Protección y desarrollo de los adolescentes: ¿tareas cumplidas?

Autor: Jorge Daniel Echeverri Martínez
23 abril de 2017 - 02:00 PM

Pese a la visión negativa que existe frente al riesgo que corren los adolescentes con respecto a problemáticas sociales y victimización por ser actores forzados en las conflictos, ha habido evoluciones con respecto al panorama de la protección de sus derechos.

Colombia

5.417 niños y adolescentes fueron asistidos y desvinculados de grupos armados ilegales por el Icbf entre 1999 y 2013 según Unicef; los menores en el contexto del conflicto han sido el enfoque de la opinión pública porque han sido vulnerados muchos de sus derechos durante la historia de la guerra en Colombia.


Sin embargo, cuando hay un énfasis en la población entre los 13 y 18 años y se examinan otros asuntos que deben protegerse para el desarrollo de estas personas, el panorama ha sido progresivamente favorable, según las autoridades y expertos.

La salud sexual y reproductiva: un enfoque tardío


Aunque la educación sexual es un tema que se empieza a abarcar desde la niñez en la familia, la escuela y el Estado, el asunto no empieza a tratarse de manera libre, abierta y desde un enfoque de derechos hasta que los sujetos no llegan a la adolescencia. Lo anterior, de acuerdo con varios expertos, es un diálogo que se da demasiado tarde y que puede afectar el desarrollo de la niñez y hacer del tránsito por la adolescencia un camino con riesgos.


Según el doctor Juan Carlos Vargas, asesor Científico de Profamilia, el panorama del embarazo adolescente, una de las mayores preocupaciones para los impúberes en este tema, ha mostrado una tendencia positiva.


“Colombia venía con un incremento de este fenómeno desde 1995. De ahí en adelante se dio un aumento considerable que lo ubicó en el 20,5% hacia el 2005. Posteriormente, hubo una leve disminución en el 2010 que lo posicionó en el 19,5%. Desde el 2015 se presentó una baja muy importante al 17,4%”, aseguró.


El profesional agregó que este indicador se mide cada cinco años y que dadas las tendencias actuales, “pensamos que hay una buena estructura en este decrecimiento, por lo cual consideramos que debería continuar la tendencia a la baja o al menos estabilizarse”.


Según Vargas, “los factores que aumentan el riesgo de embarazo precoz son estar por fuera del sistema escolar, ser hija de una persona con baja escolaridad y que haya concebido en su adolescencia”.


Sin embargo, esta disminución se logró porque se cambió el discurso. Como lo relató el vocero de Profamilia, “antes los adultos iban a los colegios y daban una especie de conferencia en la que asustaban a los jóvenes para que no tuvieran relaciones sexuales. Actualmente, se respetan los derechos sexuales y les damos los contenidos a los mismos adolescentes para que ellos sean los que los compartan con sus compañeros”.

Lea más sobre: ¿Qué pasa con los derechos de los niños después de los cinco años? 


Frente a este asunto, Manuel Manrique Castro, ex representante de Unicef para Colombia y Venezuela, afirmó que “aún está elevado el embarazo en adolescentes y sabemos perfectamente cuáles son las consecuencias que esto trae para la familia, porque profundiza la situación de dificultades económicas para poder salir adelante, impide que la joven se forme, imposibilita el desempeño laboral en mejores condiciones porque tiene que cuidar el niño o encargárselo a los seres queridos; todas esas problemáticas sociales que trae un embarazo, cuando estas personas todavía no están preparadas para asumir adecuadamente esa función”.


Además de esto, el experto en infancia y adolescencia aseguró que otro asunto es cuando los padres adolescentes se desentienden por completo de sus obligaciones y la situación solo es afrontada por las niñas con escaso apoyo de su pareja.


Con respecto al asunto del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, el doctor Vargas afirmó que “la gran mayoría, cuando se les pregunta si conocen el VIH, dicen que sí lo conocen, pero cuando se les pregunta más en profundidad, vemos que es muy poco el conocimiento. Frente a esto solo un 30% o 40% de personas tienen un conocimiento real del tema”.  


A lo anterior, agregó que si bien hay un mejor manejo de los herramientas de aprendizaje y de los métodos anticonceptivos, “la educación para la sexualidad sigue siendo deficiente, porque los temas que se centran en anatomía y fisiología del aparato genital tienen una participación entre el 70% y el 80%; por lo cual es puramente biológica. En cambio, otros contenidos como la afectividad y la comunicación tienen una incidencia del 40%”.

 

El derecho a la educación está sorteando las amenazas


El Ministerio de Educación Nacional destacó en su informe de gestión del 2016 que la cobertura del ciclo de secundaria llegó a un nivel de 100,48%, mientras que la educación media obtuvo un escala del 79,5%.


"Vamos mejorando y por el camino adecuado. El país ya tiene una senda de crecimiento importante en la que, por supuesto, aún tenemos retos y seguiremos trabajando en ellos para lograr la meta de hacer de Colombia el país mejor educado de América Latina en el año 2025”, argumentó la ministra de Educación, Yaneth Giha.


