Columnistas

Olímpicos tras bambalinas
Autor: Mario Arango Marín
18 de Agosto de 2012


Reconocidos por una excelente organización, no menos que por sus rutilantes ceremonias de inauguración y clausura, en los Juegos Olímpicos de Londres se desplegó, tras bambalinas, un abominable discurso antichino.

Reconocidos por una excelente organización, no menos que por sus rutilantes ceremonias de inauguración y clausura, en los Juegos Olímpicos de Londres se desplegó, tras bambalinas, un abominable discurso antichino. Luego de la conquista de una presea, los medios occidentales calificaron a los subcampeones como “enredadores, engaños a la naturaleza, robots”. Según Manlio Dinuci, el  «Daily Mirror» habló de “atletas genéticamente modificados” y de “brutales fábricas de entrenamiento”, donde los atletas chinos son “fabricados como autómatas” mediante técnicas “al límite de la tortura”. Instantes después de la victoria de la nadadora Ye Shiwen, la BBC ya insinuaba contra ella la sospecha de dopaje. El diario «Sole-24 Ore», los describió como “la misma obstinación, la misma concentración militar, parecidos como fotocopias, máquinas sin sonrisa, autómatas sin heroísmo”.


En medio de ese apartheid, los medios televisivos de Estados Unidos repetían que en la nueva Catay de Marco Polo se “producen niños como tornillos” y que “antes que resolver su hambre y pobreza deben aceptar la disciplina y el deporte”. La nostalgia inglesa por los buenos tiempos del siglo XIX sigue recordando a los chinos como “pacientes, pero perezosos y deshonestos”, aunque olvida que el imperio británico inundó a China de opio, la desangró, la esclavizó. Cuando se liberó, en 1949, la República de Mao, al no recibir el reconocimiento de EEUU y sus aliados, se vio de hecho excluida de los Juegos Olímpicos, en los que no pudo participar hasta 1984. A partir de entonces, sus éxitos deportivos fueron en aumento, tanto como lo viene siendo el desafío al predominio estadounidense. Este es el inequívoco origen de la hostilidad.


La forma cómo se hace un medallista olímpico en Occidente no dista mucho de lo que le critican hoy a China. El refugio temeroso en las piscinas de Michael Phelps para no oír las discusiones paternas es muy significativo. Los Juegos Olímpicos son un gran negocio y un instrumento de control social. El espíritu amateur reinó hasta Melbourne-1956. Desde entonces, el lema “mente sana en cuerpo sano”, mutó a “más rápido, más fuerte, más alto”. El desarrollo del perfeccionamiento deportivo abandonó la popularización del ejercicio físico para todos. El dopaje con sustancias más difíciles de detectar como la somatotropa, la nandrolona y la eritropoyetina, se propagó. Se universalizó la comida rápida. Las ganancias de Adidas, Puma y Nike se tornaron astronómicas. En Londres, Visa fue el único método de pago disponible para conseguir las entradas.