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Foto: EFE
Juan Carlos de la Cuesta tendrá que ponerse a trabajar fuertemente con el reto de revalidar la exitosa campaña y superarla. |
La temporada que recién terminó para Nacional fue larga y extenuante; 84 partidos agotan hasta el cuerpo y el espíritu más dispuesto. Pero ahí no termina el actual proyecto del equipo. Justo como en un partido de fútbol, las semanas venideras no son más que el entretiempo para lo que sigue. Y como una de las obligaciones ineludibles para poder ganar un juego es refrescar y hacer cambios, entonces es el momento para que los jugadores Verdolagas, quienes llevaron sobre sus hombros el peso de una campaña brillante, se marchen a un merecido descanso y salgan de los focos para dar paso a los directivos, quienes ya venían calentando desde hace varias semanas y tienen tarea adelantada para afrontar todo lo que se les viene en los próximos días.
El primer golazo que anotó la dirigencia Verde fue asegurar la presencia del profe Reinaldo Rueda para la próxima temporada, pues sobre la continuidad del entrenador había quedado un manto de incertidumbre danzando en el aire, luego de la derrota ante el Kashima y antes de regresar a territorio colombiano, debido a su situación médica.
“Estamos pensando en todo el tema de su salud primero, porque como institución somos los que más queremos que él (Reinaldo) tenga una buena calidad de vida, que pueda hacerse los exámenes médicos y tenga la recuperación que necesite, porque lo queremos seguir teniendo en el equipo, queremos que continúe y creemos que así va a ser”, expresó Juan Carlos de la Cuesta, presidente de la institución y figura visible de un tremendo esfuerzo institucional y de la Organización Ardilla Lulle por garantizar la prolongación de este proyecto deportivo.
Aclarado el tema Rueda, ahora la tarea es tomar las decisiones correctas en cuanto a cómo se ajustará el trabajo del cuerpo técnico, mientras el vallecaucano cumple con su recuperación, estipulada en tres meses. Eso será competencia de las directivas del club, al igual que gestionar de forma acertada el delicado mercado de pases.
Delicado porque, aunque el mismo De la Cuesta afirmó que no existen ofertas concretas por jugadores del equipo y además confirmó la continuidad de Franco Armani, lo más seguro es que sea difícil retener la totalidad de la plantila y eso implica salir a un inflado y convulso mercado en busca de futbolistas de alto nivel para satisfacer las exigencias de la hinchada y del mismo club, que está ávido de alcanzar más títulos.
“Estamos mirando unas posiciones importantes y hay unas cinco o seis posibilidades que se están manejando”, dijo el presidente Verdolaga, quien explicó que incluso en Japón hubo reuniones de la comisión técnica del equipo, trabajo del cual salió una nutrida carpeta de, al menos, 20 jugadores. Una base suficiente para comenzar a barajar opciones.
Así pues, comienza la época en la que el trabajo directivo deja de ser la mano invisible del equipo para adquirir el protagonismo que luego se verá reflejado en la cancha.