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El peruano Duilio Berreta (1) y el colombiano Nicolás Barrientos (5) no defraudaron con su partido de ayer en los cuartos de final (6-7, 6-2, 3-6), los que defraudaron fueron los tenis de Barrientos, que en pleno partido se dañaron, se rajaron por la mitad y lo dejaron en la inopia.
Cuando ambos empataban 4-4 en el primer set Barrientos empezó a quejarse de su calzado y a hacer gestos de no sentirse cómodo. Tras cada punto, el rubio de pelo ensortijado aumentaba sus quejas y lamentos y tras cada jugada el roto se hizo más amplio y visible.
“Se me están dañando los tenis hermano, mirá. Cómo hago para jugar así”, le decía el colombiano a uno de sus amigos que lo apoyaba desde la tribuna.
El primer set continuó. Barrientos celebraba cada uno de sus puntos y con preocupación miraba constantemente el estado de sus tenis, los cuales compró hace cinco días.
“No traje otro par. Solo vine con estos, porque estaba estrenando. Quién se iba a imaginar que saldrían tan malos”, comentó el bogotano.
Cuando se terminó el primer episodio Nicolás no aguantó más. Hizo una pausa, una rápida evaluación de sus zapatos, que a esa altura ya parecían alpargatas y dio su dictamen: pérdida total.
Ante esta eventualidad sus amigos se movilizaron. Unos salieron en busca de un par de tenis por cuanto rincón había en la liga antioqueña de este deporte y otros se quitaron los suyos, para prestárselos a su compañero que no podía perder el paso a la semifinal por esta desgracia.
Por las gradas de la cancha central desfilaron tenis de amigos y desconocidos. De mano en mano fueron pasando hasta llegar donde Barrientos, quien se midió por lo menos cinco pares, los de Jonathan Brand, los de Juan José Arango, entre otros.
“Unos diez y medio, unos diez y medio por favor”, pedía el damnificado, mientras devolvía los de talla pequeña o los que le quedaban grandes.
Del almacén de productos deportivos que hay en la liga llegó la solución. Claudia Cardona, quien trabaja allí, fue donde su esposo Humberto Estrada y le pidió prestado sus tenis talla once. Cardona regresó con ellos y para no preocupar al hombre de pies descalzos, le mandó a decir que jugara tranquilo, que eran once, pero que el tallaje había salido pequeño. “No se preocupe que esos le sirven” gritó la señora.
Barrientos volvió al terreno de juego y perdió el segundo episodio (6-2). Para el tercero cambió su camisa de color rojo por una gris, ajustó los cordones de sus zapatos y salió a devorarse a su oponente, sobre el que se impuso 6-3.
Al terminar el partido el capitalino celebró su paso a la semifinal. Preguntó por el dueño de los tenis y si debía devolverlos inmediatamente.
“Se los presto por esta semana. Hasta que juegue la final. Si es campeón, que se quede con ellos, sino, que los limpie y los devuelva”, dijo entre risas Claudia Cardona.
Michael Quintero fue el segundo colombiano que se clasificó a la semifinal de este certamen, al vencer al estadounidense Gregory Ouellette con marcador de 6-4, 6-2. El bogotano Juan Sebastián Gómez sucumbió contra el chileno Guillermo Rivera 2-6, 6-1, 7-6 (6) y el mexicano César Ramírez venció a Christopher Racz (USA) 6-4, 6-3. Las semifinales se disputarán hoy de la siguiente forma: Nicolás Barrientos-César Ramírez y Michael Quintero-Guillermo Rivera. Dichos compromisos se podrán apreciar gratuitamente en la Liga Antioqueña de Tenis desde las 11:00 a.m.