Ha circulado una presentación en Power Point con 34 diapositivas, que contiene el resumen ejecutivo realizado por la comisión de empalme en Educación del próximo gobierno nacional. Según el Observatorio de la Universidad Colombiana, este documento fue trabajado por 23 personas vinculadas al sector de la Educación, bajo la coordinación técnica de Daniel Mera Villamizar; dentro de los miembros de esta comisión de empalme, se encuentran rectores, decanos y docentes de universidades privadas, así como exfuncionarios de alto nivel del gobierno del expresidente Álvaro Uribe; en el comité sólo aparece un profesor de la Universidad Nacional de Colombia, a manera de participación del sector oficial en la comisión de empalme.

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Se señala en la presentación las promesas de campaña realizadas por el presidente electo, a saber: la gratuidad de la educación superior para la población estudiantil de estratos 1 y 2; la doble titulación de bachilleres; el regreso de la enseñanza de la urbanidad y la cívica en los colegios; el énfasis en preescolar y en la jornada única, en especial en lo que tiene que ver con la calidad nutricional y la doble alimentación, respectivamente; de igual manera se menciona el programa Ser Profe Paga.

Resulta interesante el propósito del nuevo gobierno de identificar iniciativas que se puedan consolidar en los primeros 100 días del gobierno, a las que se les ha denominado “victorias tempranas”; dentro de estas “victorias tempranas” que se materializarían antes del 15 noviembre del presente año se han señalado las siguientes: la norma que tiene que ver con la inclusión de la urbanidad y la cívica en los colegios; el acceso gratuito con apoyo solidario en educación superior, para estudiantes pertenecientes al Sisben 1 y 2; y la descongestión del sistema de aseguramiento en la educación superior.

El profesor Julián de Zubiria ha llamado la atención para que el presidente electo no cumpla con sus promesas de gobierno y en su lugar convoque a un diálogo nacional para estructurar un programa de gobierno que permita identificar los principales desafíos por los que atraviesa la educación colombiana.

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Me preocupan las “victorias tempranas” que propone la comisión de empalme al nuevo presidente; algunas de estas podrían convertirse en iniciativas inocuas, pero con un gran potencial movilizador anti-gobierno como la de introducir en el currículo la urbanidad y la cívica. Ya conocimos lo que significó la publicación por parte del MEN de unas cartillas sobre sexualidad, que movilizó a padres de familias, profesores y colegios religiosos en su rechazó; según expertos de opinión esta movilización tuvo un peso significativo en la pérdida del plebiscito por la Paz y la posterior renuncia de la ministra Parody. 

La propuesta del acceso gratuito a educación superior a los estudiantes provenientes de los estratos 1 y 2 se acompaña con una propuesta de retribución del subsidio o pago aplazado por parte del futuro profesional beneficiario; esta propuesta que no es nueva no ha sido de buen recibo y existen precedentes de movilizaciones realizadas por el estudiantado colombiano. Una política en este sentido tendría un rechazo, por ejemplo, de los actuales estudiantes de la Universidad de Antioquia, en donde los estratos 1 y 2 ya gozan de este beneficio del Estado sin tener un compromiso de retribución una vez comiencen a trabajar como profesionales.

Pero la “victoria más temprana” relacionada con la descongestión del sistema de aseguramiento de la educación superior, materializado en la reforma al decreto 1295 de 2010 (de manera más correcta reforma del Decreto 1075 de 2015), que se viene pensando desde hace cuatro años y que a la fecha ya tiene un articulado y ha sido presentado a la comisión de empalme, tiene a las universidades preocupadas, en tanto no se conoce el alcance del cambio y cuáles serán los efectos (positivos y negativos) que traerá para la educación superior. En este tema, sería recomendable que la administración saliente no sancionará el decreto y lo dejará para que la nueva administración lo socializará y negociará con el sector de la educación superior.

Me sumo al mensaje del profesor de Zubiría de no abordar los compromisos adquiridos en campaña por el presidente designado Duque y en su lugar se convoque un equipo plural (en su procedencia público y privado, con representación nacional, que incluya las minorías (étnicas, entre otros), de expertos que contribuyan a perfilar un plan de gobierno en Educación con programas y proyectos encaminados a resolver los actuales desafíos por los que atraviesa la educación colombiana.