El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
Una disminución del caudal de descarga del túnel auxiliar de desviación, GAD, se reportó aproximadamente a las 9:00 p.m. del sábado 28 de abril de 2018, lo que encendió las alarmas en el proyecto hidroeléctrico Ituango, a partir de ahí, varios hechos, como el destaponamiento del túnel de desviación derecho el 12 de mayo, ese mismo año, que causó una avenida torrencial afectando a Puerto Valdivia, y otras acciones de EPM, entre ellas el taponamiento definitivo de dos túneles y la adecuación de la casa de máquinas, han sido noticias de la megaobra antioqueña, que avanza para demostrar que han valido todos los esfuerzos posibles y a hoy, dos años después, se ve con claridad que la contingencia ya casi se supera del todo.Inicialmente, este hecho se asoció con un taponamiento producido al interior del túnel y ese caos se mantuvo hasta la noche del domingo 29 de abril del mismo año, el reporte para ese entonces fue que la presión generada por el embalse, que se encontraba en la cota 278.03 msnm, removió de manera súbita el tapón y ocasionó una recuperación paulatina del nivel de descarga normal del túnel.La alerta roja se prolongó por varios meses, y a hoy, con varios hitos cumplidos, y después de que Empresas Públicas de Medellín se enfocaraen taponar estos dos túneles para definitivamente evitar los riesgos aguas abajo, y luego en terminar y poner en operación el vertedero, culminar el total de la presa en sus 435 metros sobre el nivel del mar, es válido afirmar que, paulatinamente, se han venido recuperando los modos y condiciones de vida de las comunidades impactadas por la contingencia.En ese esfuerzo de atención para la contingencia, las prioridades han sido tres, la protección de las comunidades ubicadas aguas abajo de la presa, como la primera medida, atendiendo el bienestar de las personas y cuidando sus vidas; el cuidado del ambiente, como el segundo asunto en prioridad, respetando y preservando los ecosistemas, y la recuperación técnica de la obra, en un tercer momento, esta como la etapa final para superar la crisis.Álvaro Guillermo Rendón López, gerente General de EPM, aseguró que en estos dos años de contingencia, la empresa no ha ahorrado esfuerzos ni recursos para disminuir los riesgos de las poblaciones localizadas aguas abajo del proyecto; en tanto, desde el primer momento el propósito fue sacarlo adelante, considerando que esta es una de las obras de infraestructura más importante del país y que cuando esté operando completamente su capacidad llegará a generar unos 2.400 megavatios de energía para atender las necesidades de más de ocho millones de hogares en el país.En la Hidroeléctrica Hidroituango estápuesto todo el futuro energético del país. No se puede olvidar que este constituye el “mayor reto que ha enfrentado EPM a lo largo de sus 64 años de historia empresarial. No solo durante su construcción, la empresa ha tenido que enfrentar y superar enormes dificultades de diversa naturaleza, sino también luego de la contingencia que se desató el 28 de abril”, recordó el gerente.Y cuando se habla de complejidades del proyecto, se deben destacar tanto las técnicas, como las geológicas e hidrológicas, de eso ha sido muestra toda la contingencia. Las mismas han ocasionado impactos significativos sobre el trabajo planeado, y de las mejores cosas que han quedado de la crisis está el hacer uso de las últimas tecnologías aplicadas a la construcción de este tipo de obras, buscando superar todos los desafíos generados.También, de estos dos años se puede destacar que el proyecto hidroeléctrico Ituango debió ajustar metodologías, recursos, logística y procesos, los cuales han permitido a EPM mostrar toda su experiencia en la planeación y desarrollo de este tipo de megaproyectos. Tampoco se debe olvidar que lo logrado en Hidroituango ha sido un reto también para la ingeniería colombiana.El de Ituango, es un proyecto de la Sociedad Hidroeléctrica de ese municipio, conformada por los socios mayoritarios el Idea, la Gobernación de Antioquia y EPM.Para llegar a lo que es hoy el proyecto, se diseñó el Plan de Acción Específico, que en la práctica es la hoja de