Así es: el Country Club Ejecutivos de Medellín será el lugar donde Colombia enfrente su próxima serie por Copa Davis entre el 7 y el 9 de abril ante un rival que saldrá entre Chile y República Dominicana, para acceder al repechaje de ascenso al Grupo Mundial en el histórico torneo de selecciones.
Aunque la noticia llegó de una forma un tanto sorpresiva, desde la Liga Antioqueña de Tenis esperaban la decisión de la Federación Colombiana para ponerse a trabajar inmediatamente. “El año pasado el Country Club nos manifestó su intención de organizar un evento grande y vimos la oportunidad de aplicar como posible sede para la Davis. Y desde octubre hemos hecho planeación a mediano plazo para ponernos a trabajar en la organización de un evento de estas dimensiones”, afirma Héctor Monroy, director ejecutivo de la Liga.
Para la elección de la capital antioqueña, fue fundamental la posición de los jugadores del equipo colombiano, que consideraron que la altitud y clima de Medellín son  favorables para el desempeño deportivo. Además, avalaron las canchas y el escenario en plenitud.
“También pesó mucho en la decisión el compromiso de Indeportes Antioquia y el Inder Medellín para brindar el apoyo económico en lo que requiera la organización del evento. Ese apoyo de las instituciones es definitivo”, expresa Monroy, quien se siente confiado de poder llevar a cabo una serie de Copa Davis exitosa, pues aunque pasaron 26 años desde la última realización en Medellín de este certamen, en los últimos años, la ciudad ha dejado buena huella con varios torneos de talla internacional, que permiten prever que esta vez se estará a la altura del compromiso.
“Hemos hecho cuatro eventos de la FedCup (el equivalente femenino de la Davis). Además de campeonatos sudamericanos juveniles. Todos, con muy buenas calificaciones por parte de la Federación Internacional de Tenis”, cuenta el directivo antioqueño.
El honor de recibir la Davis en Medellín es inmenso, pero también lo son las responsabilidades; queda la tarea en estos tres meses previos de superar las experiencias de Bogotá, Cali, Cúcuta y Pereira. Algo difícil pues las dos últimas ciudades mencionadas, cuentan con la ventaja de tener estadios de tenis. “Nosotros tendremos que adecuar tribunas, porque no contamos con los escenarios que tienen ellos. Pero el campo de juego es excelente y además tenemos la ventaja de que en Antioquia al público le gusta ver tenis. Entonces seguramente esa tribuna que acondicionemos estará a reventar”, expone Monroy, quien afirma que “de las otras ciudades hemos aprendido que es clave el apoyo de las instituciones públicas. Con ese respaldo, seguramente nosotros lo haremos mucho mejor que en otras series”.
Será pues, la cuarta vez que la ciudad reciba una serie de Copa Davis; en 1973 fue la primera vez, ante Jamaica. Posteriormente vendrían las llaves ante Chile en 1987 y 1991 ante Uruguay.
Muchas cosas han cambiado en el panorama del tenis departamental desde esa última vez. “Hace 26 años, los asistentes a esos juegos fueron, casi de forma exclusiva, los socios de los clubes y los afiliados a la Liga. Hoy el panorama es muy diferente. Hemos logrado desmitificar el concepto que se tenía sobre el tenis y lo hemos sacado de los clubes. Y eso se verá reflejado en las tribunas, que estarán en gran porcentaje ocupadas por niños de las Escuelas Populares del Deporte y los niños de los quince municipios en los cuales tenemos presencia”, señala el director ejecutivo Héctor Monroy, quien, sin titubeos, resalta que el gran legado de la serie por Copa Davis que se aproxima será el ambiente y la sensiblización de la población joven hacia el tenis. Una motivación que seguramente impactará y ayudará a los programas de masificación de este deporte en el departamento, que en 2017 esperan ampliar la cobertura y formación de jovenes tenistas a lo largo de la geografía antioqueña y seguir cosechando talentos con la raqueta.