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Escribió Víctor Sánchez Montenegro, en Suplemento Literario de La República, con fecha 26 de marzo de 1955 (La sangre en la Biblia): “Desde principios de los tempos, Yavé impuso el respeto al hombre, porque fue hecho a su imagen y semejanza. Puso en él soplo divino y estuvo destinado a la inmortalidad bajo las condiciones de la fruta prohibida. La envidia fue el primer pecado cometido por el hombre, en la aurora de la creación y Caín lloraba de rabia al ver que los sacrificios y oraciones de su hermano, por ser puras, eran las preferidas del Creador. El rencoroso andaba cabizbajo porque no brava bien, ya que el mal lo hacía inclinar y le ponía torva la mirada, porque en los gestos comunes se denuncia siempre la psiquis. Condujo al campo al noble hermano y lo mató. Y así se derramó la primera sangre humana en el mismo Paraíso, cuya tierra se empurpuró para siempre, como símbolo de la discordia y de la guerra. Y Yavé puso una señal en el fratricidio para que fuese conocido de todos y se le impusiese la pena de la vida, ya que era indigno de la muerte”.
Y José Guerra en su Glosario Dominical del 31 de Julio de 1949, (en Suplemento de El Colombiano), nos dejó saber: “Ediciones Espiral” tiene la intención de publicar una antología de la moderna poesía colombiana. En la selección o representación de Antioquia, figuraron, según recomendación de Guerra, por dignas figuras: Hernando Rivera Jaramillo, Carlos Castro Saavedra, Jorge y Mario Montoya Toro, Darío Restrepo, Francisco Javier Zuluaga, Alberto Gil Sánchez, Saúl Aguirre, Eduardo Correa, Jesús Rodríguez. La antología - dijo -, tiene una significación capital, como que va a rescatar del torrente versístico actual, o mejor, va a mostrarnos el oro del mayor número de quilates de la más reciente poesía. Y Antioquia no puede hacer, en tal antología, un papelón”.
Y en páginas y citas bien diferentes, el temario de estos días, se va a situaciones que jamás tuvieron que presentarse. “La personas elegidas - reza la prensa nacional-, para conformar la delegación de víctimas están cara a cara con los representantes del Gobierno y las Farc y pondrán sobre la mesa, asuntos como: el futuro de los miles de personas que se vieron involucradas en una guerra que solo deja desolación, dolor, lágrimas y las pérdidas que origina la ausencia de la justicia. El punto quinto de la agenda, está entre los más difíciles y si se logra el acuerdo, será el gran paso para la firma del acuerdo.
Dizque los “hechos victimizantes” (horrorosos ellos) han sido: 1, secuestros, 2, masacres, 3, homicidios, 4, torturas, 5, despojos, 6, desplazamientos forzados, 7 desapariciones, 8, ejecuciones extrajudiciales y 9, violencia de género.
¡Cómo nos cambia la vida! Quiérase que los buenos hados estén del lado de los expertos comisionados y aborden con éxito estos temas, y los compatriotas tengamos el feliz respiro para un porvenir tranquilo, progresivo y en paz.
Que fuerzas divinas y humanas, cubran de buena voluntad a las partes…y pronto, por montes, senderos lejanos o próximos, con el corazón en alto, podamos levantar los puños, con inusitada energía y gritar:¡Viva Colombia!, y el encanto del tranquilo vivir y soñar y trabajar.