ruta que ha guiado las decisiones y acciones de EPM en esta recuperación.Usted puede conocer las acciones para las comunidades impactadas por la contingencia en el siguiente gráfico:Así va recuperación de HidroituangoPensando ya en los logros a 2021, Empresas Públicas de Medellín estátrabajando a toda máquina para que el seguir adelante con las labores de recuperación de Hidroituango permita, finalmente, ponerlo a punto y que a finales de ese año comience a generar energía con la primera turbina de 300 megavatios.Entre los logros de la contingencia, a partir del día uno de la situación, se iniciaron las obras para corregir el desplazamiento, de 15 metros de su lugar de origen, de las dos compuertas, con el peso de 300 toneladas, en el túnel de 2.270 metros de longitud, ubicado a 207 metros sobre el nivel del mar.Con los trabajos, ambas compuertas fueron reinstaladas y lo que seguirá en el proyecto será colocar el tapón de concreto de 23 metros de longitud, que permitirá sellar la galería, según explicó William Giraldo, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM, aunque advirtió que para poder hacerlo “primero tenemos que desviar un agua que hay allí de 10 metros cúbicos por segundo”.Se debe precisar que, en toda la contingencia, EPM ha recibido acompañamiento del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard Antioquia).Ya la empresa logró instalar las compuertas, en 2019, y para julio o agosto de este 2020 estaría el tapón definitivo, y así se terminade desviar este caudal hacia el túnel de descarga intermedia para comenzar la construcción del sello definitivo.El vicepresidente de Proyectos también detalló que en el sector donde tuvo lugar la succión que taponó la GAD inicialmente, que es llamado Romerito, las cuadrillas de EPM ya llegaron hasta allí e iniciaron los trabajos de estabilización.De ahí, se continuarán obras en el caudal abajo para lograr conectar con la parte de captación, pues según William Giraldo, el asesor de la obra recomendó estabilizar esa zona para que todo el sector quedara revestido.Además, el diagnóstico del estado de las obras civiles identificó la necesidad de instalar nuevos tensores y pernos en el complejo de cavernas, así como cambiar el recubrimiento de concreto lanzado. Para ello, EPM ha avanzado en reparar y habilitar los túneles de acceso principal a casa de máquinas y de ventilación y evacuación y concluyó el bombeo del agua que inundaba el complejo de cavernas, esto ha posibilitado el ingresar al sitio y comenzar labores de limpieza, además de retirar el puente grúa principal y todos los equipos dañados en la inundación.Según la empresa, en este momento también se enfocan en “los trabajos de lleno y reparación de la oquedad que se encontró entre las captaciones 1 y 2, la cual ya está terminada y se encuentra en revisión final”. No obstante, la reparación del complejo de cavernas presenta un 65% de avance y el monitoreo diario de su estructura reporta un 100% de estabilidad.En cuanto a la presa, allí se instaló una pantalla bentonítica (un tipo de arcilla del mineral montmorillonítica de muy alto límite líquido) en el muro del embalse, entre las cotas 380 y 418 msnm, con el fin de impermeabilizar el lleno prioritario que se construyó durante la contingencia.Para el momento, el levantamiento del muro de la presa está en los 435 msnm, el nivel exigido por el diseño del Proyecto.Es importante reconocer que, con estas obras, el embalse puede operar adecuadamente aun ante una creciente de un período de retorno de 10.000 años. “El estado actual de la presa permite el control del máximo riesgo posible de la futura central de generación de energía, que es el paso 22.500 m3/s por el vertedero que sería el máximo caudal que pudiera traer el río Cauca en su historia. Con las labores de recuperación, este riesgo ha sido mitigado para proteger la seguridad de las comunidades ubicadas aguas abajo”, indicó la empresa en su portal web.Entre otros avances está que, en noviembre de 2019, se entregó a las comunidades la vía sobre la cresta de la presa, que permite la movilidad desde y hacia el municipio de Ituango, ubicado en el Norte de Antioquia. Igualmente, en el vertedero