1. Sin duda el personaje:

La Señorita María Luisa tiene 45 años y nació siendo niño. Entre las montañas colombianas asume, con firmeza y en silencio, sí con algo de tristeza, el papel trans que poco pueden entender los campesinos vecinos. 

2. Los paisajes: 

amaneceres, atardeceres, anocheceres. Boavita (Boyacá), municipio ubicado a 184 km de Tunja, es mostrada por Mendoza como una pintura. Quebradas, vegetación, montañas, arcoíris y el azul del cielo contrastan con la arquitectura rural de la región.

3. La iglesia y otros paradigmas: 

Con reflexiones constantes sobre el papel de la iglesia y la religión en las comunidades rurales de Colombia, sobre todo de los pueblos conservadores como Boavita, la protagonista y los demás personajes, así como el narrador, presentan miradas diferentes a lo “trans” y la sexualidad, contrastándolas con su cercanía con “Dios”, “la Virgen santísima” y el templo.

4. El género y la montaña: 

“¿Usted qué siente de haber nacido en el cuerpo de un hombre”?, es la pregunta que el narrador hace a la Señorita María en su primera conversación. Su vecina, en la siguiente escena, plantea la mirada de lo femenino y lo masculino desde la ruralidad: “Todas las personas se burlan de ella… Yo le aconsejo que no se achicopale”.

5. Este sigue siendo un país rural:

Mendoza presenta la relación con el campo, los animales, la vida diaria en la montaña. Se ve una Colombia rural, que de Boyacá puede imaginarse también en Antioquia, Valle, Amazonas y otros departamentos 

6.La banda sonora: 

Los instrumentos de una banda marcial, de esas que suenan en fiestas parroquiales de los pueblos y en su tradicional Semana Santa, es el principal acompañamiento musical de esta película. Además, los cantos de las mujeres que no abandonan las bancas de la iglesia, con las letras que alaban a Dios, a María, y exaltan sus nombres, se contrastan además con los característicos sonidos de la naturaleza. El diseño sonoro es de Mendoza e Isabel Torres. 

7. A toda cámara: 

Además del guion y la dirección, Rubén Mendoza hizo la cámara y la fotografía de esta película. Con imágenes delicadas como una pequeña hoja amarillenta que se queda atrapada en una telaraña y contrasta con el verde de los arbustos, cada mirada a través de la lente puede sorprender al espectador.

8. Lo cotidiano es fuerte:

Levantarse a cortar la leña, prender un fogón, caminar largas horas por caminos de trocha, la plaza de un pueblo, tomarse un café en las mañanas, hacen parte de las secuencias de esta producción

9. Concierto de silencio y oscuridad: 

Planos de oscuridad que sólo fueron iluminados con una llama de fogón prendiendo y la oscuridad de esos lugares donde hasta ahora no llega la luz eléctrica, así como momentos de total silencio, con apenas presencia de cucullos o aves, detalles recurrentes, estéticamente placenteros. 

10. La moda como un tema popular:

 “La santísima Virgen nunca usó pantalón (…) Yo me pongo pantalón por la necesidad, pero lo odio”, dice la Señorita María en las primeras escenas, que sirven para crearse un perfil suyo. Esta y otras intervenciones suyas, el cuidado en el lavado y sentido de la ropa, sus looks y la manera en que su falda se hace apología en el título de la película, pero también en la idea de mujer de los ciudadanos, tienen que ver con la idea de la moda que se tiene en el ideario popular.