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El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, anunció ayer a través de Twitter que un total de 37.500 personas fueron evacuadas de los barrios del este de Alepo y añadió que el objetivo es que la evacuación termine hoy, 21 de diciembre.
Poco antes de esto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) calculó en 25.000 el número de evacuados que han sido trasladados a zonas del oeste de Alepo entre el pasado jueves y ayer.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Sohr) sólo tiene registro de evacuación de 16.200 personas. La entidad pidió explicaciones sobre el aumento en el número de personas.
La evacuación comenzó el jueves 15 de diciembre pero se suspendió al día siguiente en medio de acusaciones entre las fuerzas del régimen sirio y las tropas rebeldes.
El pasado fin de semana lograron un nuevo acuerdo para continuar con el proceso, que incluye la evacuación de personas de las localidades de mayoría chií de Fua y de Kefraya, de las que ya habrían salido 750 personas, según la Cicr. El Sohr afirmó que esa cifra es tan sólo de 503 evacuados.
También se pactó la salida de los civiles de Madaya y Al Zabadani, al noroeste de la capital siria, asediadas por fuerzas progubernamentales
El Cicr y el Sohr coincidieron en que todavía quedan miles de personas en el área sitiada, aunque se desconoce la cifra aproximada de civiles.
“Ahora está concluyendo la evacuación. Esperamos que sea cuestión de uno o dos días, como máximo”, dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Partidarios del presidente sirio Bachar al Asad se concentraron ayer en la plaza de Sadalá al Yaburi, en el oeste de la ciudad de Alepo, para celebrar el triunfo del Ejército Nacional.
La televisión oficial siria dedicó una programación a la victoria en Alepo frente al "terrorismo". El corresponsal de la cadena afirmó que se espera en las próximas horas un comunicado de las Fuerzas Armadas anunciando la "liberación total de Alepo".
En contraposición, en diversas ciudades del mundo, personas con pancartas salieron a pedir que pararan los bombardeos sobre Alepo por el bien de la población civil.
Las ruinas grecorromanas de la ciudad siria de Palmira, que son Patrimonio Mundial de la Unesco, vuelven a peligrar, después de que el Estado Islámico recuperara su dominio el 11 de diciembre. Por el momento, se desconoce el estado de los vestigios arqueológicos tras la ofensiva de los yihadistas, que expulsaron al Ejército sirio de la zona, ubicada en el desierto central del país.
Los extremistas conquistaron por primera vez Palmira el 20 de mayo de 2015 y la retuvieron durante más de diez meses hasta que el pasado 27 de marzo, las Fuerzas Armadas sirias, apoyadas por la aviación rusa, la retomaron. Durante ese tiempo, dinamitaron los templos de Bel y de Bal Shamín, así como el Arco del Triunfo y destruyeron varias estatuas. No obstante, las autoridades sirias habían sacado 400 piezas de la localidad.