las obras están finalizadas y su operación es normal y estable, lo que constituye una buena garantía para las comunidades ubicadas aguas abajo, porque impide que en épocas de invierno se generen posibles crecientes súbitas. Además, opera a cabalidad, las 24 horas del día, el Centro de Monitoreo Técnico de EPM, con el cual se vigilan los principales frentes de obras civiles y el macizo rocoso, con los dispositivos especiales instalados, que evalúan permanentemente 650 variables geotécnicas, sísmicas, hidrológicas, hidráulicas y climatológicas, entre otras.Destacando que las obras para la mitigación de los riesgos en el proyecto deben continuar, y aun así con las cargas adicionales que ha traído la pandemia de la covid-19, sin duda han sido grandes los esfuerzos de EPM y de Antioquia para superar la contingencia, en la que se va por buen camino.También, puede conocer las acciones por la mitigación del impacto ambiental de la contingencia en la siguiente imagen:
Dar de alta y dar de bajaCuando uno está hospitalizado, no ve la hora de que le “den de alta”. Una de las palabras que más usan los militares, y los hombres de batalla en general, es “bajas” (una baja, dar de baja). Empecemos por la segunda: ¿tiene lógica decir “le dieron de baja al soldado Ramírez”? Sí, es lógico.Es cierto que cuando en el noticiero titulan “el Ejército dio de baja a tres guerrilleros” están diciendo, en lenguaje militar, que los mataron. Aunque usar “dar de baja” como sinónima de matar tiene mucho sentido y funciona perfectamente bien, realmente esta expresión significa “tomar nota de la ausencia de un individuo”, ausencia que puede ser fruto de una enfermedad, de la deserción o, cómo no, de la muerte.O sea que, en estricto sentido, si, por ejemplo, un militar muere en combate, le dan de baja cuando oficialmente “sale” de la lista, del Ejército. Mas, reitero, no pasa nada si se usa como sinónima de “matar en combate”.Lea también: No se dice “bajar ‘los sumos’” No solo se “da de baja” en el Ejército, también en cualquier organización. De hecho, es frecuente la expresión cuando, por ejemplo, sacan de una base de datos a algún individuo. A todos nos van a dar de baja cuando nos muramos.“Dar de alta” tiene su gemela “dar el alta”. Ambas funcionan y se usan, especialmente, cuando el médico considera que el paciente está curado y, por tanto, puede irse del hospital. Pero “dar de alta” también significa “incluir objetos en un inventario” e incluir a alguien en un registro (en ambos casos sería raro decir “dar el alta”).Entonces, el médico puede “dar de alta” y “dar el alta”. Ahora, si somos estrictos, muy estrictos, diremos “a María ‘la’ dieron de alta” o “a Pedro ‘lo’ dieron de alta”. Y “a María ‘le’ dieron el alta” o “a Pedro ‘le’ dieron el alta” (cosillas de la gramática que habría que explicar con tablero verde y tiza blanca).De esas que casi nunca usamosCantonear. Vagar sin oficio ni beneficio de una esquina a la otra. Un cantón es una esquina.
¿Bacinilla o bacenilla?Recuerdo que mi abuela decía “pato” o “mica” en vez de bacinilla. Ella mantenía una debajo de su cama, más grande que la de un bebé (lógicamente) y de peltre. “Bacinilla” tiene relación con “bacina” y con “bacín”, dos palabras que seguramente no usan, yo tampoco, y que significan “vasija, orinal…”.La otra es “bacenilla”, que es la forma que tomó “bacinilla” en algunas regiones. Así que las dos palabras aparecen en los diccionarios. Digamos que “bacinilla” fue primero, porque tiene relación con la expresión latina, del latín medieval para más precisión, “bacina”.También existe la forma “bacinica”, muy usada en algunas regiones de México. El idioma es así: no es que la RAE sea permisiva, es que el idioma no se puede amarrar, las palabras, por esencia, son seres libres. Cada grupo humano, sin darse cuenta ni pensarlo, elige sus palabras, y su escritura y su pronunciación.Un español que es uno y es varios bellos idiomasRecuerden que hay 22 academias de la lengua. Si les digo que la RAE es simplemente una más de ellas, falto a la verdad y le quito mérito. La RAE es más vieja que cualquiera y se ha ganado, en parte por el tiempo, en parte por sus diccionarios, sus libros sobre