Cursar una carrera profesional en otra ciudad es, para muchos padres, un ‘lujo’ que no le pueden permitir a sus hijos. Sin embargo, las alternativas de ahorro, además de las becas, hacen esta posibilidad más cercana.
Aunque existen gastos ineludibles en las cuotas de manutención de los hijos que estudian lejos de sus ciudades de origen, los padres pueden encontrar alternativas de ahorro y reducción de gastos que logran hacer más llevadera una inversión que, en muchos casos, toma más de un quinquenio de estudios.
Rentas, servicios, matrícula y alimentación, son algunos de esos gastos que deben ser cancelados mes a mes, sin descuentos a la vista. No obstante, desde la perspectiva de Marcel Hofstetter, director del programa de Finanzas y Comercio Internacional de la Universidad de La Salle, explica que este objetivo puede ser viable para una familia con economía promedio, si sabe utilizar de manera eficiente sus recursos. “El primer paso es escoger la mejor institución posible, que amerite el esfuerzo que se va a realizar, y posteriormente buscar el lugar en el que se pueda vivir, lo más cerca a la universidad posible, ojalá al punto de poder irse caminando, porque el ahorro sería muy significativo, muchas veces es más eficiente una renta un poco más cara, que evita los gastos y el tiempo del transporte”, recomendó el experto, al afirmar que esto no sólo ayuda a la economía, sino también a los resultados académicos.
Sobre esta modalidad, Eduardo Gávila, gerente del proyecto urbanístico CityU, un complejo residencial sólo para estudiantes, explicó que alternativas de vivienda que ofrecen una cuota integral, en la que se incluyen servicios públicos, renta, administración y hasta espacios extra de estudio, es una forma en que se logra una mayor optimización de las finanzas, al compararlo con la tradicional asociación de un grupo de estudiantes que comparten los gastos de un apartamento.
“En otros países, por ejemplo, es muy popular este modelo de campus, o de ciudadelas universitarias cercanas a las universidades, porque es claro que la convivencia entre estudiantes trae beneficios para su formación, y la economía de sus padres. Porque el factor de calidad de vida es un valor que muy pocos tienen en cuenta y que a la hora de la verdad es una ficha clave en la permanencia educativa”, explicó el directivo.
Además de estas indicaciones, la digitalización de documentos y el uso de e-book o libros digitales, son una práctica que optimizan los recursos diarios, que sumados al final del mes, representan una parte importante del gasto. Para sacarle partido a esta sugerencia, es vital conocer con qué bases de datos cuenta la institución educativa a la que se pertenece, ya que no todos los textos se encuentran dispobles en la web.
Para terminar, es aconsejable mantener hábitos de consumo prudentes, como preparar el almuerzo en casa y calentarlo en la universidad, y evitar gastos suprimibles como salidas de ocio y viajes recurrentes a la ciudad de origen que representan altos costos de transporte.