El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
FICHA TÉCNICAAño: 2019 Duración: 132 minutos País: Brasil Dirección y guion: Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles Música: Mateus Alves, Tomaz Alves de Souza Fotografía: Pedro Sotero Reparto: Udo Kier, Sonia Braga, Jonny Mars, Chris Doubek, Karine Teles, Alli Willow, Brian Townes, Antonio Saboia, Barbara Colen, Thomas Aquino Productora: Coproducción Brasil-Francia Género: Acción. Thriller. Western | Realismo mágicoBacurau es un pueblo imaginario al nordeste de Brasil que sus directores Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles han creado para entregar la última producción de ese país. Una historia apasionante que nos recuerda al estilo de Sergio Leone con sus películas del oeste de los años sesenta. Bacurau es un western demente y sicodélico que llama visualmente la atención por su historia salida de una idea descabellada y sangrienta.Lea también: Adam la ópera prima de Maryam Touzani es sencilla y mágicaLa cinta avanza hacia el enfrentamiento entre los residentes de una aldea matriarcal y un grupo de visitantes norteamericanos adinerados, liderados por Udo Kier, que han acordado cazarlos por deporte. Lo que no esperaban ellos, en esa tierra olvidada, era que sus habitantes con la ayuda de una droga psicotrópica defendieran sus vidas.Los directores comenzaron a idear la película en 2009 y se demoraron diez años en volverla realidad. Las dificultades que tuvieron para conseguir los recursos y hacer todo el proceso de promoción y distribución fue complicado en su país. Y eso, que Bacurau obtuvo el reconocimiento de la crítica internacional y de las organizaciones de festivales, pero no fueron suficientes para tener apoyo del gobierno brasileño y la negación de los permisos por parte de Ministerio de Cultura para filmar en su país.A pesar de ello, la cinta obtuvo el Premio del Jurado (ex-aequo) en el Festival de Cannes, al igual que la Mejor dirección. Además, obtuvo el Premio de la Crítica y Jurado Joven del Sitges Film Festival y Mejor música original en el Festival de La Habana.Además, el reconocimiento de tres premios más en el ABC Cinematography Award, Mejor película extranjera en el Key West Film Festival, tres más en Lima Latin American Film Festival hacen parte de la cadena de estímulos que ellos han conseguido sin el apoyo del gobierno de su país. Otro aspecto para destacar, es que, en su país, demostró que fue un éxito en la taquilla, recaudando $2.6 millones de dólares y superando a cinta como Knives Out Bohemian Rhapsody.¿Qué es Bacurau? una historia fascinante por la forma en que se construyen sus personajes a través de un hilo argumental que mueve al espectador. Dos personajes, ambos femeninos sostienen gran parte de la película, pero hacen papeles secundarios: Teresa (Barbara Colen), la profesora que llega a su pueblo natal para asistir al entierro de su abuela de 94 años y Dominga (Sonia Braga), la médica local que es alcohólica, pero que defiende con coraje la vida de sus vecinos.También, hay que sumar otro tanto de personajes creados para el filme: un trovador, una dulce prostituta, su proxeneta pelirroja, un gángster reformado que no puede entender cuál debería ser su nombre civil, y un DJ que proyecta videos de YouTube en una pantalla móvil en el centro de la ciudad y lanza alertas de noticias en vivo a través de su sistema de altavoces para que todo Bacurau las escuche, un alcalde corrupto que busca comprar con sus votos a la población enviándoles alimentos vencidos y libros de segunda para la incipiente biblioteca.Es una cinta que recoge a través de su historia el inicio de una defensa de la comunidad por sus tierrasY por supuesto, Bacurau, el pueblo, es atípico por lo pequeño de su población que tiene: biblioteca, museo, iglesia, farmacia, emisora ambulante, prostitutas, escuelita, parque y una banda de