La represa Hidroituango está marcada por la toma de decisiones equívocas
La represa Hidroituango está marcada por la toma de decisiones equívocas. Veamos.
Escogencia de la ubicación. El 29/12/1997 el gobernador de Antioquia creó la Sociedad Promotora Hidroeléctrica Pescadero (Hidroituango), favoreciendo los intereses de inversionistas privados y desestimando los conceptos de ingenieros de la Universidad Nacional, que expresaron: “En lo único que ha fallado EPM es en reconocer los riesgos geológicos por causa de la amenaza que significa el gran deslizamiento del Guácimo, cuya reactivación podría llegar a destruir el embalse de Hidroituango. A esto se suma la sedimentación del embalse y consecuente pérdida de su capacidad útil, por razón de la intensa erosión en la cuenca aportante” (José Hilario López, EL MUNDO, 25/1/2017). En el lugar se han detectado 8 fallas geológicas cuatro con actividad sísmica. El cañón del Cauca, es una estrecha garganta rodeada de altas montañas con pendientes hasta del 70%, con aguas subterráneas y una estructura lítica inestable, que hacen de esta obra un desafío a la cordura.
Cambios de diseños. Los dos túneles de desviación que se cerrarían mediante compuertas, fueron sellados con concreto antes de haber puesto a punto la galería de desviación, GAD. Esta, no tenía capacidad de evacuar el volumen de agua de los túneles y no fue construida con estructura metálica y recubrimiento en concreto de alta resistencia; lo que causó la avalancha del 16 de mayo 2018 que arrastró toneladas de sedimento, palos, ramas y vegetación. Ahí se evidenció que el material forestal de las 4.000 hectáreas de bosque talado, no se recogió a pesar de que la Gobernación asignó una multimillonaria suma para ello. La cresta de la presa que se ejecutó en tiempo récord, tras la orden del lleno prioritario (para lograr la cota de vertedero) ¿cumple los estándares de resistencia? Tendrá que ser monitoreada, ya que es el tramo que está sometido a esfuerzos de presión y fricción más altas.
Alteración del cronograma de obra para cumplir fechas y evitar multas, en detrimento de los procesos planeados y de conservar la ruta crítica. Esfuerzo inútil pues aún hoy no se tiene idea de cuándo se pondrá en marcha el proyecto que debió iniciar operaciones en 2018. Casa de máquinas, el corazón de la obra (inundada como medida desesperada) es toda una incertidumbre.
Sin protocolos para licencias ambientales. La aprobación de la Licencia Ambiental, demoró 10 años y sufrió múltiples cambios (16 según la gobernación, 23 según Ríos Vivos). Un año después de haber sido terminada, la GAD (la que colapsó) recibió licencia ambiental de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla. Cuando la obra arrojó materiales de excavación a la cuenca, la comunidad presentó denuncia por el daño ambiental; la Anla suspendió la obra durante meses. No hubo planes de contingencia en caso de riesgos a los pobladores para: traslado a alojamientos provisionales, transporte, alimentación, medicinas, salud, reasentamiento, reconstrucción, ingresos económicos durante esos períodos. La Anla exigía mínimo 450 m3/s de agua en el embalse; cuando se causó la sequía por el errático cierre de las compuertas, bajó un 90% produciendo mortandad de peces y perjudicando a los pescadores por la (no) subienda, de donde depende su subsistencia. No se propuso alternativa laboral para los barequeros, ante un río ahora sin sedimento. Y no hay certeza de cuándo se acometerá la reconstrucción de Puerto Valdivia y de que las vías prometidas por el proyecto sean un hecho (el gobernador Luis Pérez prometió la ¡autopista Medellín-Ituango!).
Hablan los expertos. Además de los señalamientos del ingeniero Modesto Portilla sobre los errores y falencias en los procesos constructivos, que lo llevan a dudar de la estabilidad de la obra, se conoció una carta de la firma Integral que participó en los estudios previos: "Consideramos que la estructura se encuentra en una condición crítica, probablemente presentando agrietamientos significativos, teniendo en cuenta el nivel actual del embalse a la cota 394,68" (publicada por Caracol 4/02/2019).
La piñata o lo que nada le “Cuesta” volvámoslo fiesta. El consorcio CCC ganó la licitación por ser la propuesta más baja, pero los sobrecostos superan el 50% del valor inicial. El 28 de diciembre de 2015 con 20 meses de retraso, EPM y CCC Ituango firmaron plan de aceleración para recuperar hasta 18 meses. El pacto incluía un incentivo de $70.000 millones si se lograba el cometido. Al contratista del túnel colapsado se le adicionaron $4.000 millones sin recibir ninguna sanción por el error que generó la avalancha. Los 500 millones de US$ que se calculan por los daños ocasionados ¿quién los asume, será nuestra factura de servicios?
Problemas latentes. ¿Cuánto tiempo falta para terminar el proyecto, incluyendo la implementación de obras de mitigación social y ambiental? ¿Qué sorpresa nos espera cuando se abra la “catedral” o casa de máquinas y los equipos, calculados en miles de millones de dólares? Existen dudas sobre conflictos de intereses entre diseñadores, ejecutores, interventores, auditores, subcontratistas, empresas, personas o socios involucrados en el proyecto.
Últimamente hemos visto al gobernador y al alcalde como los nuevos mejores amigos; si las ocho preguntas le fueron respondidas, debe socializarnos las buenas noticias. Porque si la operación fue todo un éxito, no se entiende que se mantenga la alerta roja aguas abajo del Cauca.
“Hidroituango se convirtió en un proyecto enfocado únicamente en la ganancia, la acumulación de capital por desposesión”. (Renán Vega Cantor, Revista El Salmón, 9/02/2019).
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