Los resultados son más que evidentes. Es patética la manera como la jerarquía eclesiástica ha venido labrando su propia destrucción.
Frédéric Martel es un sociólogo y periodista francés que escribe libros con regularidad. Sus temáticas cabalgan en la onda de la modernidad y son francamente diversas: El rosa y el negro, Los homosexuales en Francia desde 1968, Sobre el declive teatral en América, Teatro, De la cultura en América, Cultura Mainstream o cómo nacen los fenómenos de masas.
El último: Sodoma, poder y escándalo en el Vaticano ha exacerbado a los anticlericales y animado a los personajes más impensables a reiterar sus denuncias o hacerlas por primera vez, sobre temas que van desde los desafueros de la pederastia, hasta la paternidad irresponsable de esos sacerdotes para quienes la castidad no es un voto perpetuo.
Monseñor Alfonso López Trujillo, de ingrata recordación en esta ciudad y que, con seguridad absoluta, ha de estar con sus arreos cardenalicios calcinándose en su propio infierno, transita hoy en boca de todos los que fueron testigos de sus fechorías y víctimas de sus atropellos.
Son muchas las reflexiones que vienen haciéndose por estos días y variados los textos que han resurgido a propósito del tema.
Hay un texto en particular que tiene una gran valía. Fue editado por primera vez en 1995 (hace ya 24 años) y su autor, don Pepe Rodríguez, periodista español de gran renombre, realizó un trabajo de investigación impecable. La vida Sexual del Clero se llama (B SA Ediciones. España)
De manera juiciosa, riguroso con las entrevistas, los datos, las estadísticas, las fuentes, Rodríguez explora en todas las variables de la sexualidad humana ejercida por el clero: El abuso con los menores, la homosexualidad entre sacerdotes, el sadomasoquismo, sacerdotes y mujeres casadas, sacerdotes y jovencitas, amores ocultos, el poder clerical como vía para cometer abusos, en fin.
Ninguna de las afirmaciones, datos, denuncias de Pepe Rodríguez ha sido desmentida.
Pero uno de los aspectos relevantes de esta publicación es lo que él denomina “Prólogo Multidisciplinar”. Textos de la filósofa Victoria Camps, el teólogo Enrique Miret Magdalena, la psicóloga clínica Marina Martínez Vendrell y el Magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid Joaquín Navarro Esteban. Un cuarteto sobresaliente.
Cómo se aprende con este texto en donde no hay sectarismo, ni prejuicio, sólo hechos y afirmaciones llenos de contundencia y verdad.
El tema del sexo abordado por el catolicismo es toda una perspectiva enferma, a los sacerdotes se les exige ser célibes y al resto de los mortales se les exige que no conviertan el sexo en fuente de placer, solo en instrumento de procreación.
Esa represión de la sexualidad se convierte en la siembra sistemática de un vacío interno que tiende a neurotizarse. Se les dice que el mundo, el demonio y la carne son los grandes enemigos del alma. Ese postulado hace imposible la justicia, dice Joaquín Navarro. “porque el mundo es la razón, el demonio es la libertad y la carne es el libre ejercicio de la sexualidad humana”.
Los resultados son más que evidentes. Es patética la manera como la jerarquía eclesiástica ha venido labrando su propia destrucción.