forajidos buscado por la justicia.Bacurau es un pueblito olvidado en la extensa geografía brasileña, pero sus habitantes están orgullosos de lo que tienen, ya que las raíces siguen intactas. Hay una escena, donde el maestro de la localidad muestra a sus alumnos donde está ubicado el pueblo de manera digital y no aparece registrado. Y así es el comienzo del asedio de ese grupo de soldados americanos liderados por un cínico Udo Kier que quieren borrar a Bacurau sin que su población y el mundo se enteren de los propósitos que tienen.Bacurau se convierte en un pueblo más olvidado, con un alcalde corrupto que ha cerrado la presa de agua para suministrarle el precioso líquido a sus habitantes, el carro tanque con agua que lo lleva el baleado y se pierde algo del mismo. El aislamiento de las comunicaciones, el bloqueo de las señales de celular, el dron en forma de platillo volador que vigila los accesos al pueblo, el cerramiento de sus vías son el comienzo de una cinta que recoge a través de su historia el inicio de una defensa de la comunidad por sus tierras y habitantes, con una Sonia Braga brillante que llena la pantalla con la actuación.Le puede interesar: Les Misérables: La fascinante historia de Ladj LyFinalmente, Bacurau es una cinta surrealista que entra al género de acción en un formato de pantalla ancha, al estilo western italiano de los años 60, que desemboca con escenas violentas y el anhelo de una comunidad que quiere sobrevivir. Un filme que cuestiona los principios estéticos y morales de una población y la fantasía por lo cruel en algunas escenas que tocan el alma de los espectadores.BSO RECOMENDADA‘The Bodyguard’Compositor: Alan SilvestriCon 44 millones de copias vendidas ‘The Bodyguard’ encabeza el listado de los soundtrack más vendidos en la historia. La canción más popular de este álbum de 1992 fue «I Will Always Love You», interpretada por la fallecida Whitney Houston. Escucha nuevamente su música en www.bandassonoras.coFacebook: Bandas Sonoras
¿Dulcecito o dulcesito?La construcción de estos diminutivos causa muchas dudas, aunque la norma es de las más sencillas del sistema ortográfico del castellano/español. Miren: el elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo (¿recuerdan?: prefijos, interfijos y sufijos). Este sufijo que usamos para formar diminutos se escribe con ce: “-ito” se convierte en “-ecito”, “-ececito” o “-cito”.Pero si la base, es decir, aquella parte de la palabra que no cambia, tiene la consonante ese, lo que hacemos es agregar el sufijo “-ito”: oso se convierte en osito, casa en casita, cosa en cosita, porque la otra opción, incorrecta por supuesta, sería, por ejemplo, “cascita”, y no, no funciona así.Lea también: ¿Ultimadamente o últimamente?Ahora, piensen en esto: ¿cómo formarían el diminutivo de clase? Pronuncien el diminutivo. ¿Ya? Notaron que la palabra no sufre ningún cambio y que se le agrega “-cita”. ¿Qué queda?: clasecita. Es muy diferente al caso de osito, que la forman “os” más “-ito”, mientras que a clasecita la forman “clase” más “cita”.De esas que casi nunca usamosFlamear. No es tan tan rara porque usamos palabras como flama o inflamable. Este verbo viene de la palabra latina flamma, que significa “llama”, por eso tenemos la ya citada flama (que puede significar “llama” o “reflejo que la llama produce”), y también por eso inflamable es aquello que se enciende con facilidad y causa, por lo tanto, llamas. ¿Pero qué es flamear? Pues puede ser “echarle” llamas a un alimento usando licor. Puede ser, también, “echarle” fuego a un animal muerto para acabar de quitarle las plumas o los pelos, según sea la especie. O quemar la superficie, por ejemplo, de un recipiente para esterilizarlo.Pero también tiene un significado sin fuego: “Dicho de una bandera: Ondear movida por el viento, sin llegar a desplegarse enteramente” (imagínense una bandera colgada en un barco).
