![]() |
Foto: Cortesía
La obra Óleo Nº 1B, creada por Fanny Sanín en 1962, óleo sobre lienzo de 96,7 X 130 centímetros, que desde ahora hace parte de la colección del Museo Nacional. |
Fanny Sanín, una joven artista de pelo corto, que usaba anteojos grandes y, con apenas 24 años, exhibía su obra, por primera vez, en el Museo Nacional de Colombia, ubicado en Bogotá; un hecho del que han pasado ya 53 años.
“Mi primera presentación profesional como artista tuvo lugar en el año 1962, durante la exposición del XIV Salón Nacional de Artistas, que se realizó en el Museo Nacional de Colombia. Esa muestra fue motivo de orgullo y un gran aliciente para mi futura carrera. Mi obra Óleo N.º 1B (1962) fue colgada junto a la de algunos de mis profesores, tales como Manzur, Villegas y Roda, a quienes les debo mi incursión en el mundo del arte abstracto”, recuerda la artista, quien recientemente recibió el título Honoris Causa Magíster en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia.
Durante años, ese óleo sobre lienzo de tonos cafés, amarillos y verdes, con un poco de azul, que refleja los inicios de una de las más destacadas creadoras del país, permaneció bajo la tutela de algunos amigos y familiares de la bogotana, quien hoy vive en Estados Unidos. Luego, el cuadro de 96,7 X 130 centímetros pasó a ser parte de su colección personal.
Sin embargo, más de medio siglo después, el Óleo N.º 1B (1962) y ocho obras suyas más integran la donación que entrega al Museo Nacional, ya que “en 2014 -narra la directora encargada del Museo Nacional, Ana María Cortés- Sanín decidió ofrecer al Museo la posibilidad de escoger nueve obras representativas de diversos periodos de su trayectoria, dentro de un numeroso conjunto de piezas que conforman su proyecto de legado a diversos museos del país”.
Una decisión que tiene que ver con su memoria: “Desde pequeña, cuando visitaba el Museo Nacional, sentía una gran admiración por este sitio que albergaba tanta riqueza cultural. Hoy en día mi admiración continúa, por lo que escogí este simbólico lugar para conservar algunas de mis obras, con la certeza de que el Museo seguirá representando con dignidad la historia de Colombia y su patrimonio”, enfatiza Sanín.
La donación consta de nueve obras en gran formato, que, en palabras de la artista, “cubren todas las etapas de mi trabajo desde 1962 hasta 2006”.
“La donación incluye pinturas de mi obra temprana, de la década de los sesenta, que se caracteriza por la abstracción orgánica y expresionista. También hay un grupo de pinturas de bordes netos o ‘hard edge’ que revelan el proceso de exploración del color que realizo desde finales de la década del sesenta. Finalmente, se destacan un grupo de obras geométricas que dan cuenta del trabajo de color y simetría que desarrollo desde mediados de los setenta, que caracteriza mi pintura hasta la actualidad y que se ha mantenido como mi interés principal en la abstracción”, explica Sanín.
El crítico Germán Rubiano Caballero concluye que “al estudiar la extensa obra de Fanny Sanín, que se remonta a los primeros años de la década de los sesenta, cuando terminó la carrera de Bellas Artes en la Universidad de los Andes de Bogotá, es admirable comprobar que su producción, principalmente de pinturas, ha tenido un desarrollo pleno de coherencia, en el que los cambios (de formas, composiciones, colores, etc.) están antecedidos por elaboraciones cuyas notas distintivas ya se insinuaban”.
A propósito de la donación de las obras de Fanny Sanín a la colección del Museo Nacional, esta entidad abrió al público la muestra En abstracto, que reúne, además de las nueve obras que donó, “pinturas de otras colecciones e instituciones en préstamo para la presente exposición. Esta selección de veinte obras es una curaduría de Germán Rubiano Caballero”, reseña el historiador del arte Cristian Padilla.
Fanny Sanín detalló algunos aspectos de la muestra para los lectores de EL MUNDO.
“El título surgió en el Museo, bajo la noción de que las palabras ‘En abstracto’ tienen un doble significado: alude a una muestra antológica que construye una imagen en abstracto del cuerpo de obras de la artista y, así mismo, señala que es una relevante exposición en torno a la abstracción en Colombia”.
“El lenguaje de la abstracción concreta que yo utilizo está exento de cualquier referencia del mundo real, sin huellas de figuración”.
“Mis posibilidades estéticas y creativas no se han agotado y hoy en día el arte abstracto sigue muy vigente en todo el mundo”.