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Foto: Cortesía
La actualización de los manuales escolares incluyen temas de convivencia, paz, participación, responsabilidad democrática, pluralidad, identidad y valoración de las diferencias |
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) invitó recientemente a los gobiernos a que actualizaran los manuales escolares en temas de valores de igualdad de género y de derechos humanos, el Gobierno colombiano cerró esa posibilidad cuando el pasado mes de agosto, luego de la polémica por el cambio de estas herramientas educativas, indicó que en el país no se promovería la ideología de género.
“Ni el Ministerio de Educación, ni el Gobierno Nacional han implementado, ni promovido ni van a promover la llamada ideología de género”, señaló el presidente Juan Manuel Santos, cuando en distintas ciudades del país se realizaban marchas en favor y en contra de que los manuales escolares fueran modificados de acuerdo con una sentencia de la Corte Constitucional, luego de fallar una tutela interpuesta por la madre del joven Sergio Urrego, quien se suicidó tras ser objeto de discriminación en su colegio por su condición sexual.
Por esa razón se ordenó en 2015 realizar “una revisión extensiva e integral de todos los manuales de convivencia en el país para determinar que los mismos sean respetuosos de la orientación sexual y la identidad de género”, para que en estos manuales se implementaran “nuevas formas de fortalecer la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, que permitan aprender del error, respetar la diversidad y dirimir los conflictos de manera pacífica”.
Ante estos hechos, MinEducación aseguró que la dependencia no era la encargada de hacer las modificaciones a los manuales de conviviencia, sino que este proceso de revisión y actualización debería ser realizado por los rectores, los padres de familia, la comunidad académica y la Secretaría de Educación.
Posteriormente, Alejandro Ordóñez, procurador de la Nación, afirmó que “se está utilizando el cumplimiento de una sentencia y de una ley para sacar unas cartillas y manuales que adoctrinan a nuestros hijos y nietos en la ideología de género”.
El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) de la Unesco alertó que los gobiernos deben revaluar “de manera urgente” el contenido de los libros escolares al ser responsables de transmitir los valores fundamentales y las prioridades de cada sociedad, ya que pese a los logros alcanzados en este tema en los libros todavía se evidencia que “las desigualdades de género y los prejuicios sexistas siguen siendo un problema importante”.
Para Carlos Santiago Cano, profesional en Desarrollo Familiar y especialista en Terapia Familiar y de Pareja, si bien es importante el acompañamiento del menor durante el proceso de entender las diferencias, “los niños por sí solos no tienden a la discriminación, esta es una condición que surge luego de que ellos van definiendo sus intereses. Es en esta etapa que el adulto debe dialogar y enseñar a través del juego la diferencia entre el otro y yo, anteponiendo el respeto y la tolerancia”.
El experto concluyó que las condiciones de raza o religión u otras diversidades son características que no pueden ser puestas al mismo nivel que la orientación sexual, ya que si bien hay una inclinación en la sexualidad esta se va construyendo “una cosa es que el menor conozca las orientaciones y otra es que se le haga una invitación a experimentarlas. El propósito de la Corte y de los lineamientos de los manuales están encaminados en conocer y reconocer esa diferencia”.
Con el propósito de mejorar la calidad de la educación, la formación para el ejercicio de la ciudadanía y las responsabilidades del Ministerio de Educación en el marco de la Ley 1620 de 2013 de Convivencia Escolar, se desarrolló la Guía 49: Guías pedagógicas para la convivencia escolar, donde se encuentra el apartado -Manual de Convivencia-.
Este Manual es la herramienta en la que se consignan los acuerdos que la comunidad académica establece en pro de garantizar la convivencia escolar. En su construcción, se deben tener en cuenta los intereses, motivaciones y aportes de estudiantes, docentes, padres de familia, entre otros, cuyos acuerdos serán pactos establecidos a partir de la participación real de toda la comunidad.
En esa medida, en el marco del Decreto 1965 de 2013 se estableció la importancia de actualizar los manuales de convivencia como eje fundamental para la implementación de la Ley de Convivencia Escolar.