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Según el BID, la brecha entre las habilidades que adquieren en la escuela y aquellas que demandan los empleadores no solo son cognitivas o académicas sino también de índole social. La cortesía, el compromiso, la puntualidad y el trabajo en equipo son destrezas ampliamente solicitadas por los empleadores. |
En relación a los estándares internacionales de educación, competencias laborales y acceso a las Tecnologías de la Información (TICs), tanto Colombia como el resto de Latinoamérica se encuentran rezagados. Situación que se traduce en condiciones desfavorables para las empresas locales a la hora de competir a escala global, según explica el Foro Económico Mundial (FEM) en su Reporte Global en Tecnología de la Información.
El informe destaca las marcadas diferencias entre Asia y Latinoamérica. Mientras que en Corea del Sur cerca del 104% de la población cuenta con un título de educación superior, en Colombia esa cifra no llega al 40%. De forma similar, mientras que casi la totalidad de los surcoreanos tienen acceso a la Internet desde sus hogares, menos de uno de cada cinco colombianos cuentan con tal servicio.
A la larga, dichas discrepancias se ven reflejadas en la ampliación de la brecha en el desarrollo económico de uno y otro país. Por ejemplo, en 1980 la producción doméstica de Colombia era si acaso un 40% menor a la de Corea del Sur (46.382 millones de dólares vs. 64.385). En contraste, poco más de 30 años después, el Producto Interno Bruto (PIB) de los surcoreanos se aproxima al 1,13 billón de dólares mientras que los colombianos solo producimos US$307.845 millones.
Lo cierto es que aunque Colombia y la mayor parte de nuestros países vecinos han alcanzado cubrimientos del prácticamente el 100% en educación secundaria y alfabetismo en adultos, 96,36% y 93,24% en el caso de Colombia según datos del FEM, “la cantidad no ha sido acompañada de calidad”.
Y es que de acuerdo con el reciente libro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “el joven latinoamericano promedio no cuenta con las capacidades mínimas para resolver problemas básicos de la vida real”.
“Entre los jóvenes latinoamericanos de 15 años evaluados en Pisa (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), casi el 50% no alcanzó el nivel mínimo en lectura y el 65% no aprobó matemáticas”, señala la publicación del BID.
El ganador del Premio Pulitzer, Andrés Oppenheimer, opina que entre "las muchas razones por las que los países latinoamericanos se encuentran rezagados en TICs y rankings de habilidades se destaca la poca participación de la familia en la educación de los hijos, años escolares más cortos (243 días en Japón vs. 180 en Latinoamérica), y la pesada concentración de historia y humanidades en lugar de ciencia y matemáticas". Por otra parte, si bien Oppenheimer resalta la importancia de que los gobiernos latinoamericanos sean concientes de la importancia de crear una mayor "conexión entre el sistema educativo y las necesidades del mundo empresarial", los empresarios también pueden hacer su parte actuando de forma más activa en el sistema educativo, como es el caso del grupo civil pro-educación de Brasil Todos Pela Educacao, agrega.