La cartaDesde hace muchísimos años, nuestros queridos padres católicos fervientes, nos daban la orden que sin la “Carta al Niño Jesús” los regalos no llegaban. Pedíamos de todo así fuera con garabatos de letras escritos y como algo milagroso los regalos aparecían debajo de la cama al brillante amanecer del 25 de diciembre. Describir las alegrías de ese día es imposible, todo daba para sentir una inmensa y extraña sensación que se combinaba con el rico desayuno y todo un día de solo jugar. Creíamos que esa carta que poníamos debajo de la almohada era recogida por un ángel mandado del cielo.Los regalos tienen la tradición histórica de los pastores y los Reyes Magos que le llevaron ofrendas al Niño Jesús. Y la historia cercana viene de la petición de San Agustín que en estas fechas se practicara la caridad con los regalos y San Francisco invitó a compartir en la Nochebuena la mesa.Aquí están los dos temas, los regalos y las invitaciones, los dos van de la mano, son inseparables en estas fechas.Los regalosLa época no está para sacar millones de los bolsillos. El regalo de los aguinaldos son pequeños detalles, sobre todo regalos de “comida y licores”. Galletas, chocolates, frutos secos, tortas, panes. También pueden ser y están muy de moda los artículos para el hogar: un bonito cojín con motivo navideño, jarros, vasos, platos, bandejas, adornos y figuras de Navidad y algo que es indispensable y que adorna la mesa son unas bonitas servilletas.Lea también:Alegrías de diciembreSi a usted lo invitan a una cena, no se presente con las manos vacías, puede llevar una botella de vino, en este caso las cavas y espumosos son el ideal para hacer un brindis, también unos panes navideños o un postre de Navidad.Es importante que a cualquier invitación que asista, siempre investigue un poco de los gustos de sus anfitriones. No es bueno que se presente con algo que a ellos no les guste o no puedan comerlo. Por ejemplo si la dama anfitriona sufre de diabetes no se presente con un postre de arequipe. Hoy día hay en pastelería y dulcería muchas opciones elaboradas con los endulzantes especiales. Estas invitaciones resultan ser muy familiares, la época se presta para encuentros de tiempos atrás.La etiqueta, como su palabra lo dice, nos muestra tal y como somos, la etiqueta es la base de los detalles, del hacer sentir muy bien a nuestros invitados. Recuerde que el servicio a la mesa es el de servir por la izquierda los platos y retirar los mismos por la derecha. Pero los licores se sirven por la derecha.Recuerde tener una música agradable pero que no moleste al vecindario. Si la invitación es con niños tenga para ellos algo especial de entretenimiento y cosas curiosas en el menú. Si la cena no es de formalidad y el plato llega servido, es por la derecha que se coloca. El brindis lo debe hacer por la Navidad y por el Nuevo Año el anfitrión. Si usted no puede tomar licor, no importa, en este momento del brindis usted puede brindar y desear alegrías aunque sea con su copa de agua.Piense que con estas invitaciones de diciembre y enero, el cuerpo no tiene por qué ir escaleras arriba con la talla. Sea prudente con el exceso de calorías y licores.Más información:Inicia el tiempo de Novenas en MedellínSi la invitación es para la cena de Año Nuevo y usted es de los que tiene rituales y agüeros, decida por su suerte. No se presente ni de maleta, ni con los bolsillos soplados de lentejas. No muestre que sus cucos son amarillos, no le queme la casa a su anfitrión con los sahumerios. Estas creencias de la “buena suerte” se pueden practicar durante los cinco primeros días del año. Lo que sí es cierto es que el vestir de “negro” no es lo más recomendable para recibir el año, compre la pinta más hermosa en blanco, rojo, dorado o plateado.Si usted es la anfitriona de cualquiera de las cenas no se complique con el menú. Hoy se pueden sugerir platos deliciosos sin que sean pesados. Es más, recuerde que los colores tradicionales de la Navidad son el rojo, verde y dorado y la mesa usted la puede poner en estos colores.Una sopa de remolacha, un risotto de espinacas, un salmón de costra plateada sobre una cama de variedad de lechugas, unos pimientos rojos y verdes rellenos, unos rollitos de pavo rellenos de verdura. Pueden picar con unas mini empanadillas de manzanas, frutos secos y miel. El postre… chocolates, torta de Navidad con helado o un flan frío de mango. Nuestros dulces tradicionales merecen estar en la mesa de celebración con la natilla, los buñuelos y las hojuelas.Detalles1-Es de etiqueta presentar con nombre y apellido a los invitados que no se conocen.2-Es muy importante tener en cuenta los arreglos florales y los elementos significativos de la Navidad como las uvas.3-Tener todo listo y a tiempo, licores fríos y cristalería adecuada.4-Es de etiqueta dar las gracias enviando un mensajito, una llamada o una tarjeta.5-El 6 de enero es el día de Reyes y es una fecha en donde en especial se pueden mandar regalos o un detalle a esas personas a quienes se nos pasó hacerles una atención en Navidad.Feliz Navidad – Feliz Año 2018.
