Al considerar que era inaguantable e insostenible su permanencia en el Polo Democrático Alternativo, PDA, por el trato discriminatorio e insultante que venía recibiendo no sólo ella, sino todos sus seguidores, la excandidata presidencial de ese partido de la izquierda democrática y actual ministra de Trabajo, Clara López Obregón, renunció este martes a su afiliación en esa formación partidista.

Esta decisión no toma por sorpresa al mundo de la política en Colombia, pues de tiempo atrás era inminente la fractura entre el sector del senador y candidato presidencial Jorge Robledo, asociado al Moir, y la tendencia que apoya a la ministra.

Con ese hecho político nacional toma más fuerza los comentarios en el sentido que López Obregón se margina del Polo, ante su situación interna, para participar en una consulta multipartidista para escoger un candidato presidencial, junto a otras organizaciones políticas que constituirán una coalición de apoyo al proceso de paz con las Farc y el ELN. Esa primaria se haría el mismo domingo de las elecciones del Congreso de la República e en marzo del 2018.

Además, esa renuncia empeora aún más la ya evidente y grave división que se registra nuevamente en la izquierda democrática en Colombia, que había tenido su esplendor y mejores momentos y resultados electorales con la conformación del PDA, una alianza de partidos que se cristalizó precisamente para frenar la histórica fragmentación o dispersión de las organizaciones contestatarias en Colombia y que ahora otra vez se parten en mil pedazos.

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Por un lado va el sector el senador Robledo, hace rato se marcharon los progresistas de Gustavo Petro, Antonio Navarro se unió a los verdes y ahora se margina Clara López.

Precisamente en una extensa carta dirigida al Comité Ejecutivo Nacional del Polo, para anunciar su retiro, esta dirigente dice que “después de 12 años de militancia en el Polo Democrático, primero independiente y, después del truncado proceso de unidad, Alternativo; encuentro que bajo la conducción de las mayorías actuales la Dirección partidaria ha reemplazado la democracia interna y de discusión franca de las diferencias por la polarización fundamentalista que destruye el libre examen y la convivencia.

La dirigente también enfatizó que en el Polo el diálogo fue abandonado y en su reemplazo aparecieron las diatribas de las redes sociales, el irrespeto y la intolerancia sectaria que más que la ortodoxia en los planteamientos  políticos, acompaña el afán hegemónico, los personalismos desmedidos y la animadversión personal que ha producido hasta el lanzamiento de sillas y butacas en sesiones de los órganos de dirección.

“Siempre he pensado con Carlos Gaviria y con la estirpe filosófica liberal que compartimos, que el camino de la convivencia está en el respeto de la dignidad, la diferencia, las ideas del otro y, en ese entorno machista, de la otra”.

Clara López explicó en su misiva que renunció al Polo por la campaña contra ella y sus copartidarios desde el mismo momento en que solicitó la dimisión a la dirección del partido para asumir la cartera de los asuntos laborales y también cuando haciendo uso de la libertad de conciencia tomó la decisión, junto a las mayorías del PDA, de votar en la segunda vuelta a presidencial por

Santos a favor de la continuidad del proceso de paz que estaba amenazada si ganaba el contendor del Centro Democrático.

Por todo ello, denunció, fue víctima de una campaña interna e infame de improperios y de mentiras que se había auto excluido del Polo, para ingresar al Gabinete de Santos, al tiempo que se marcha para evitar que sus adeptos y amigos sigan siendo discriminados y excluidos de la igualdad en el trato y los amenacen con negarles los avales para las próximas elecciones.

De esa forma, dijo, tratan de consolidar lo que ella llamó la moirización de lo que antes se llamó el Polo Democrático.

“…he tomado la decisión de apartarme de un partido dirigido por quienes desdicen de sus postulados democráticos y pluralistas, y pretenden reconducirlo al sectarismo extremista y al hegemonismo vanguardista ¡Cómo echo de menos la frescura y el pluralismo del PDI!”.