco o seis mil efectivos, no alcanza para subyugar un país tan extenso, complejo e importante. 

El país no fue entregado a las Farc. Estas y el Eln son actores armados del partido comunista, que es el verdadero receptor de un país traicionado. Por mortífera y eficaz que pueda ser la acción armada de cinco o seis mil efectivos, no alcanza para subyugar un país tan extenso, complejo e importante. En cambio, el PC dispone de los efectivos “intelectuales”: centenares de plumígrafos, millares de profesores, incontables quintacolumnistas infiltrados en el Estado y la Iglesia.

La batalla por el gobierno ya concluyó con el triple golpe de Estado. Ahora viene una nueva etapa en la batalla de la información. Los medios, infiltrados y embadurnados, van a ser reforzados con 31 emisoras comunitarias, canal de tv y periódico diario. Anncol dominará la información política y económica. Esa toma atroz de la información es, desde luego, consustancial al Estado totalitario que se está implantando en Colombia.

Llegados a este punto es inevitable la referencia a Goebbels, a quien se atribuye la máxima de que “una pequeña mentira, repetida mil veces, se convierte en una gran verdad”, cuando esa expresión se debe, más bien, al ingenio pérfido y superior de Voltaire. Pero, por desgracia, una gran verdad, repetida mil veces, carece, al parecer, de eficacia mediática. Quizá por eso Mark Twain dijo: “Es más fácil engañar a las gentes que convencerlas de que han sido engañadas”.

En todo caso, ya está en marcha una operación para lograr la conformidad del país con la postverdad revolucionaria…

Así uno sea cada vez más escéptico sobre la imparcialidad y validez de las encuestas, es simplemente aterrador que ya, según alguna de ellas, el 18 % de los interrogados diga tener buena impresión de las Farc, repudiadas hasta hace poco por el 96 %.

De este modo avanza la postverdad.

Quiero llamar la atención también sobre otros dos tópicos que van a ascender hacia “grandes verdades”.

El pasado 19 de diciembre, la Deutsche Welle nos informa de la visita al Bundestag, de Enrique Santiago, quien hace sorprendentes afirmaciones bajo el subtítulo de “Acabar con el paramilitarismo en Colombia es uno de los principales desafíos (…) Dichos grupos serían responsables del aumento de la producción de cocaína en el país”.

Descrito como “experto en derechos humanos”, el español agrega que “La guerrilla fue un factor de control”, pero no como todo el mundo sabe, sino al revés, como si las Farc nada tuvieran que ver con ese su principal negocio, que el ladino abogado atribuye, en cambio, a “cientos de miles de pequeños cultivadores”.

A continuación, la Deutsche Welle también recoge su preocupación por “(…) el asesinato de 70 dirigentes sociales, comunitarios, y líderes políticos, ocurridos este año. No ha habido ninguna detención de los responsables”.

Este columnista repudia toda violencia, porque no hay asesinatos políticos aceptables, tolerables ni excusables, pero igualmente rechaza la difusión intencional de rumores destinados a inflar hechos lamentables para sustentar leyendas negras.

El señor Santiago, español remunerado por organizaciones noruegas, no ofrece la lista de los muertos, ni indica los lugares donde sucedieron los presuntos homicidios, ni las circunstancias y antecedentes de los mismos, ni nos informa en qué despachos cursan las investigaciones, ni los nombres de los “responsables” que, según él, no han sido detenidos…

Al avanzar la postverdad, ya veremos cómo esa cifra se irá decuplicando, hasta que alcance o supere los “4000 asesinatos de partidarios de la UP”, con las mismas técnicas de imprecisión y manipulación. Por eso es hora de que los señores E. Santiago y Sergio Jaramillo, que repite la misma cifra pero para otro periodo, dejen de hablar en el aire y ofrezcan, más bien, datos comprobables sobre posibles hechos de violencia política.

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Lo más leído

1
Resumen /

Así fue el renacimiento del TPM.

El 31 de marzo de este año fue abierta la nueva sala del Teatro Popular de Medellín (TPM).
2
Palabra & Obra /

Helí, Compinche

“El borde afilado de la tristeza me manda viajados para partirme en dos” Helí Ramírez, (Inmemorian...
3
Fútbol Colombiano /

El DIM venció al América 3-1 y se “refuerza” de cara a los Cuartos

La Dimayor confirmó que el sorteo correspondiente a los Cuartos de final del torneo Apertura será este...
4
Seguridad /

Gobierno ofrece $100 millones por información de atentado en Bogotá

Luego del Consejo Nacional de Seguridad, el presidente Juan Manuel Santos ofreció dinero a quien dé...
5
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
6
Territorio /

Además del invierno, las actividades ilícitas causan tragedias

Los expertos explicaron cómo la mala planeación, la participación negativa en los territorios y la falta...