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Foto: EFE
Wendell (d) de Gremio de Brasil disputa el balón con Orlando Berrío (c) de Atlético Nacional, durante un partido del grupo 6 por la Copa Libertadores en el Arena de Gremio de Porto Alegre (Brasil). |
Resultó sorpresivo el juego de ayer. Sorpresivo porque nadie esperaba a un Gremio tan sencillo, práctico y simple a la hora de jugar y porque en el caso de Atlético Nacional no se vislumbraba un resultado de estos y menos después de la destacada presentación que tuvo en casa ante Newell’s Old Boys, en su debut copero.
Del rival brasilero se pensaba que sería arrollador, que impondría condiciones desde el principio de juego, que atacaría constantemente y que metería a Nacional en calzas prietas.
Pero esto no se presentó así y si bien se conocía que era un equipo muy táctico y que apela al orden primero que cualquier cosa, hay que decir que el Gremio de ayer no fue brillante y que salvo por el resultado, muy amplio para lo que se presentó en la cancha, este no bailó, ni pasó por encima del cuadro de Juan Carlos Osorio, que tuvo en este partido un compromiso que lucía ganable.
La propuesta del local fue clara: aguantar y atacar cuando hubo espacios (sí, jugaba de local y así lo hizo) o atacar por el costado izquierdo con Wendell, su lateral de mejor proyección, para desequilibrar y llegar a fondo para hacerle daño a su oponente.
El onceno antioqueño, por su parte, empezó algo dubitativo pero se tomó confianza y se adueñó del esférico, lo puso a circular como es su costumbre, sumó varios hombres al campo contrario, especialmente en el segundo tiempo, pero no fue claro en el último tercio y así como Jefferson Duque se vio muy solo contra Equidad y no recibió la asistencia de sus compañeros, esta vez fueron Fernando Uribe y Santiago Tréllez quienes merodearon el área esperando pescar algo, pero sin mayor éxito.
A este asunto el cuerpo técnico del club deberá encontrarle soluciones, porque ayer quedó claro que van dos partidos seguidos presentando este déficit, el cual ya se había dado también contra Millonarios y en un tramo con Envigado.
Ayer, por ejemplo, este Nacional se pareció más al del 2012, que al que terminó como un relojito el año 2013. Y las comparaciones con los primeros días de Osorio, en los que estaba empezando este proceso, vienen porque hubo muchas similitudes con juegos que por aquellos tiempos fueron en condiciones similares.
De las mejores cosas que ha tenido Nacional con el técnico risaraldense en el banco ha sido la tenencia, posesión y rotación de la pelota. Al cuadro “Verde” casi nunca un rival lo ha hecho correr por la redonda y ayer el “Verde” lució bien en ese aspecto.
Tuvo personalidad para mantener varios hombres en campo rival y exponerse en defensa, manejó el útil la mayor parte del juego, se lo negó al rival, pero le faltó profundidad, tal y como pasaba en aquellos tiempos.
Las vías para llegar al arco rival en esta ocasión nunca dieron resultado. Pues cuando trató de abrir la cancha y sorprender con Orlando Berrío, a este no le dieron algunos pases precisos y cuando decidió atacar siempre tuvo con Wendell un interesante y complicado duelo, en el que perdió en ocasiones y ganó en otras, pero sin terminar como se esperaba la jugada, mientras que por el costado izquierdo sus compañeros no insistieron tanto.
Con un referente de área y buen cabeceador como Uribe, la apuesta también fue centrarle con Daniel Bocanegra, pero los servicios del tolimense fueron rechazados por dos centrales de buena talla que no le dieron libertades al “nueve” nacionalista y que lo marginaron de cualquier posibilidad de gol.
En las otras oportunidades los centros no fueron en la dirección esperada y la conclusión que queda es que el equipo colombiano usó demasiado y desgastó esta herramienta, que nunca se mostró como una solución por las razones expresadas.
Para colmo de males la pelota quieta tampoco fue una solución en este encuentro. Nacional tuvo varios tiros de esquina que no contaron con un buen destinatario y ahí se extrañó a Francisco Nájera y Diego Peralta, los socios de Sherman en cuanto a esto se refiere.
