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Los aficionados Verdolagas partieron desde antes del mediodía del Obelisco rumbo al aeropuerto José María Córdova. |
Fieles al rito, los hinchas de Nacional llegaron puntuales al Centro Comercial Obelisco, para salir juntos, como una amalgama de color y alegría, a despedir a los hombres que materializaron todos los sueños Verdolagas este año, y que partirán mañana rumbo a Japón por una bella quimera: ser campeones del mundo.
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El destino fue el aeropuerto José María Córdova, lugar donde se congregaron los cánticos y pregones, mezcla de gratitud y anhelos.
Los jugadores y el cuerpo técnico se mostraron felices con la despedida y seguramente viajarán a al continente asiático con la energía renovada. En la lejanía estarán acompañados por cientos de aficionados que recorrerán miles de kilómetros para seguirle los pasos al equipo.
En Medellín y todo Colombia se quedarán millones de Verdolagas apoyando a la distancia. Para muchos será su segunda experiencia, luego la inolvidable Intercontinental en 1989 ante Milan. Pero para los menores de 30 años o un poco más, será su primera experiencia vívida. “Me acuerdo y me da escalofríos. Yo tenía 14 años y le dije a mi papá que me levantara temprano, pero a las 3:00 a.m. me levanté yo solito de la ansiedad tan berraca”, dice Fabio Molina, quien asistió a la despedida con sus dos hijos de 10 y 12 años. “Muy emocionante volver a vivir otra final del mundo y que también les toque a ellos (sus hijos). Dios quiera que el 20 o 21 de diciembre volvamos al aeropuerto a recibir al equipo con la copa en la mano... como campeones del mundo”, dice Fabio agarrándose la cabeza al imaginar el mismo sueño de todos los hinchas Verdes.