Cultural

In black and red, Diego Díaz s work
En negro y en rojo, la obra de Diego Díaz
Autor: Jonathan Montoya García
3 de Julio de 2012


El artista Diego Díaz expone hasta el 12 de julio su más reciente propuesta: Negro a rojo.


Serie Negro a rojo, 70 x 70 cm, color sobre papel, 2012.

 Diego Díaz

Las historias de Diego Díaz empiezan en el negro. Una conversación entre una mujer y un hombre que sostiene un cigarrillo. El sujeto que cruza los pies mientras guarda sus manos en los bolsillos de una chaqueta azul.  La mujer que escucha con atención las palabras que le susurran. El jugador que sostiene un taco de billar exhalando bocanadas de humo por su nariz y boca.


Las historias de Diego Díaz terminan en rojo. Una mujer le besa el cuello a otra. Un hombre sostiene con deseo la cintura de una mujer que cubre, únicamente con su cabello, sus pechos.


La intimidad de cada personaje queda plasmada en esos fondos planos rojizos y negruzcos. Las escenas que el artista observa y dibuja con tanta pericia, parecen retratos de una noche que no quiere exhibir más que los lenguajes corporales, las siluetas, los cabellos, las ropas y ocultar los rostros entre sombras.


El proceso creativo


Diego Díaz es artista de la Universidad de Antioquia y expone su más reciente trabajo: “Negro a rojo” en la galería de arte Naranjo & Velilla en San Fernando Plaza. Un trabajo que en su proceso creativo tiene un eje fundamental, la observación de personas comunes, generalmente sus amigos de Santuario, donde vive el artista.


Posterior al proceso de observación, donde Diego Díaz busca situaciones que se puedan llevar al papel, hace bocetos de lo que encontró, “después hago una puesta en escena, tomo los personajes, los ubico en un espacio determinado, les doy un rol para generar eso que vi previamente. Las fotografías las tomo  en la noche y como es tan difícil hago una preparación logística para generar la iluminación, el contexto”.


Las fotografías se convierten en la guía de los trazos que el dibujante hará en el papel, un trabajo que exige conocer el color. “Los rostros no tienen color piel, tienen una suma de colores, por ejemplo pueden llegar a tener hasta quince colores; azules, verdes, violetas, amarillos, trato de no dañar el grano del papel, trabajarlo muy suave e ir sumándole tonalidades, aclarando, oscureciendo, con rojos azules, blancos, tonos carne, piel...”, comenta Diego Díaz.


El artista Díaz preparó la exposición “Negro a rojo” desde el año pasado cuando se enteró que la galería de arte Naranjo & Velilla le abriría un espacio. Pensó en la cantidad de imágenes, la temática y en el guion de la exposición.


La propuesta que Diego Díaz presenta es, además, una indagación de lo erótico. “Quise hacer esta exposición dividida en el negro y el rojo, la idea es que quien la visite haga la lectura del encuentro de la noche en el contexto urbano nocturno, después vea lo más pasional; de lo negro a lo rojo”, señala el artista.


Esta no es la primera vez que Diego Díaz se acerca al tema erótico realizado en papel con lápices de colores. Hace cerca de dos años viene trabajando en esta propuesta, aunque lo que se exhibe en la galería fue pensado para ese espacio.


“En esta exposición hay algo que no había hecho. Con dos o tres obras cuento una historia, quien la visite podrá ver que las piezas están juntas. Traté de hacer un relato, un movimiento, una escena, recrear una situación”. 


Diego Díaz alterna su profesión de artista con la de fotógrafo y publicista, según él, porque a veces necesita alejarse de uno u otro trabajo. Sin embargo, lo suyo es el arte, el dibujo.


“Cuando salí del colegio decidí estudiar plástica porque es lo más puro del arte, de la estética. Me gustaban otras cosas como la arquitectura, pero esa área está dirigida a algo más relacionado con el hábitat, también el diseño gráfico, pero se desarrolla muy al servicio del comercio. Siempre había estado más entusiasmado por el arte y artistas como Velázquez, Miguel Ángel, Da Vinci, siempre que me encontraba algo que tuviera relación con la pintura o el dibujo  lo miraba como un ejemplo, por eso decidí irme por lo más romántico y no por lo que tenga más oportunidades o campo de acción”.


Aunque Diego Díaz empezó pintando, terminó inclinándose más hacia el dibujo, que igualmente guarda una relación fuerte con la pintura, porque, el que él hace, exhibe color.


El gusto y el amor por el arte nacieron desde su familia. Su abuela y su madre siempre pintaron, y fue viendo esos trabajos que se motivó a desarrollar una propuesta similar, una sensibilidad que su madre, como dice él, siempre le inculcó.