Canal Premium, seguridad en los estadios, VAR, presupuestos, calendario, liga Femenina y Medios de Comunicación, los temas más álgidos que tendrá que encarar el nuevo presidente de la Dimayor, el antioqueño Jorge Enrique Vélez, pues la innegable crisis que hoy afecta al más popular de los deportes en nuestro país obliga a su “reinvención”, para acomodarlo a las nuevas exigencias, a un mundo moderno que reclama y espera mejores espectáculos.

Y es que eso es el fútbol, un espectáculo que en Colombia tiene la particularidad de ser lo único que une al país, un camino de oportunidades para unos, de diversión para otros, de formación, generación de empleo y fabricación de inagotables alegrías.

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Por eso es un mundo especial, un mundo que merece toda la atención, la misma que el nuevo presidente de Dimayor está dispuesto a entregarle durante las 24 horas de cada día de su gestión, pues es un buen “chicharrón” comparado con los que ha manejado a lo largo de su carrera directiva, administrativa y política.

Jorge Enrique Vélez, orgulloso egresado de la UPB, regresó al campus de Laureles que lo vio crecer y allí no sólo recibió la imposición del Escudo Bolivariano de parte del rector, presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda, sino que también habló con los medios de comunicación en el marco del programa Conversemos en la UPB.

¿En qué va la puesta en marcha del canal Premium?

Quiero ser responsable. Es un tema que hay que mirar con lupa, lo he venido estudiando durante toda la semana, contrato por contrato, cómo funciona en los países donde hoy lo tienen, Chile, Perú, Argentina. Hoy tengo un diagnóstico muy establecido, ya me senté con los abogados, este lunes tengo reunión con la comisión de mercadeo de la Dimayor, son ellos los que en últimas instancias toman las decisiones, pero vamos avanzando bien bajo tres premisas fundamentales: beneficio para los equipos, beneficio y respeto para el ciudadano que compra, y obviamente responsabilidad en el tema jurídico para no tener un inconveniente en ese sentido”.

¿Entrará en funcionamiento este año?

No sé, es un tema que decidirán ellos, yo tengo un cronograma que les voy a presentar y cuando ellos tomen la determinación ya lo haremos público.

Usted ha hablado de un sistema de identificación para mejorar la seguridad en los estadios, que es uno de los temas que más afectan hoy al fútbol.

El AI, que se utilizó en el Mundial de Rusia, es una identificación que tendrá que tener todo el mundo, pero con unos beneficios, como las millas cuando viajas en avión, o cuando se usa la tarjeta, se van acumulando beneficios y los vamos a llamar goles. Entonces la entrada a fútbol da 100 goles, una camiseta da 50, la compra en cafeterías 70 goles, y así, y al final el hincha lo puede redimir en cualquier establecimiento de comercio. Entonces es un premio para el que vaya a fútbol. También les confirmó que en quince días, y ya lo hablé con el alcalde Federico (Gutiérrez), por primera vez el presidente de la Dimayor vendrá a Medellín y haremos una reunión con las barras bravas”.

Después del éxito en el Mundial, el VAR es una verdadera necesidad. ¿En Colombia se va a implementar este sistema de asistencia arbitral?

La Fifa ya lo obliga. Pero ojo, hay que tener mucho cuidado, primero hay que preparar a todos los árbitros, en dos semanas viajan los cuatro primeros a España y otros tres van a Paraguay. En el tema de televisión eso también implica que hay que tener por lo menos diez cámaras adicionales, no podemos tener centro de producción en cada estadio por los costos inmensos que eso genera, sólo en Bogotá, y contar eso sí con una fibra óptica de la mejor calidad. Entonces no será a corto plazo, pero habrá VAR en Colombia. Para los primeros partidos puede ser en año y medio o dos años.

La mayoría de los equipos en el fútbol colombiano viven ahogados económicamente, y eso repercute en la calidad del espectáculo. ¿Cómo mejorar esa situación?

Hay varios aspectos para mirar. Primero, estamos pensando en las alianzas público privadas (APP) para que los equipos de fútbol tengan el manejo de los estadios y puedan invertir a largo plazo, hacer mejoras a 30 o 40 años. Tener buenos restaurantes, cafeterías, zonas de diversión, Wi-Fi, silletería cómoda, que se vuelva un sitio agradable para ir, un lugar familiar. La gente hoy no va a fútbol porque los estadios no son agradables. No se puede ir a pagar 60.000 pesos por dos horas de fútbol, no, uno paga por estar todo el día, pero hay que buscar cómo hacerlo mejor.

Lo otro es que no puede ser posible que a las instituciones deportivas se les obligue a pagar impuesto de renta como si fueran empresas comerciales. Al deporte hay que quitarle esa carga, pero para reinvertir en infraestructura y capacitación, no es para que ese dinero se quede en los bolsillos del dueño o del presidente del equipo

En esa parte económica también hay que mirar los salarios, hay unos sobrevalores salidos de todo contexto, por eso queremos hablar con los clubes sobre ética financiera, los topes. Hay que poner tope a los salarios, no puede ser que un jugador gane 180 millones mensuales y otro cuatro, en el exterior puede funcionar así, pero aquí no. Y la Fifa está pidiendo esos topes.

El calendario también genera reclamos, especialmente cuando se le juntan a un equipo partidos del torneo colombiano e internacionales. ¿Qué propuestas hay en ese sentido?

Unos dicen que volvamos a los torneos largos, otros que es más rentable con un campeón cada seis meses, igual se habla de fórmulas mixtas. Lo cierto es que este año fue especialmente difícil por el Mundial, pero sí vamos a trabajar en eso para mejorarlo.

¿A la Liga Femenina hay que hacerle cambios para que sea más atractiva?

No se puede pretender hoy que el fútbol femenino sea igual al fútbol de primera división, que lleva 70 años. No, vamos a seguir avanzando, ya arrancamos, el torneo tiene todo el respaldo de la Dimayor y vamos a seguir, pero lento y con fortaleza.

¿Qué otros temas le preocupan?

Que el fútbol se ha cerrado mucho. Ha dejado de ser una actividad social, tenemos que volver a que los jugadores regresen a las instituciones educativas, a los colegios, que se bajen del pedestal en que viven, decirles que la labor social, que es tan importe, también les corresponde a ellos. Por eso estamos pensando en un proyecto de universidad virtual, para que los jugadores en las concentraciones, en vez de ocupar el tiempo en video juegos, estudien y terminen con una profesión que les va a ayudar en su formación y les va a servir en un futuro.