En aras de un juego democrático limpio, los diferentes candidatos deberían hacer un pacto ético para evitar y rechazar cualquiera de este tipo de actos que distorsionan la realidad.
El reacomodo político regional en este año electoral pone en jaque las dinámicas propias de departamentos y municipios del país, mientras los que tienen el sol a sus espaldas tratarán a marcha forzada de dar un feliz término a su gestión de gobierno, están los otros con las pretensiones de dar continuidad o como opositores hacer el revolcón dejando de lado programas relevantes para el desarrollo sostenible y sustentable de los municipios y de los departamentos, y como es lógico dejar su propia impronta.
El debate electoral en el presente año debe focalizarse hacia como construir territorios equitativos, y por ello es relevante que los planes de gobierno municipales y departamentales sean suprapartidistas, en donde se dé una coherencia de estos con el Plan Nacional de Desarrollo, porque, haciendo similitud con la planeación estratégica en las organizaciones privadas, debe existir una sincronización total entre los planes, como lo indica Riaz Khadmen, autor de libro Alineación Total. Como convertir la visión de la empresa en una realidad: “El concepto de alineación aquí presentado se refiere a una condición deseable, dentro de la cual las tareas de las personas se unen con un propósito común, y en dónde sus líneas de acción se integran por completo…” Lo anterior no significa la subrogación de lo local y regional al “papá gobierno nacional”, sino de la búsqueda de consensos en pro de mejores condiciones para el desarrollo.
A lo largo de la historia política del país, desde que se implementó la elección popular de alcaldes y gobernadores, las regiones y los municipios han sufrido cuando el gobernador y el alcalde son radicalmente opositores y en el plano de las relaciones se interponen los intereses personales a los de la comunidad, pero, en sentido contrario, se ha visto cuando hay un trabajo mancomunado entre la gobernación y los entes territoriales la sinergia política administrativa conduce a mejores resultados.
El ambiente electoral está enrarecido con el vaho de las falsas noticias, un riesgo al que están sometidos los diferentes candidatos que puede ser activado por los opositores. En aras de un juego democrático limpio, los diferentes candidatos deberían hacer un pacto ético para evitar y rechazar cualquiera de este tipo de actos que distorsionan la realidad, que conduzcan a la radicalización y a la ofensa de la persona. Ese tipo de acontecimientos en vez de ayudar a crear el juicio crítico en el electorado, son conducentes a la polarización y radicalización, que en muchos casos pueden llegar hasta las agresiones físicas.
Como en varias ocasiones lo he manifestado en este espacio, es imperativo en la construcción de ciudadanía, que el debate se centre en las propuestas e ideas de los diferentes candidatos, para que el electorado tenga a través del juicio razonado y no inducido la capacidad de elegir el mejor candidato que él considere pueda representar sus intereses y de la comunidad.