Él sacó algo del bolsillo de la chompa y nos amenazó. Yo alcancé a ver una pistola pero no sabía si era real. Le dijo a mi novio que le entregáramos todo lo que teníamos. A mí me dijo que le entregara el celular, yo le dije que no tenía nada y él trató de quitarle el reloj a mi novio mientras apuntaba a su cabeza. Mi novio le cogió el arma y empezaron a forcejear”, le contó a EL MUNDO una ciudadana que no quiso revelar su identidad, y quien reside en el barrio Belén, donde ocurrió esta situación.
Como esta pareja, en ocasiones los ciudadanos son abordados por los delincuentes y son víctimas de hurtos con armas que se semejan bastante a las de fuego, que pueden catalogarse popularmente como los conocidos “fierros mentirosos” y que en realidad son armas de fogueo, neumáticas, y en ocasiones hasta simples réplicas fabricadas en metal o incluso polímero.
En el forcejeo, el novio de la habitante del barrio Belén sufrió varias heridas. Uno de los pequeños proyectiles metálicos quedó incrustado “en el párpado y menos mal que no le dañó el ojo”. Además tuvo lesiones en la nariz, la boca, y fue necesario realizarle una operación en su cuello “porque después esa herida se estaba convirtiendo en un tumor y le estaba afectando las cuerdas vocales”, aseguró la ciudadana.

“Han atracado a mucha gente”
En diálogo con EL MUNDO, un experto en armas, artes marciales y defensa personal, y quien lleva aproximadamente 16 años trabajando como instructor en el gremio de la seguridad, aseveró que es muy difícil poder diferenciar las armas de fuego y las de fogueo, que son consideradas como juguetes bélicos. El hombre, que prefirió no hacer pública su identidad, señaló que hallar las diferencias, sobre todo en medio de un asalto, es muy difícil. “La verdad es que han atracado cantidades de personas no sólo con un arma de fogueo (que detona balas de salva) ” sino también con pistolas neumáticas” (que disparan copas o balines propulsados por gas).
De acuerdo con su relato, los mismos “pillos” indican que es imposible determinar si el arma usada en un acto ilícito es de fogueo, a menos que se le entregue a la víctima para que esta la analice con detenimiento, lo que, obviamente, ningún delincuente haría.
Originalmente, narró el profesor, las armas de fogueo se usan “para demostraciones de artes marciales y para enseñanza, porque en las academias de vigilancia las primeras veces que se hace ejercicio de polígono se realiza con armas de esas para que las personas aprendan a cogerlas, a apuntar y a pararse con ellas”.
También se emplean “como protección personal porque si vos en la calle, y no sos malo, y llevás una pistola de esas y alguien te hace un atentado simplemente la sacás y con un par de disparos estarías haciendo lo mismo que con una granada de aturdimiento, que sólo provoca el sonido y la luminosidad” para persuadir a un atacante.

¿Pero cuáles son las diferencias?
“Yo tengo un arma de fogueo calibre nueve milímetros y la única diferencia es que cuando vos la mirás por el cañón, ella adentro tiene una cruceta, o una rejita en forma de cruz”, aseguró el instructor.
“La de fogueo es exactamente igual a la pistola de fuego, solamente con la limitación de que le colocan una reja en el cañón para que usted no pueda disparar nada y aparte de esa reja en el cañón, las especificaciones de temple (del metal) son diferentes”, por lo que si se disparara una bala con una de estas armas podrían dañarse el cañón y otras partes
“Es muy difícil que te encontrés en Colombia con un arma que traiga rosca en la punta y esa arma (de fogueo) trae rosca en la punta, esa es otra forma de distinguirla”, señaló, y añadió que al momento de disparar un arma de fuego y una de fogueo los sonidos no se pueden diferenciar ni tampoco los fogonazos que salen del cañón.
En las de fogueo tipo revólver “donde está el mango, ahí viene el proveedor de dióxido de carbono y las balas normalmente son de plástico, y vos las notás. Aunque tengan el color del plomo, se nota”, complementó.