Sobre estas cifras, Manrique Castro sostuvo que habría que revisar la situación en las subregiones, ya que el enfoque está en lo urbano pero es menor la cobertura en las zonas rurales. Según él, hay que llevar estas condiciones a estos entornos alejados y lograr que el universo de oportunidades  con el que cuentan los adolescentes en la ciudad sea igual para cualquiera que viva en una vereda o municipio periférico. También señaló que deben atacarse las condiciones propias de esas localidades que impulsan a los adolescentes a abandonar la escuela.


A la par, Gabriel Darío Medina Ríos, profesor y rector de la Institución Educativa Pedro Estrada de Itagüí, resaltó la importancia de que la educación abarque un componente aspiracional. “Si los elementos educativos no están enfocados en generar proyectos de vida y encontrar lo que ellos quieren en el mundo laboral, el alumno no encontrará sentido a la escuela”.


Este profesional de la docencia agregó que los obstáculos que más dificultan el goce del derecho a la educación de los adolescente son los de convivencia, el consumo de sustancias psicoativas, embarazos tempranos; los cuales a su juicio llevan a que los jóvenes abandonen la educación.


Para Manrique Castro, el principal desafío que enfrenta la educación para los adolescentes es que “los estudiantes de las instituciones educativas no están motivados, no tienen el deseo ni la chispa que los impulse a hacer algo más allá de las cosas sencillas. Muchas veces no aspiran a tener una moto y a conseguir un trabajo; no buscan algo significativo y esto los hace presa de la ilegalidad y a pertenecer a bandas del microtráfico”.


“La brecha que hay entre los ciclos educativos podría tener que ver con esa salida del sistema y el reclutamiento de la ilegalidad. Allí se ha ido toda la atención de las autoridades. No obstante, en lugar de eso deberían centrarse en que los índices de “repitencia, deserción y la finalización del ciclo educativo sean cada vez mejores y que esta formación los estimule a algo, que no sea autoritaria, seca, poco motivante y repetitiva”, argumentó.


Frente a esto, el profesor Medina apuntó a que “la escuela debe presentar posibilidades, alternativas y estrategias que le permitan al muchacho no ser vulnerable a todo lo que no le deja desarrollar un proyecto de vida. En nuestra institución tenemos campañas enfocadas en la convivencia, en la lucha contra la violencia para que podamos construir un entorno de tolerancia.  Una de ellas consistió en que un día todos fueron con las camisetas de sus equipos e hicimos un ejercicio de respeto y resaltamos la importancia de cuidar la vida”.  


Para este pedagogo, la falta de convivencia  hace que haya deserciones porque los adolescentes sienten temor.


Además, el docente y directivo apuntó a su comentario que “con todas estas estrategias buscamos que los estudiantes entiendan que un ‘no’ también es una respuesta acertada. Esta respuesta nos puede alejar de riesgos y mitigar problemáticas como el consumo de drogas, el embarazo y el abuso sexual en las familias.


A la par, Medina indicó que la labor de educar en valores parte de la corresponsabilidad de la escuela, familia y Estado.


En cuanto a los objetivos a futuro frente al papel de la escuela en la construcción de adolescentes con derechos y conocimiento, este académico aseguró que “se debe pensar que la escuela tiene que brindar cada vez más oportunidades y  ser más flexible. Es decir, el uso de las nuevas tecnologías y prácticas deben posibilitar que la escuela deje de ser pensada como esas cuatro paredes en las que el estudiante aprende. Esta labor está llamada a  globalizarse  y a permitir que los jóvenes interactúen desde cualquier lugar, incluso desde sus hogares. Con esto estamos democratizando la educación y damos más oportunidades;  ya que abrimos el aprendizaje y así dejará de cerrarse exclusivamente a las aulas”.

La participación de la juventud sigue en construcción


Con respecto a la participación juvenil, Colombia creó la Ley 1622 que buscó brindar espacios a los adolescentes en las decisiones, vigilancia, sugerencias e interlocución con las grandes instituciones y los temas pertinentes de carácter local, municipal y nacional. Esa iniciativa fue reglamentada y mejorada por la Ley de Consejos de la Juventud, con los cuales se buscaba reglamentar y dinamizar la participación en los consejos municipales, departamentales y el nacional de la Juventud.


Frente a estas políticas públicas que buscan dar voz y espacio a los adolescentes, Manrique  Castro señaló que “esta tarea debe seguirse haciendo. El reto es reconocer la eficacia que tienen para captar la imaginación de los jóvenes, encontrar territorios en los que los valoren y los hagan parte de las decisiones políticas. Además, la invitación es a que los hagan partícipes del debate de los grandes problemas nacionales. Las administraciones han apostado a esta población y se han esforzado para crear las políticas que apoyen la acción política de ellos”.

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Lo más leído

1
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
2
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
3
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
4
Palabra & Obra /

Ciencia y humanismo en Leonardo da Vinci

Por qué Leonardo da Vinci es un hito de la humanidad en las artes, las ciencias naturales, el humanismo y...
5
Cazamentiras /

Nicolás Maduro, ¿colombiano?

Recientemente, usuarios en las redes sociales reavivaron la polémica en torno a la nacionalidad del...
6
Literatura /

¿Qué es un clásico de la literatura?

Para muchos teóricos, la noción podría ampliarse, siempre y cuando se respeten ciertos lineamientos.