Columnistas

La facultad de Derecho y su revista
Autor: Alvaro T. López
11 de Diciembre de 2012


Es inútil escribir la historia de las instituciones sin investigar yendo más allá de lo que pudiera decirse desde el sesgo de la estrechez mental de los que aspiraron a insertarse en un universo que no les pertenecía.

Es inútil escribir la historia de las instituciones sin investigar yendo más allá de lo que pudiera decirse desde el sesgo de la estrechez mental de los que aspiraron a insertarse en un universo que no les pertenecía. La antigua Escuela de Derecho de la Universidad de Antioquia nace en medio del caos político que caracteriza la época pos independentista de nuestra nación. Se nota el proceso de formación y la lucha intestina por el poder entre los que forjaron la República y los detractores de siempre, los traidores que escupen el nombre de quienes les permitieron aparecer, ascender y crecer. Ha cesado la ignominia y los héroes ocupan su lugar. Las creaciones, con sus circunstancias, trascienden las limitaciones terrenales y se ubican gloriosas en el tiempo.


Hace 185 años, los hará el 12 de diciembre, don Simón Bolívar, nuestro Libertador, seguramente convencido de lo que hacía, erige por decreto con su firma, nuestra venerada Escuela de Derecho, fecunda en genialidades jurídicas, económicas y literarias, y continente por excelencia del debate de las ideas políticas, de lo cual es prueba la génesis de nuevos centros para la enseñanza del Derecho, desde los cuales nacen varias de las más importantes universidades de Antioquia, durante el siglo pasado. La hoy Facultad de Derecho cuenta con la certeza de su edad, lo que no puede decirse de la Universidad misma, a la que le han hecho una historia a la medida de intereses de curiosos personajes que no se detienen ante nada si vislumbran una oportunidad de figuración.


Pero no es el hito republicano lo que la vuelve importante, sino lo mucho que ha tenido que ver con el aparecimiento y desarrollo de instituciones y teorías jurídicas en Colombia. Tenemos un Presidente de la República, pero pudieron ser más, si vemos la trayectoria de hombres como Rafael Uribe Uribe, quien fue su profesor, Gilberto Alzate Avendaño, Hernando Agudelo Villa, José Ignacio Vives Echeverría o Carlos Gaviria Díaz. Además se puede decir que desde la Facultad, en el decenio de los setenta, se reinventó el estudio del Derecho con métodos modernísimos, desconocidos en Colombia y acordes con las tendencias mundiales de dotar a las naciones de ordenamientos humanizados, con claros propósitos garantistas.


Y, a 85 años de su fundación, hace cien, aparece la revista que circula por el mundo llevando la voz de la Facultad: Estudios de Derecho. Ilustres nombres llegan a la mente cuando se piensa en la revista, que son los de los fundadores Fernando Vélez y Francisco de Paula Pérez, y los que la revivieron y mantuvieron, como Ricardo Uribe Escobar, Lázaro Tobón, Luis Eduardo Mesa Velásquez, Julio Arias Roldán, entre otros. Mención especial y ovación de pie, merece la memoria del doctor Benigno Mantilla, el legendario profesor de Filosofía del Derecho, quien durante más de 50 años dirigió la publicación, sirviéndole como lo haría un buen padre de familia. Ahora está en buenas manos. Ojalá sean muchos los años y los logros de la Facultad y su revista.