“Las de balines se diferencian más fácil”
“Las de balines normalmente se ven plásticas, entonces ya son más fáciles de detectar. Además cuando vos mirás la boca del cañón de un arma de balines” se puede notar que el diámetro del orificio es más estrecho que una bala calibre 22 (que se considera pequeño).
Por otro lado, los perdigones que disparan estos elementos neumáticos pueden ocasionar lesiones porque pueden perforar la piel, como le ocurrió al novio de la ciudadana del barrio Belén que dio su testimonio.
Las armas que disparan balines, explicó el instructor, “normalmente se usan en tiro al blanco, para hacer puntería, para cazar animales muy pequeños y para enseñanza”.
“Las armas que se usan en los juegos deportivos que tienen que ver con puntería son neumáticas la mayoría”, puntualizó.
Además el mercado de las armas de fogueo y neumáticas “cubre también una amplia gama de todos los gomosos que queremos armas de verdad y no las podemos conseguir, entonces adquirimos armas de ese tipo y las exhibimos como si fueran de verdad, aunque son réplicas. Yo creo que también cubre un amplio mercado de la gente que le gustan las armas y que no puede tener”, subrayó.

“La principal arma es el miedo”
Jorge Giraldo, experto en conflictos sociales y seguridad urbana, manifestó: “Yo creo que la percepción de que el crimen y la violencia van asociados hace que en algunos casos que se conocen, por ejemplo, a nivel de la extorsión, ni siquiera haya un arma de por medio; son simplemente una amenaza o un uso que el delincuente hace del miedo que le supone al ciudadano, a la víctima”.
“Yo creo que esas son las condiciones que propician eso, que son en general las que tenemos en el país. La asociación de crimen y violencia es la que hace que a veces amenazas incluso sin arma, ni siquiera de juguete, puedan funcionar”.
Complementó el experto que en Colombia “el homicidio ha descendido mucho pero todavía hay niveles muy altos de asesinatos y lesiones personales, y eso por supuesto genera una situación más de orden de indefensión entre las víctimas de atracos o delitos de estos”.
Giraldo acotó también que en territorios europeos, el crimen no se encuentra tan asociado a la violencia, por lo que este tipo de fenómenos no es tan frecuente como en Colombia.

¿Cómo se venden?
El experto en la enseñanza del manejo de armas aseguró que “en este momento si vos te vas a una tienda de esas, te venden lo que sea y ellos te van a decir que el permiso es el reporte de aduana”.
Oliver Arias, propietario Army Deportes, uno de los tantos establecimientos que venden este tipo de armas en Medellín, comentó a este diario que “lo que nosotros exigimos acá es, primero que todo, que sea mayor de edad, eso es lo más importante”.
Asimismo, “la recomendación que le da uno al cliente es que no la puede tener en sitios públicos, en el Estadio, en discotecas, ni tampoco estarlas sacando por ahí para amenazar a alguien”, aseguró el propietario.
“Si las van a comprar, que sepan para qué utilizarlas, que eso no es para amenazar a nadie, ni sacársela a otro, ni decir ‘yo la voy a cargar para defenderme con ella’”, recalcó el comerciante, quien hizo énfasis en el uso responsable de estos artículos por parte de sus propietarios.
“Esto se hizo fue para el deporte, para quienes le gusta practicar el tiro. Por eso uno les dice que no las lleven en la cintura porque van a pensar que está haciendo algo malo”, complementó.
Arias aseguró que un arma de fogueo puede conseguirse en el mercado por precios desde $400.000 hasta $1’000.000; mientras que las neumáticas pueden adquirirse desde $200.000 hasta $600.000 aproximadamente.

¿Y la regulación?
La Policía Metropolitana comentó a este diario que estas armas son incautadas si no se demuestra la propiedad o legalidad de las mismas y si, además, se portan cargadas al momento de una requisa. De igual manera, si se captura a un delincuente usando uno de estos juguetes bélicos en un delito, se procederá al respectivo decomiso. En lo que va de 2017, los uniformados de los cuadrantes han decomisado trece.
Sin embargo, puntualizó la institución, aunque un ciudadano del común debe presentar a las autoridades el soporte de propiedad, como la factura de compra, el manifiesto de aduana y el carné, no existe una reglamentación específica para el porte, por parte de las autoridades administrativas respecto al tema.
Por otro lado, la Fiscalía aclaró que si un individuo es capturado por un robo cometido con uno de estos elementos, el sujeto será procesado por hurto pero no por porte ilegal de armas, por lo que además en este organismo no se lleva un registro de las acciones delincuenciales en que se usan estos juguetes bélicos.
Según la información oficial aportada por la Policía, las armas incautadas de este tipo se podrán devolver al ciudadano por parte de la autoridad competente si este demuestra la pertenencia con los respectivos documentos, so pena de pagar una multa de un salario mínimo legal vigente.