ortografía, sobre gramática, etc., su prestigio. La RAE dice que el español es policéntrico, es decir, no es más puro el español que se habla en Madrid que el que se habla en Quito: son dos idiomas y un solo idioma, porque un madrileño se entiende con un quiteño sin mayor esfuerzo, salvo que cada uno saque su repertorio regional, y eso que ni tanto, porque no creo que el hombre de Quito no sepa qué quiere decir el de Madrid con “necesito un coche”. Pero sí habrá palabras propias de cada región que el otro no comprenderá. Y si alguien piensa que el español de Madrid es más puro, pues le recomiendo que saque la calculadora y cuente en qué lado del Atlántico hay más hablantes de español, hispanoparlantes, mejor dicho.Lea también: Los diccionarios nacen viejosUnos dicen chamo, otros dicen chico, otros dicen pibe, otros dicen pelao, otros dicen parcero, otros dicen carnal… Palabras muy distintas, evidentemente, pero que forman parte del mismo idioma. Además, todas equivalen a amigo, joven, muchacho, vocablos que entendemos todos, en América o en España.Qué mala noticia o ¡qué mala noticia!¿Podemos exclamar sin signos de exclamación? Sí, señores (y señoras). Se puede escribir “qué mala noticia” o “¡qué mala noticia!”. Y no quiere decir que la segunda sea una exclamación más fuerte o triste que la primera: la idea es la misma. Recuerden, eso sí, que “cuando, como, que”, etc., llevan tilde si son exclamativos o interrogativos.Ahora bien, cuidado con esto, queridos lectores: anoten por ahí. No siempre estos elementos son exclamativos cuando están dentro de una exclamación ni interrogativos cuando están dentro de una interrogación. Miren:“Que viva la niña”: Esto equivale a “¡(Yo quiero) que viva la niña!”. Es una expresión de deseo.“¡Qué viva la niña!”: Estamos afirmando que la niña es viva, pero lo decimos con más fuerza, exclamando. “Qué (tan) viva (es) la niña”.¿Ven la diferencia? La semana que viene termino la explicación.Además: Defensa apasionada del parlache y la esquina
En contra:1. El comunismo ha sido de las peores pesadillas de la humanidad en dolor humano.2. Los dos más grandes líderes comunistas de la historia han sido al mismo tiempo los mayores genocidas. Entre Mao y Stalin mataron por gusto sádico, ambición y supuesta venganza a un número de personas inocentes superior a la población actual de Colombia.3. La mayor parte de los comunistas que aceptan la democracia en el fondo de sus corazones sueñan de todos modos con reemplazarla algún día por un sistema comunista.4. En general los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo que no parezca un ataque contra una religión.5. En medio de los auténticamente idealistas hay un buen número de personas con ideas comunistas que las han usado y las siguen usando exclusivamente para obtener beneficios para ellos mismos y para personas que piensan como ellos.Lea también: El fin de la historiaA favor:1. Si no es por la izquierda comunista la democracia no se hubiera transformado y seguiría siendo casi una injusticia institucionalizada como en sus comienzos lo era.2. Ha habido líderes de ideas comunistas que gobernaron bien democracias, y muchos de quienes han sido alguna vez comunistas luego se vuelven excelentes gestores de la democracia.3. La idea básica del pensamiento de izquierda de que no es justo que una minoría tenga beneficios excesivos por la penuria de la mayoría es perfectamente legítima.4. Por más que Cuba sea una pesadilla cotidiana para sus habitantes por culpa de Castro, especialmente por haber puesto misiles nucleares, hay menos crimen que en casi cualquier otro lugar del mundo.5. Mal que bien, sigue siendo cierto que la democracia capitalista que los comunistas tanto critican tiene serios problemas de corrupción e injusta redistribución.
