Nuestra responsabilidad

Autor: Eufrasio Guzmán Mesa
11 junio de 2020 - 12:03 AM

La ciudadanía ya se acostumbró a que un escándalo entierre otro y que incluso estos se hayan producido deliberadamente para tapar fallas mayores

Medellín

Pocos columnistas en Colombia tenemos la suficiente independencia frente a los poderes públicos, económicos o políticos como para adelantar un juicio certero sobre cualquiera de las situaciones que tenemos; hasta los que provenimos de la academia no estamos exentos de tener posiciones políticas, no muy conscientes a veces. Como Habermas lo ha indicado siempre debemos contar con la existencia de intereses. Pero la omnipresencia de ellos no debería ser nunca un obstáculo para opinar y, por el contrario, tiene que ser a través de la formación de la opinión pública y la educación para la formación política y crítica que podamos superar este momento tan complejo de la nación.

Lea también: El lugar de la ética

Esta situación de la opinión, sus retrasos y progresos, no es muy diferente de lo que ocurre con el desarrollo de los conocimientos objetivos, sobre todo de los que tienen que ver con el ser humano y su conducta. Tómese al azar cualquier dominio, el psicoanálisis o la antropología, por ejemplo, y al estudiar su historia son balbuceos, comienzos, recomienzos, claudicaciones y renacimientos, crisis y perplejidad creciente lo que con seguridad encontramos.

Hace mucho rato se vienen denunciando los desatinados manejos de la cosa pública, que no es tan externa, por cierto, sino que se relaciona con el desarrollo de nuestras expectativas más personales. Siempre será necesario persistir, insistir y continuar con la lucha por la democracia, adelantar las investigaciones judiciales y que estas se hagan por expertos bien preparados e independientes de los procesos de ejercicio del poder ejecutivo. Y sería totalmente deseable un poder legislativo que opere como espejo de la nación. Pero lamentablemente no es eso lo que tenemos y la Constitución y las leyes del país vienen siendo manipuladas, tergiversando esta esencia de la democracia, permitiendo toda clase de desafortunados incidentes, excesos y desafueros, y la ciudadanía ya se acostumbró a que un escándalo entierre otro y que incluso estos se hayan producido deliberadamente para tapar fallas mayores. Y la situación local como país no es muy diferente de la situación mundial y la pandemia está siendo utilizada para desactivar una avalancha de descontento que cruza los continentes.

En una sencilla práctica culinaria es como si quisiéramos hacer una sopa limpia, pero a cada paso se tergiversa una receta simple, echándole al agua limpia sobras vinagres y detritos incalificables. Creo que estamos necesitando una gran cruzada nacional y mundial por la transparencia y esta cruzada la deben de empezar precisamente las universidades y los ciudadanos, el sistema educativo y la ciudadanía que extrañamente corren a respaldar causas sin más, confundiendo la solidaridad fraterna con el alineamiento ideológico. El cuadro es patético y los políticos de una tendencia se agrupan con espíritu de cuerpo para defender un líder cuya trayectoria está llena de sombras escabrosas y otros, de la facción opuesta, actúan ignorando el pasado macabro de un grupo armado y lo quieren exonerar de toda responsabilidad en crímenes de lesa humanidad.

Le puede interesar: Intelectuales caninos

Como ciudadanos debemos defender de manera enérgica la separación de los poderes públicos y deberíamos vigilar más atentamente la forma como depositamos nuestra voluntad política a través del voto. Pero para nuestra propia destrucción nos hemos acostumbrado a una endeble línea de separación entre lo correcto y lo justo, entre lo legítimo y lo legal y el resultado es esta vida social que tenemos, completamente contaminada por las formas diarias de la corrupción y perfectamente olvidadas en un magma de triste indiferencia.

 

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

El poder de la opinión
Columnistas

El poder de la opinión

La función de administración de lo sagrado ha estado en muchos casos indisolublemente ligada al poder político en las sociedades sin escritura.

Lo más leído

1
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
2
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
3
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
4
Literatura /

¿Qué es un clásico de la literatura?

Para muchos teóricos, la noción podría ampliarse, siempre y cuando se respeten ciertos lineamientos.
5
Columnistas /

¿Y el masculinicidio?

A toda la muerte violenta de una mujer, le endilgan el calificativo de feminicidio. Es un craso dislate
6
Columnistas /

¿Migrar o emigrar? ¿E inmigrar qué?

Migrar, emigrar e inmigrar hablan de la misma realidad, pero no por ello son sinónimos. Las diferencias...