Como un desacierto califican exrectores, profesores y estudiantes de la Universidad de Antioquia, la propuesta de Mauricio Alviar Ramírez de cerrar el campus.
Sorprendida se muestra la comunidad universitaria ante el Informe a los exrectores de la Universidad de Antioquia, que elaboró Mauricio Alviar Ramírez, quien fuera rector del Alma Mater en el periodo 2015 – 2018.
Considerando las “situaciones de gravedad” que atraviesa la universidad pública de este territorio, como las asambleas permanentes decretadas por profesores y estudiantes, la anormalidad académica que ha sido una constante desde 2018 o los enfrentamientos con la Fuerza Pública y actos vandálicos en los que han terminado algunas movilizaciones de la comunidad universitaria, el exrector propone cerrar el claustro, y su planteamiento lo consideró como necesario “para repensarse y recrearse de frente a los desafíos del siglo XXI”.
Alviar Ramírez, como representante de los exrectores ante Consejo Superior Universitario, comenzó el informe diciendo: “La Universidad de Antioquia atraviesa hoy por una grave crisis que se manifiesta en múltiples situaciones”, y más adelante defendió: “Cuando las sociedades y las organizaciones entran en períodos de crisis, es necesario hacer altos en el camino, reflexionar, pensar, crear e innovar para superar los conflictos y las dificultades”.
Mauricio Alviar Ramírez detalla, a manera de diagnóstico, nueve puntos que apremian en la tranquilidad de la comunidad universitaria. “1. El pregrado está prácticamente paralizado por decisión de la asamblea de estudiantes; 2. La asociación de profesores se ha declarado en asamblea permanente lo cual, en la práctica, es un paro; 3. Hace ya año y medio que hay una completa anormalidad académica a tal punto que en 2019 solo se hizo un semestre académico y el 2019-2 no ha podido iniciar, salvo algunas excepciones; 4. Desde hace más de un año los disturbios y las ‘papas-bomba’ afectan el ambiente universitario, la movilidad de la ciudad y la tranquilidad del vecindario, con frecuencia semanal; 5. Ha comenzado una racha de amenazas a varias personas, oficinas, gremios y estamentos universitarios; 6. La venta de mercancías legales e ilegales se ha desbordado; 7. El microtráfico y el consumo de substancias psicoactivas esta disparado; 8. No faltan los hurtos de celulares, portátiles, billeteras y bicicletas al interior del campus; 9. Se ha venido desarrollando una práctica que se asemeja mucho al denominado ‘semestre especial’, la cual permite que los estudiantes cancelen cursos hasta el día del examen final, con la anuencia del Consejo Académico, y con consecuencias impredecibles sobre la calidad académica”.
"Soy consciente de que la palabra “cierre” genera desazón. Un cierre del campus central no es lo ideal. Sin embargo, ante la gravedad de la coyuntura actual, considero que es mucho más doloroso y costoso, en términos sociales y académicos, no hacer nada a sabiendas de lo que está pasando", dice el profesor en el Informe.
Sobre esa propuesta hay argumentos que son unos de carácter técnico y otros de carácter político, porque no solamente hay que analizar el contexto en el que el profesor Alviar Ramírez hace su Informe sino también las posibles consecuencias, buenas y malas, de la propuesta.
En relación con lo político, “debo decir que la propuesta carece de toda autoridad moral. La razón de peso para mi afirmación es que él fue rector de la Universidad de Antioquia, durante tres años largos, y tuvo los mismos problemas que tiene hoy el claustro y tampoco los solucionó”, comentó el profesor de ciencias políticas, Fabio Humberto Giraldo Jiménez.
“Eso lo que muestra es que su intención no es buena, no es la de un hombre probo; por supuesto, no es la de un hombre agradecido, porque todo lo que es hoy el profesor Alviar Ramírez se lo debe a la Universidad de Antioquia”, añadió.
En tanto a lo técnico, se debe reconocer que la Universidad atraviesa por una serie de situaciones complejas, y como recuerda la comunidad educativa universitaria, esta ha sido una propuesta recurrente de Mauricio Alviar Ramírez, y “es fallida. Durante el gobierno del exrector se dedicó a intentar por todos los medios establecer este tipo de correctivos, que de modo acelerado no considera ninguna posibilidad de diálogo y no ayuda, en nada, a resolver la situación de la Universidad, y por el contrario muestra un grado de mezquindad profunda”, opinó el profesor Guillermo Antonio Correa Montoya.
Si bien el Informe a los exrectores de la Universidad de Antioquia se constituye en una mirada propia de Alviar Ramírez como representante de los exrectores ante el Consejo Superior Universitario, CSU, y se debe destacar que no es el consenso ni de los exrectores ni de los demás integrantes del Superior, las reacciones a la propuesta no se hicieron esperar y el común denominador es que se trata de una visión que no resuelve las situaciones por las que atraviesa la universidad pública y va en contravía de uno de sus principios, que dicta que “siempre debe estar abierta y funcionando”.