El general Simón Bolívar subía por una calle de Quito en un magnífico caballo blanco y portaba uno de sus elegantes trajes de general. En el balcón en un segundo piso estaba una bellísima mujer que le lanzaba flores a los militares que marchaban por la calle. Ella cogió un enorme ramo de flores y lo lanzó cayéndole en la frente del Libertador pero él, sonriente, saludó a quien había lanzado las flores.Esa misma noche Bolívar y Manuela se conocieron, ella había sido presentada como Manuela Sáenz de Thorne e inmediatamente se enamoraron y vivieron una fantástica vida novelesca llena de encuentros teatrales, lo que solo cambiaría años después por los quebrantos de la salud del Libertador.Bolívar señalaba a Manuela como “mi loca adorable” pero es muy curioso que años después aparecieran cartas íntimas entre Manuela y Bolívar en las que se contaban sus pasiones románticas que marcaron sus vidas.Es interesante ver cómo Manuela fue tomando intereses por destacarse como militar asumiendo importantes rangos militares.Es justo que después de contar los momentos que vivieron Bolívar y Manuela se anote textualmente una carta de Bolívar a Manuela Sáenz:“Mi adorada Manuelita, tú me acechas entre el lecho de las acacias y los cedros aprisionando mi pobre humanidad, entre tus brazos yo me entrego a tal prisión como raptado por el encanto de tu sutil sonrisa y tus audacias, te amo, Bolívar.”Una carta de Manuela a Bolívar dice:“Mi amor idolatrado, hoy he recibido su apreciable carta del 16 de Junio que luego de leer con viva emoción me ha puesto a reír, cantar y llorar, bailar de emociones y alegría, hasta la llegada de esta he fumado tantos cigarrillos que estoy ronca y con la voz grave.”Finalmente, yo recomiendo leer detalladamente un libro de Carlos Álvarez Saá, que se titula ‘Manuela, sus diarios perdidos y otros papeles’. También recomiendo leer ‘Manuela mi amable loca’ de Carlos Hugo Molina Saucedo. En ambos libros se encuentra una enorme cantidad de cartas de Bolívar y de Manuela.
Décadas atrás, grandes empresas en el ámbito mundial comenzaron a implementar y a promover una modalidad de trabajo flexible que permitía a varios de sus empleados cumplir sus funciones desde un lugar diferente a la oficina en su empresa.International Business Machines (IBM), la reconocida multinacional estadounidense de tecnología y consultoría con sedes en todo el mundo, en la década de 1980 fue una de las pioneras en aplicar el teletrabajo argumentando el incremento de la productividad y la calidad de vida de sus colaboradores y llegó a tener el 40% de sus empleados trabajando desde lugares remotos. Sin embargo, desde finales del año 2016 ha decidido tener de regreso en las oficinas a los teletrabajadores. El argumento para el regreso es la innovación y el trabajo en equipo, pues consideran que los colaboradores suelen ser más creativos al contacto con los demás empleados.Pero además de IBM, otra grande, Yahoo!, también empezó a hacer regresar sus teletrabajadores a las oficinas de la empresa. Esto conduce a una pregunta: ¿Estamos ante el principio del fin del teletrabajo?¿Se trata de una moda efímera que está cerca de morir, sin haberse impuesto aún en Colombia?Sus inicios En la década de 1970 en medio de la crisis petrolera mundial, producto del boicot árabe a las naciones que apoyaron a Israel en la guerra del Yom Kipur, se generó un fuerte efecto inflacionario, y una afectación que impactó con mayor fuerza a Estados Unidos. En este escenario el físico e ingeniero Jack Nilles, fue, según varias publicaciones, “el padre del teletrabajo”. Nilles se atrevió a pensar en nuevas formas de optimización de los recursos no renovables y con la premisa de “llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo”, creó el término “Telecommuting”, que hace referencia a la labor que desarrolla un empleado sin necesidad de desplazarse hasta su oficina, es decir que puede desempeñar su cargo desde un sitio remoto el cual casi siempre es su hogar. Esto principalmente para reducir costos y tiempo de movilidad del colaborador a su lugar de trabajo. El modelo que aumentó la productividad no tuvo gran acogida porque el desarrollo tecnológico en ese momento no estaba tan avanzado como hoy en día.Lea más sobre:El teletrabajo no es tan bueno como lo pintanPero a mediados de la década de los 80, la transferencia de archivos, la aparición de la world wide web y el avance de aplicaciones móviles, abrieron un espacio y favorecieron el teletrabajo.En América Latina, con la crisis económica ocurrida entre 1998 y 2002, la tasa de desempleo fue superior al 20%, lo que permitió que