Lo que también llamó la atención fue la carencia de juego interno, que tampoco pudieron otorgar Edwin Cardona (extraviado en la complementaria) y Sherman Cárdenas, dos hombres con habilidades en este aspecto, pero que ayer, pese al sacrificio que mostraron, a las ocasiones que quisieron sacar a su equipo adelante y a que ambos estuvieron cerca de marcar, tampoco contaron con una buena noche.
Con estos síntomas entonces se presentó el actual campeón de Colombia en tierras brasileras, en un juego que estuvo cortado por varias faltas y en el que la defensa quedó con varias responsabilidades.
En el primer gol se quedaron reclamando fuera de lugar, en una jugada confusa en la que el hombre en posición adelantada corrió por la pelota, pero no la tocó, quien definió fue Luan, su otro compañero, quien también corrió. El gol fue legítimo.
En el segundo, Orlando Berrío bajó al área a apoyar a sus compañeros, pero cuando quiso salir de contra y hacer un sombrero a uno de sus rivales perdió la pelota, vino una descarga al costado izquierdo y desde allí se emitió un centro al punto penal en donde nadie referenció a Ramiro, quien definió sin marca.
Y en el tercero, no hubo presión de la primera zona de volantes a Alan Ruiz, quien avanzó y se creía que iba a encarar a Murillo, quien se perfilaba bien y lo aguantaba, pero este hizo dos fintas y con el espació pateó al arco que defendía “Neco” Martínez, quien ya había salvado a su equipo en una opción de Luan y otra de Ze Roberto, pero esta vez tampoco pudo hacer nada.
Al final queda el sinsabor porque los errores los aprovechó Gremio, por la jugada que reclamaron como penal sobre Uribe y no fue decretada y porque insistimos, en que el trámite de juego no era para perder así, lo cierto del caso es que el “Verde” tendrá otra revancha el próximo 11 de marzo ante Nacional de Montevideo en casa y por el momento es segundo de su grupo, a falta que se pongan mañana al día Newell`s y el onceno uruguayo, que jugarán en la ciudad de Rosario (7:45 p.m.).
Gremio: Marcelo Grohe; Pará, Werley, Rhodolfo, Wendell; Edinho, Cristian Riveros (Maxi Rodríguez, min 90+1), Ze Roberto (Dudu, min 73), Ramiro, Luan (Alan Ruiz, min 84); Hernán Barcos
DT: Enderson Moreira.
Atlético Nacional: Luis Enrique Martínez; Daniel Bocanegra, Stefan Medina, Óscar Murillo, Juan David Valencia; Alejandro Bernal, Alexánder Mejía, Edwin Cardona, Orlando Berrío (Farid Díaz, min 66), Fernando Uribe (John Jairo Tréllez, min 59) y Sherman Cárdenas.
DT: Juan Carlos Osorio.
Marcador: Gremio 3 – Atlético Nacional 0.
Goles: 1-0, Luan (29’). 2-0, Ramiro (65’). 3-0 Alan Ruiz, (88’).
Árbitro: Patricio Polic (Chile).
Amonestados: Luan (6’), Edinho (9’), por Gremio. Alejandro Bernal (19’), Fernando Uribe (38’), Orlando Berrío (45’) y Edwin Cardona (53’), por Nacional.
Expulsados: No hubo.
Estadio: Arena do Gremio.
Asistencia: 33.640 (pagaron 31.586).
Recaudación: 1.595.910 de reales.
“No jugamos al potencial que tenemos si lo hubiéramos echo sería distinto. En el segundo tiempo salimos motivado a conseguir el empate, tuvimos la posibilidad, pero no pudimos hacerlo”.
“El marcador fue muy largo. La posesión fue 60-40 o incluso 50-50. Ellos fueron eficaces en el último cuarto y por eso ganaron. En este tipo de torneos la que uno tenga hay que ser eficaz con ella. Al final nos faltó eficacia”.