Desde hacía 20 años un equipo colombiano no remontaba un partido como visitante en Copa Libertadores que perdía a la altura del minuto 72, tiempo en el que Marlon Piedrahíta descontó ante Melgar. 

El dato es de MisterChip, el gurú de la estadística futbolera en Twitter, y no es un dato menor, porque tener revulsivos y capacidad de reacción en un juego internacional es tan escaso que el equipo que tenga nociones en estos dos aspectos se vuelve un hueso duro de roer y generalmente acaba llegando lejos.

Y no es que el DIM ya tenga muy clara su presencia en segunda ronda, pero el triunfo de River Plate ante Emelec y, sobre todo, la buena victoria conseguida ante Melgar, invitan a pensar que las perspectivas en Copa Libertadores se tornan positivas cuando menos. Además, el rendimiento del equipo parece estar en una curva de rendimiento ascendente.
Claro, la dura prueba que solventó en Arequipa es apenas una porción de todo lo que tendrá superar si quiere llegar lejos en el torneo continental. Queda mucho por mejorar, y es que errores como los que cometió en el gol de Melgar y en los de River Plate, le cuesta caro en Copa a cualquier equipo por muy bien que juegue.

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Pero hay síntomas alentadores; no fue sólo la remontada ante Melgar, también la grata victoria ante Tolima, con jugadores alternos pero llevando a cabo una idea de juego que Luis Zubeldía empieza a consolidar. Y cuando el grupo empieza a entender el lenguaje de su técnico el cambio de piezas no altera el sistema. Y eso sí que es necesario para Medellín por su angosta nómina y limitadas variantes, algo por lo que el mismo Zubeldía se quejó hace unos días pero que, dando una estimulante muestra de profesionalismo, ha intentado resolver a punta de trabajo. Trabajo que seguro tendrá mejores réditos en la cancha con los aportes de Juanfer Quintero, Valentín Viola y Leo Castro. 

La pelea sigue; River está un paso adelante de todos pero es Emelec el rival directo por el cupo. El Rojo es segundo con seis puntos, tres más que Emelec, al que recibe en dos semanas. Por ahora, ese DIM reactivo de las últimas semanas promete.