Palabra y obra

Pedro Nel Gómez, the exercise of looking
Pedro Nel Gómez, el ejercicio de la mirada
27 de Noviembre de 2015


El próximo miércoles 2 de diciembre, la Casa Museo Pedro Nel Gómez hará apertura al público de su exposición Casa Museo Pedro Nel Gómez, 40 años, vigencia de un legado, y proyectará, a partir de las 5:30 p.m.


Lucrecia Piedrahíta Orrego


Curadora de Arte


La característica del arte en Antioquia, a principios del siglo XX, era el apego a las narrativas de la pintura representativa nacional. El tránsito de la pintura en los años 40 y 50 fue modelada por dos grupos: Eladistas y Pedronelistas. Ambas posturas representaban las formas de expresión artística de la década: una continuidad con la pintura que habla el idioma de la descripción, y otra postura que implica el rechazo al realismo escueto, a la pretendida exacta reproducción del parecido.


Pedro Nel Gómez es un elemento diferenciador dentro del devenir del arte en Antioquia. Ingeniero, pintor, escultor y urbanista. Buscó Florencia, la ciudad italiana de Lorenzo El Magnífico, con el interés de acercarse a los grandes maestros del arte y conocer los postulados de la Academia Neoplatónica, circuito intelectual al que pertenecieron los hombres más refinados de la Florencia renacentista: Lorenzo El Magnífico, Marsilio Ficino, Pico della Mirandola, Agnolo Poliziano y maestros como Alberti, Botticelli, Miguel Ángel Buonarrotti y otros. 


El Renacimiento buscó el contacto directo con la naturaleza razonada y controlada por el hombre. Estar en unión con ella significaba un remedio contra la melancolía. Así, el pintor antioqueño Pedro Nel Gómez encontró la filosofía neoplatónica en obras como La primavera de Botticelli, y en edificios que enseñaban los principios arquitectónicos sobre los que había teorizado Alberti: proporción armónica, impresión de fuerza, de calma y gravidez, simplicidad en la decoración y una clara identificación de los elementos clásicos.


Pedro Nel Gómez  pinta para ver el atardecer, la ciudad... unos ojos azules. Los días son leídos por su retina, registrados en su memoria visual. Para el artista la pintura es su sistema proyectual y el vínculo con la familia, con la tierra, con el espacio vacío, ella le sirve de albergue. Es la casa de infancia y de todos los tiempos. 


Autorretrato (1941) es un óleo sobre lienzo de 69.5 x 59 centímetros, en el que el artista reflexiona sobre la soledad en el espacio de lo privado, de lo reservado y por la representación del cuerpo en el arte. En esta creación se evidencia el testamento artístico y espiritual de Pedro Nel Gómez, un manifiesto de sus convencimientos y de la finalidad de su poética. El retrato en el artista es su autobiografía. 


El espacio de la pintura en Pedro Nel Gómez es el contenedor de la totalidad de los objetos del afecto, de su cuerpo material e inmaterial. Es el reflejo de las sensaciones internas: a veces delata, otras esconde. En las expresiones del cuerpo hay una representación proyectiva de su historia, de sus duelos silenciosos, de la incertidumbre que lo marca. El Autorretrato trabajado a manera de un largo plano fijo permite recomponer la imagen misma y comprender mejor el tiempo contenido en el cuerpo. 


Para referenciar esta obra del maestro Pedro Nel Gómez es necesario remitirse a la autografía que alude a la concepción individual artística y de identidad entre arte-lenguaje-expresión. La autografía atestigua el uso de la firma. La firma como condición “sine qua non” de valor.


Como dice Carlo Ragghianti, fundador de los Estudios en Museología y Museografía en Florencia: “La firma es una norma estética y una ley moral del hacer artístico. El autógrafo no consiente dudas, equívocos o arbitrios al espectador”. Y esto es lo que se lee en el autorretrato del artista. Esta obra es su firma. Observamos un hombre de sombrero y ruana, desprovisto de espacios que lo limiten y dispuesto sobre un fondo intenso de rojo veneciano, su mirada recia da cuenta de su carácter. En este autorretrato, el artista proyecta su personalidad y refleja sentimientos que se renuevan cada vez que nos paramos frente a la obra, en donde la síntesis del encuadre, como primera operación de sentido, es un factor integral que tensa la composición y hace mover el ojo/cámara dentro del plano evidentemente plástico.


Un autorretrato se entiende como el interés autobiográfico, una confesión del artista que se expone al público. Pedro Nel Gómez distinguió la necesidad de instaurar una cultura pública, el urbanista, el arquitecto, el pintor, el retratista asumió un compromiso con la historia a través de la temporalidad pictórica y la personalidad precisa de un pensamiento creativo.