|
Muchos nunca han probado de las mieles del sistema económico y sufren en un mundo de desesperanza permanente en el que sospechan que sus hijos y sus nietos quizás nunca disfrutarán de un trabajo digno, bien remunerado, estable y de una vivienda cómoda.
En efecto, un reciente estudio del Banco Mundial llama a los individuos que persisten en la pobreza como pobres crónicos. La investigación afirma que 1 de cada 3 colombianos pobres vive en la pobreza crónica mientras que el promedio de América Latina se sitúa en 1 de cada 5. Así Colombia tiene peores niveles de pobreza crónica excepto que: Nicaragua, Honduras y Guatemala; los tres mejores son: Uruguay, Argentina y Chile.
La ventaja en Colombia es que quienes salen de la pobreza pocas veces regresan a esta, pero lo difícil es abandonarla. En cambio, es fácil reincidir en la pobreza en: Paraguay, Bolivia, El Salvador, Nicaragua u Honduras. Esto se refleja en los grados de indigencia por países. Mientras en Colombia 1 de cada 10 personas está en la indigencia en Paraguay es 1 de cada 5 y en Honduras es casi 1 de cada 2, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La dificultad es que dentro de Colombia son muchas las disparidades y diferencias en términos de pobreza y oportunidades. Mientras en Chocó 63 de cada 100 personas es pobre, en Antioquia 25 de cada 100 está en esta condición. Igual sucede con la distribución del ingreso: en Chocó se concentra la mayor inequidad en la asignación de los recursos. También son críticos los casos de Cauca, La Guajira, Córdoba y Magdalena, donde más de la mitad de la población es pobre.
Para nuestra fortuna, después de 2000 y luego de estar estancado,el ingreso promedio de la población ha vuelto a crecer. Este nuevo auge, liderado por el incremento en el precio de las materias primas y la explotación de recursos naturales —que ya finaliza—, ha permitido reducir la desigualdad en el país, que aunque sigue alta y al nivel de Angola o Haití, empieza a ceder. Esto también gracias a la creación,entre 2000 y 2011, de 18 programas nuevos para combatir la pobreza.
Asimismo, el país ha comenzado a reflexionar sobre la repartición de la riqueza y ha intentado quelas reformas tributarias así lo manifiesten. Aunque falta un largo recorrido para hacer de Colombia un país equitativo, el proyecto apenas comienza y todavía va lento, la búsqueda de más y mejores oportunidades para los desfavorecidos es el inicio correcto. Solo espero que empecemos a combatir con más vigor la pobreza crónica.
* Profesor, Departamento de Economía
Universidad de Antioquia