En contra:1. El comunismo ha sido de las peores pesadillas de la humanidad en dolor humano.2. Los dos más grandes líderes comunistas de la historia han sido al mismo tiempo los mayores genocidas. Entre Mao y Stalin mataron por gusto sádico, ambición y supuesta venganza a un número de personas inocentes superior a la población actual de Colombia.3. La mayor parte de los comunistas que aceptan la democracia en el fondo de sus corazones sueñan de todos modos con reemplazarla algún día por un sistema comunista.4. En general los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo que no parezca un ataque contra una religión.5. En medio de los auténticamente idealistas hay un buen número de personas con ideas comunistas que las han usado y las siguen usando exclusivamente para obtener beneficios para ellos mismos y para personas que piensan como ellos.Lea también: El fin de la historiaA favor:1. Si no es por la izquierda comunista la democracia no se hubiera transformado y seguiría siendo casi una injusticia institucionalizada como en sus comienzos lo era.2. Ha habido líderes de ideas comunistas que gobernaron bien democracias, y muchos de quienes han sido alguna vez comunistas luego se vuelven excelentes gestores de la democracia.3. La idea básica del pensamiento de izquierda de que no es justo que una minoría tenga beneficios excesivos por la penuria de la mayoría es perfectamente legítima.4. Por más que Cuba sea una pesadilla cotidiana para sus habitantes por culpa de Castro, especialmente por haber puesto misiles nucleares, hay menos crimen que en casi cualquier otro lugar del mundo.5. Mal que bien, sigue siendo cierto que la democracia capitalista que los comunistas tanto critican tiene serios problemas de corrupción e injusta redistribución.