las compañías pensaran en modelos alternativos de empleo organizado que recortara costos. Con el uso del internet también muchas personas comenzaron a trabajar con las herramientas que la red les ofrecía y vendieron sus productos por la web.En 2008 el Congreso de Colombia expidió y aprobó la ley 1221 que regula y aprueba la modalidad de teletrabajo y, en mayo de 2012, el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto 0884 reglamentario de la ley de teletrabajo y nació la comisión asesora de teletrabajo, con funcionarios del Ministerio de Trabajo (MinTrabajo) y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC). En julio de 2012 se realizó en Bogotá la primera feria de teletrabajo.A 2016, según los resultados del Tercer estudio de penetración y percepción del Teletrabajo en Colombia, realizado por el Centro Nacional de Consultoría, la Corporación Colombia Digital y los Ministerios TIC y del Trabajo, hay 95.439 teletrabajadores y 10.739 empresas que han implementado esta modalidad.¿Está vigente el Teletrabajo?En cuanto a la vigencia de esta modalidad, especialmente en Colombia, Mariano Gentilin, profesor-Investigador del departamento de Organización y Gerencia de la Universidad Eafit, considera que el teletrabajo en el país no solo está vigente si no que experimenta una tendencia de crecimiento. “Actualmente, ya son más de 10.000 empresas del país las que lo están implementando.Una cifra que ha crecido un 146% en los últimos 4 años (2012-2016), al pasar de 4.300 a 10.000.Según una declaración de David Luna, titular del MinTic, para el 2018 el gobierno planea llegar a 120.000 teletrabajadores en todo el país, por medio del Pacto para el teletrabajo (Alianza público-privada que genera una cooperación para impulsar el teletrabajo). Actualmente, las cifras en las principales ciudades del país son: Bogotá: 55.800; Medellín: 25.000 y Cali: 5.700 teletrabajadores”.La Ley 1221 de 2008 establece tres modalidades que, de acuerdo al perfil y al cargo, diferencia tres tipos de teletrabajo o teletrabajador: autónomo, suplementario y móvil.El teletrabajador autónomo aplica para los trabajadores independientes que realizan sus funciones por medio de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desde cualquier lugar a su elección.El suplementario es aquel que desempeña las funciones de su cargo de manera presencial unos días en la empresa y otros días desde un lugar remoto usando las TIC, es decir, alternan el teletrabajo y el trabajo presencial. El teletrabajador móvil es el que se vale de los dispositivos móviles para desarrollar las actividades laborales y puede no estar presente con frecuencia en la organización u oficina. No tienen un lugar determinado para trabajar.También le puede interesar:Colombia apunta a 120.000 teletrabajadores en 2018Heidy Balanta, abogada especializada en derecho informático y nuevas tecnologías, precisa que, para hablar de la vigencia del teletrabajo, también se tiene que tener en cuenta el tipo de teletrabajo que se ejerce en un país. “No es que se esté eliminando, lo que se está proponiendo es un modelo híbrido, horarios flexibles, espacios de trabajo colaborativo, donde no se vea la jerarquía, que sean espacios horizontales, no verticales, más descentralizados. Donde se puede trabajar algunos días desde la casa o en otro lugar, pero también puede hacerse desde la empresa”, comentó. Y precisó que la movilidad que permiten las TIC contribuye al teletrabajo.Por su parte, el director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), Carlos Julio Díaz, opina que “el teletrabajo hace parte de un desarrollo natural de la tecnología de información y de comunicaciones, que permiten que alguien pueda laborar por fuera de una oficina y además favorece la inclusión”, es decir, que personas en situación de discapacidad puedan también emplearse.Sin embargo, Díaz indica que uno de los principales problemas del teletrabajo, es que se pueden fácilmente descuidar los espacios, es decir, “hay un riesgo de sobrepasar esa delgada línea entre la vida laboral y la vida privada de un empleado. Y mucho más en un contexto que se está exigiendo por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como órgano de directrices en temas del trabajo, buscar una separación entre estas dos partes, la vida laboral y la necesidad de que el trabajador tenga tiempo para su familia y vida social”.