Palabra y obra

Bellegueule’s suffering
El sufrimiento de Bellegueule
6 de Mayo de 2016


Una mirada al libro Para acabar con Eddy Bellegueule de Édouard Louis, uno de los autores que más logró el interés del público en la reciente Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo.



Édouard Louis nació en 1992, en un pequeño pueblo del norte de Francia.

Julián David Correa


Crítico de Cine


Director de la Cinemateca Distrital de Bogotá


www.geografiavirtual.com


La casa tiene un par de habitaciones en las que toda la familia duerme hacinada entre el ruido incesante del televisor, la humedad en las paredes y los resoplidos del sexo. La casita es una de tantas, y la familia es una de muchas de un pueblo de obreros casi iletrados que dedican sus días a la fábrica, a reproducirse, al alcohol y al fútbol. El chico que protagoniza la historia es homosexual. Siempre ha sido femenino aunque tiene el nombre más rudo que su padre pudo encontrar, y el libro relata el doloroso paso de este muchacho por el colegio, detalla las humillaciones que sufrió, el rechazo de su familia y de sus vecinos. 


El muchacho se llama Eddy Bellegueule y el pueblo no está en un rincón oscuro, sino que es parte de Francia, del primer mundo, del territorio de los bendecidos por la historia. En la tierra de la abundancia, esta novela presenta a una comunidad racista y homofóbica. 


Con cada diálogo, el autor trata de recrear la brutalidad de las palabras y de hacer literatura con lo que él mismo no consideraba un material literario. A los 23 años, tras concluir esta novela, Eddy cambió su nombre a Édouard Louis. Las letras autobiográficas de Édouard se deslizan de manera natural en un relato directo que atrapa a cualquier lector, en donde la profundidad está en los hechos y no en una prosa o en una estructura compleja, lo que no resulta extraño para alguien que ha dicho: “A veces la literatura es apenas un ejercicio de estilo”. 


El libro ha sido un bestseller en una decena de países, y ese éxito lo justifica su autor en diferentes entrevistas diciendo: “Todo el mundo ha sido Eddy en algún momento de la vida, pues aunque lo neguemos, en el mundo entero todavía está presente la discriminación por ser mujer, marica, negro, árabe, pobre, provinciano, judío… De una forma u otra la experiencia de la humillación está ahí”.