“De ninguna forma, nunca he compartido esa propuesta de cerrar la universidad para poder lograr reformarla o arreglarla, me parece totalmente contraproducente. La Universidad de Antioquia siempre debe estar abierta, dialogando, estudiando, y para una reforma a la institución se debe tener en cuenta a los distintos estamentos”, fueron las palabras de Alberto Uribe Correa, médico cirujano y especialista en dermatología, quien estuvo por 12 años al frente de la Universidad de Antioquia.
En cambio, para Juan Esteban Pérez Montes, presidente de Asoprudea, en el documento se nota un mal propósito de parte del profesor Alviar hacia la actual administración de la universidad, en cabeza de John Jairo Arboleda. Además, en sus palabras, en el informe se dicen verdades a medias y consideró pertienente aclarar que la Asociación de Profesores no promueve paros, más bien da cumplimiento a un derecho legítimo de las agremiaciones, que es el poder sentarse a deliberar, proponer y trabajar en buscar salidas a la situación actual que atraviesa la universidad pública.
A su vez, Santiago Vélez, coordinador de Juntos UdeA, asociación de los estudiantes, consideró: “La propuesta del profesor Alviar no resolvería ninguno de los problemas que él señala. Al igual que el ingreso del Esmad al campus, sería una medida autoritaria e inconsulta, cuyos efectos serían negativos: radicalizar los grupos violentos, cortar el debate abierto con la comunidad universitaria; en suma, apagar el fuego con gasolina”. Y añadió: “Sería un desacierto del CSU cerrar la Universidad, un acto antidemocratico y contrario al espíritu deliberativo que la caracteriza”.
Además, el estudiante recordó que Mauricio Alviar Ramírez llegó a cerrar la Universidad durante su rectoría y “eso no evitó la violencia, los paros, las ventas informales ni el microtráfico”, apeló el integrante de Juntos UdeA.
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Igualmente, el profesor Pérez Montes citó que al cerrar la universidad no sólo se afectaría a la comunidad académica universitaria sino también a la sociedad medellinense en general, ya que la UdeA presta servicios como asesorías en diferentes áreas, como las disciplinas sociales, jurídicas o de la medicina; además presta servicios en ayudas diagnósticas y tiene una amplia oferta formativa en los deportes, que se extiende a usuarios de todas las edades.
Ante situaciones como el pregrado paralizado, las asambleas permanentes y la anormalidad académica, el exrector Uribe Correa consideró urgente que las directivas de la Universidad de Antioquia, en cabeza de John Jairo Arboleda Céspedes, rector desde abril del 2018, creen mecanismos efectivos para el diálogo y la discusión con la comunidad universitaria.
“Es necesario hacer un llamado cordial a las facultades o estudiantes que todavía están en paro, porque se debe aclarar que en paro no están todas, para que reingresen y aprovechen esta oportunidad que les da la sociedad, y la administración de la universidad, teniéndola abierta. Vayan a clases, formen sus representaciones, busquen sus mecanismos de diálogo con las distintas autoridades, universitarias y extrauniversitarias, para logar que la UdeA esté marchando”, dijo.
En tanto al punto número nueve del Informe, en el que Mauricio Alviar Ramírez apela a que en la UdeA ya se estaría viviendo un ‘semestre especial’, el médico consideró que primero el Consejo Académico Universitario debe decretarlo y de ser así, este tendría que estar ligado a las causales del reglamento. “Hay que cumplir con el reglamento de la universidad y convocar a los estudiantes”, reiteró.
EL MUNDO se contactó con el rector Arboleda Céspedes para conocer su reacción ante la propuesta y las medidas que se están implementando para atacar los puntos diagnosticados en el Informe a los exrectores de la Universidad de Antioquia, pero no logró respuesta del directivo.
La Asamblea de Estudiantes (10 de marzo):
-Continuar en asamblea permanente.
-Unirse al #25M, el paro nacional convocado para el próximo 25 de marzo.
-Asistir al Enees (Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior), el 21 a 23 de marzo en la Universidad Industrial de Santander.
-Se hicieron denuncias sobre acoso y otros problemas de seguridad, como robos dentro de la universidad.
-Nueva Asamblea para el próximo martes, 17 de marzo.
La Asamblea de Profesores (11 de marzo):
- Anormalidad académica hasta la siguiente Asamblea de Profesores.
- Fue probada ampliación de debates sobre temas como la violencia en la Universidad y en contra de la misma, la autonomía universitaria, las políticas de educación superior pública y las acciones del Esmad, para abordar estos temas se realizarán foros y seminarios.
-Se definió realizar Asamblea Multiestamentaria, para el 18 de marzo.