¿Cómo se estáimplementando en Colombia?En el país el teletrabajo está creciendo fuertemente sobre todo en la modalidad autónoma y los suplementarios o híbridos.Gentilin analiza que “según un estudio realizado por Citrix (corporación extranjera especializada en temas informáticos) el 70% de los empleados de las empresas demuestran mayor motivación por la implementación de esquemas de teletrabajo, debido a que les ayuda con su productividad, con la gestión de los tiempos y les brinda mayor autonomía para progresar de forma profesional y personal”.Colombia es uno de los primeros países en tener una normatividad para regir el teletrabajo y cuenta con una asesoría conjunta que disponen los ministerios del Trabajo y de las TIC. Explica Balanta que “el decreto lo que hace es impulsar el teletrabajo. La legislación aquí, en vez de ser una barrera, ha sido algo muy positivo y las empresas lo han visto así”. Ambos despachos son los encargados de brindar asesoría y acompañamiento a todas las organizaciones que decidan implementar esta modalidad para sus empleados.¿Y qué ocurre con los riesgos laborales, ahora que la persona no está en la oficina? Según el decreto 0884 que regula la ley del Teletrabajo, las organizaciones deben asesorarse, e informar a la Aseguradora de Riesgos Laborales (ARL) que tienen contratos bajo esta forma de empleo. Porque la aseguradora tiene que saber que esa persona no está en el sitio formal del trabajo, sino que está en un sitio alterno que puede ser su vivienda. Por ello la empresa debe hacer una visita para verificar si ese lugar cumple con las condiciones para teletrabajar.La empresa debe visitar el lugar de trabajo de los teletrabajadores y debe garantizarles las condiciones adecuadas para el desempeño de sus funciones.Por su parte, en las principales ciudades del país también se ha visto un crecimiento de la implementación del teletrabajo, por ejemplo en Bogotá hay 55.848 teletrabajadores a 2016, según el Tercer estudio de penetración y percepción del Teletrabajo en Colombia, realizado por el Centro Nacional de Consultoría, la Corporación Colombia Digital y los Ministerios TIC y del Trabajo, y en Medellín existen, a la misma fecha, 25.081 trabajadores bajo esta modalidad.De acuerdo con esto, señala Gentilin, “en Medellín, la segunda ciudad más importante del país en relación a la adopción del teletrabajo, existe actualmente un gran énfasis en la promoción de esta modalidad. Además de los potenciales beneficios en materia laboral, el teletrabajo se vislumbra como una posible herramienta para mitigar las problemáticas de movilidad y ambiental. De hecho, una reciente publicación científica realizada por académicos en el journal Energy Policy, demuestra cómo la adopción de un programa de teletrabajo en el área metropolitana de Medellín, entre otros factores, ayudaría a reducir un 10% las emisiones de dióxido de carbono.”Pros y contras del TeletrabajoA esta modalidad de trabajo se le conocen muchos beneficios y ventajas para las empresas que lo adopten y para los empleados, sin embargo, también se le reconocen retos y desventajas para llegar a ser más estable, sobre todo en Colombia.Los retos que enfrenta son principalmente los referidos a los recursos tecnológicos pues no todas las organizaciones cuentan con ellos, además de que los avances en este campo ocurren a grandes velocidades. Por si fuera poco, el tema cultural, es decir, el de un jefe que vea como normal no tener al empleado a la vista para poder controlarlo, es quizás uno de los mayores retos.Herlaynne Segura Jiménez, comunicadora social - periodista con énfasis en comunicación digital, periodismo digital y teletrabajo, opina que hay muchas personas que creen que el teletrabajo no existe porque es muy difícil encontrar una vacante con las características de dicha modalidad, sin embargo cree que la manera para implementarlo también es proponiéndolo en las empresas. “Es difícil de encontrar teletrabajo porque todavía hay muchas resistencias, todavía