Antioquia

Former road to the sea, a trail with a toll
Antigua Vía al Mar, en pésimas condiciones
Autor: Guillermo Benavidez
20 de Enero de 2012


Por esta vía alterna al Túnel de Occidente deberían circular los camiones cisterna con combustibles y otras sustancias potencialmente peligrosas que, en caso de producirse un accidente dentro del conducto, causarían una tragedia.

Foto: Alexander Augusto Hoyos 

Para reconstruir la antigua carretera al golfo de Urabá se requieren cerca de $100.000 millones.

“Yo creo que esta es la única trocha en Colombia donde se cobra peaje”. El comentario es de Fredy Alonso Álvarez Muñoz, un taxista que desde hace 20 años vive en la vereda Urquitá, de Palmitas, corregimiento de Medellín.


Para ir hasta la capital antioqueña, Fredy cancela $6.600 en el peaje Ebéjico, sube ocho kilómetros hasta el Alto de Boquerón y luego desciende hasta el corregimiento San Cristóbal, no sin antes sortear derrumbes, pérdidas de banca, hundimientos, grietas y un sinnúmero de tramos sin pavimentar.


“Esta carretera está acabada, hay días que no podemos llegar a la casa y nos toca dormir en la vía o amanecer en cualquier parte. Eso no es nada”, agrega Fredy, “el orden público en Urquitá está muy maluco. Se están robando las líneas telefónicas y los cables de la luz.


La semana pasada nos encontramos una granada ahí tirada en la carretera. Esto se volvió tierra de nadie, nos tienen abandonados totalmente”.


Álvarez Muñoz señala que cuando cierran el Túnel de Occidente, los concesionarios envían una avanzada con maquinaria para habilitar la vía. “Eso medio remueven ese tierrero y la arreglan por encimita. Si así está mala, imagínese cuando llueve, se pone peor”. Y es que Fredy Álvarez vive junto a sus padres, esposa e hijos a escasos tres metros de una gigantesca falla geológica ubicada en Urquitá, que impide que permanezca estable un tramo de 300 metros en la antigua Vía al Mar.


“Lo único que se puede hacer ahí, si quieren solucionar ese problema y ganar esta parte de la vía, es terracear, buscar las aguas profundas y emparejar la vía arriba, por la ruta original, con asfalto reciclado, como lo que se hizo en el kilómetro 10+700 de la vía que conduce a Santa Elena”, dice por su parte Hernán Cano, funcionario de la firma ‘Adriana María Posada T.’, contratista encargado de realizar trabajos de mantenimiento a esta carretera.


Cano advierte que el actual contrato, que empezó en octubre pasado y termina el próximo 5 de febrero, consiste en hacer rocería, limpieza de cunetas y “echar tierrita en los huecos” con pico y pala, en los 43 kilómetros comprendidos entre Pajarito, en San Cristóbal, hasta el municipio de San Jerónimo, en el Occidente antioqueño, por la carretera vieja al valle del río Cauca; al mar Caribe.


Pocos vehículos


Solitaria y sin gracia luce hoy la casa blanca y azul que otrora albergara a cientos de viajeros que hacían parada en su periplo hacia el Urabá antioqueño desde la capital antioqueña. Desde allí, en el Alto de Boquerón, los peregrinos observaban por entre la neblina los valles de Medellín y de Santa Fe de Antioquia y disfrutaban de la aguapanela caliente con quesito o pandequeso que se ofrecía en el lugar. Ahora, seis años después de ser inaugurado el Túnel Fernando Gómez Martínez, la casa está cerrada, abandonada y fría.


Hasta el peaje Ebéjico, descendiendo desde este punto, hay 8 kilómetros y todos los baches imaginables. Cuatro gallinas salen del peaje. “Buenos días”, dice la señora que se asoma después de su emplumada y doméstica compañía. El frío es intenso, por eso está envuelta en dos bufandas y dos abrigos. Se trata de Martha Gómez, una de las encargadas de recoger los $6.600 que cuesta el peaje. “Por aquí pasan 10 o 15 vehículos diarios, casi siempre los del gas, los de las Empresas Públicas y las gaseosas. A veces uno que otro bus”, especifica doña Martha. “El fin de semana son 30 o 40 carros, la mayoría finqueros que siempre se quejan y hasta lo insultan a uno por el estado de la carretera”, se lamenta. La conversación termina porque una compañera suya nos saca a empellones. “No estamos autorizados para hablar con ustedes, salgan de aquí”, nos dice con un tono subido.


Autoayuda


Raúl Acevedo, de 53 años y campesino de Palmitas, junto a sus vecinos se ve obligado a reparar constantemente la vía. “Si no nos unimos para tapar los huecos, el transporte es más difícil y nos cobran más, sobretodo para sacar las reses y los productos del campo”.


Finalmente, Carlos Alberto Rodríguez, agricultor del sector El Golfo, de San Jerónimo, manifiesta que un derrumbe que cayó en la vía hace tres meses, a pocos metros de su finca, ha causado varios accidentes.




Versiones oficiales

El mantenimiento de esta vía no le corresponde a la Alcaldía de Medellín, según José Diego Gallo, secretario de Obras Públicas. “Le corresponde al departamento de Antioquia. De todas maneras nos tiene muy preocupados esta vía. Rumbo a San Félix, corregimiento de Bello, uno encuentra muros de contención con inclinación de 45 grados, a punto de caerse. Adicionalmente, sectores como Palmitas y Picacho están seriamente perjudicados. Me sumo a esa inconformidad”.


De otro lado, Sebastián Álvarez, gerente de Concesiones de Antioquia, recalca que esta vía está concesionada gracias a un convenio entre la Gobernación, el Invías, el Área Metropolitana y Medellín, cuya condición fue que entregada la vía nueva, incluyendo el Túnel, se debía hacer mantenimiento a la antigua.


“Haremos una consultoría para definir qué se procede a hacer en los puntos críticos. Tendremos que mirar el flujo de vehículos allí y de acuerdo con el panorama general de las vías en Antioquia, analizaremos la relación costo-beneficio y dónde es prioritario intervenir. Los recursos son limitados y hay que priorizar”, sostiene Álvarez.


Por ahora, según el funcionario, se continuará con un mantenimiento rutinario, “más riguroso, tratando de resolver temas puntuales, mientras se adelanta el estudio”.




Petición por vía a Caicedo


En Caicedo no hay violencia, no hay fauna en cautiverio y tampoco hay cómo llegar. Un gigantesco derrumbe en la vereda El Plan, de este municipio del Occidente antioqueño, impide el paso a vehículos, por lo que sus habitantes deben hacer peligrosos trasbordos.


Entre Santa Fe de Antioquia y Anzá, trayecto pavimentado y ribereño al río Cauca, desde un sitio conocido como ‘las partidas’, inicia la carretera destapada de 38 kilómetros que conduce a Caicedo, Antioquia. Esta se encuentra cerrada y en pésimas condiciones de transitabilidad debido al invierno y a la falta de mantenimiento.


Allí se han presentado ya accidentes con pérdida de vidas humanas. Esta situación llevó a que un ciudadano de esta localidad, Ildefonso Cardona Moreno, presentara un Derecho de Petición a la Gobernación de Antioquia para que ésta informe sobre la inversión hecha en la vía en los últimos años y el presupuesto que tiene proyectado destinar para la pavimentación de la carretera a Caicedo.