muchas se oponen. Para que se implemente en una empresa hay que promoverlo y proponerlo para disminuir esa resistencia al cambio, un paradigma de la presencialidad.”, añadió Segura Jiménez.Balanta opina que “el teletrabajo está para quedarse pero no como lo concebimos. Aún nos falta mucho tiempo por avanzar como lo entendemos. De hecho no creo que tengamos todavía claro todos los beneficios que pueda tener, pero hace parte también de nuestro mismo proceso cultural”. Añade la profesional del derecho que si se tiene el criterio claro de cómo se debe trabajar de manera efectiva, el teletrabajo también avanza.Asimismo opina Gentilin, que el teletrabajo también trae consigo una serie de desventajas, por ejemplo, “promueve menos oportunidades para las relaciones personales, reduce los espacios de interacción informal, se pierden las potencialidades del trabajo en equipo, puede provocar falta de compromiso y aislamiento profesional, entre otros aspectos”.Díaz, de la ENS, advierte: “Es un tema que requiere de mayor precisión en los impactos que tiene en riesgos en seguridad y salud en el trabajo. Son temas que se deben estudiar, todavía en Colombia hay muy poca investigación.”Experiencias con el TeletrabajoAlgunas organizaciones que han implementado el teletrabajo, cuentan sus experiencias.Universidad Católica del NorteDaniel Arcila Posada, director de gestión humana y teletrabajo de la Universidad Católica del Norte, comentó: “En esta institución pionera de la educación virtual y el teletrabajo desde hace más de quince años, actualmente todos los docentes universitarios ejercen sus labores en la modalidad de teletrabajo, a su vez algunos de nuestros administrativos también ejecutan dicha modalidad de forma parcial (suplementaria)”. Registrados bajo dicha modalidad cuentan con 180 personas.BancolombiaPara Bancolombia el teletrabajo es un tema totalmente vigente, precisa Lina Vergara Correa, líder de esquemas flexibles de trabajo: “Somos conscientes de que el teletrabajo es una metodología que nos aporta no sólo eficiencia en la organización sino equilibrio en la vida laboral y personal de los colaboradores. Tomamos la decisión de llegar a este modelo precisamente por un tema de eficiencia, porque le aportamos a la organización y le contribuimos con relación a los puestos de trabajo y con la calidad de vida de nuestros colaboradores porque les permitimos hacer balance, dado la cantidad de beneficios que tiene el modelo. Esto nos permite que las personas ganen en calidad de vida con relación a disminuir su transporte y eso implica ganar horas para poder compartir con su familia y eso no significa que no tengan un compromiso con el servicio”.Alcaldía de CopacabanaEsta alcaldía es una de las organizaciones que en el país han firmado el Pacto por el teletrabajo y ahora están en proceso de implementación de dicha modalidad. Marta Toro Murillo, secretaria de Servicios Administrativos, cuenta por qué decidieron sumarse a esta forma de empleo. “Con este modo de trabajo la administración municipal de Copacabana pretende disminuir el consumo de hidrocarburos, de igual forma motivar a los servidores públicos para que se incremente la productividad mejorando la salud mental de las personas que quieran participar dentro de esta modalidad de trabajo”.ArusArus, compañía de soluciones integradas de tecnología, tiene implementado el teletrabajo desde hace tres años. Según Catalina Restrepo Duque, gerente de bienestar y entorno, es importante hacer una evaluación del candidato y sus condiciones, entre otros aspectos, y concluye: “La experiencia ha sido exitosa cuando se sabe hacer la evaluación previa de los prefiles, los cargos y los recursos, la modalidad es exitosa”.Víctor Hugo Buitrago Sierra, Teletrabajador autónomo“En mi caso era suplementario, algunos días de teletrabajo otros presencial, el trabajo era por cumplimiento de metas por lo que no tenía un seguimiento intenso de un jefe.En teletrabajo se debe estar conectado todo el día, disponible para cualquier requerimiento. La experiencia es muy buena, trabajas más tranquilo, sin tener que desplazarte a una oficina, te permite hacer otras cosas al tiempo”, precisa Buitrago Sierra.