“¿Cuándo estaba pequeño usted bailó y jugó con la ronda infantil que rezaba ‘la colita es mía, es mía doctor…’?. El autor de esos recuerdos…”.El autor es el payaso Miky y ha fallecido. Y sí bailé, canté y jugué mientras sonaba “la colita es mía, es mía, doctor, la inyección, no, no, no…”. Aquí está el primer error, que no lo cometió el autor de la canción (digo, no sé cómo escribía él la letra de su canción), sino, en este caso, el redactor de este texto publicado en el perfil de Facebook de un periódico.El primer error es que se comió la coma entre “mía” y “doctor”. Yo sé que ahí no hay pausa, que parece que no hubiera coma, pero resulta que sí va coma, y obligatoria. “Doctor” funciona como vocativo y los vocativos se separan con comas. Ya les ha hablado sobre el vocativo: “hola, Juan”, “no me diga mentiras, hermano”, “dígame, mi amigo, si lo ofendí”. Juan, hermano y mi amigo son vocativos en estos casos específicos.El segundo error es el punto que puso después del signo de interrogación. La secuencia “?.” no se usa: no se pone punto después de la interrogación de cierre porque esta ya tiene un punto. ¿Cómo va entonces?: “¿… la colita es mía, es mía, doctor…? El autor…”, y listo. Por eso, después del signo de interrogación que cierra va mayúscula, siempre y cuando no haya otro signo. “¿Dónde estás?, me preguntó”. Está perfecta: si hay coma, va minúscula. O, también correcto, “¿dónde estás? Me preguntó”.¿Rezar puede ser sinónimo de “decir”?Miren que el redactor escribió “ronda infantil que ‘rezaba’”. Y está bien. De todas maneras, los significados de las palabras cambian. Una palabra puede terminar significando cualquier cosa a la vuelta de los años. Por ejemplo: hace 50 años “navegar” hacía pensar en barcos, en el mar, en un marinero, en islas, en el Caribe, etc. Pero hoy, lo primero que pensaron, díganme si no, cuando leyeron “navegar”, fue internet.En fin: rezar, además de dirigir una plegaria a Dios, a un santo, a María Auxiliadora, significa “decir algo”, pero se refiere específicamente a un escrito. “El libro reza tal cosa”, “esta columna reza tal otra”.Curiosidades: dos palabras y una tildeTríada: con tilde en la i, significa conjunto de tres cosas, de tres seres relacionados entre sí. “El amor, la paz y el perdón son una tríada invencible”.Triada: viene del verbo triar, que significa “escoger”. Este verbo es poco usado y es muy frecuente que se use triada con el significado de tríada.
En el sucederse escándalos a que los grandes medios de comunicación y las redes sociales se han acostumbrado, ellos mismos comienzan a pasar la página de la importante, aunque no siempre razonable, discusión sobre los derechos a la vida, la paternidad y la salud mental, abierta por la decisión de Profamilia -que no tiene la siquiatría entre sus especialidades médicas- de practicarle un aborto a una mujer de 23 años que se encontraba en el séptimo mes de gestación, alegando razones de salud mental que ponían en riesgo a la madre. Al tomar esa decisión la IPS desoyó al padre que esperaba el alumbramiento de su hijo para hacerse cargo, y no aclaró si el riesgo para la mujer no se acrecentaba con un procedimiento tan desestabilizador emocionalmente, como abortar a un hijo.Lea también: La despenalización del abortoLa confusa situación en que se sacrificó al bebé ya viable, toda vez que había cumplido siete meses de gestación (ver gráfico) se originó en la incapacidad del Congreso para legislar sobre la interrupción voluntaria del embarazo, frente a una decisión llena de vacíos, como es la sentencia C-355 de 2006, en la que la Corte Constitucional dictaminó la legalidad de abortos practicados en tres situaciones extremas. Aunque la decisión judicial fue precisa en el establecimiento de esas causales, dejó abiertas discusiones sobre los límites de la sentencia, especialmente sobre el significado de riesgo para la vida y la salud de la mujer gestante, y los tiempos en que pueden los interesados solicitar y participar del aborto.Lo invitamos a leer: Aborto y objeción de concienciaEn el hecho, dos derechos que la Constitución de 1991 reconoce como prevalentes fueron subsumidos por un derecho, cuyo riesgo de vulneración no es claro. La Organización Mundial de la Salud ha determinado que el 75% de los niños sietemesinos, o sea nacidos entre las semanas 32 y 36 de gestación viven y se desarrollan en buenas condiciones. Con tales realidades, es preciso que el Congreso -y no la Corte Constitucional como ahora se pretende- determine un momento límite razonable para la interrupción voluntaria del embarazo en las condiciones extremas que esa Corte declaró irreversibles, según la sentencia que tuvo como ponente al magistrado Jaime Araújo. Mientras se toman las decisiones necesarias, queda también abierta la discusión que debe aclarar si Profamilia y la madre violaron el derecho fundamental del bebé a la vida, garantía que tiene especial protección constitucional en el marco del respeto a los derechos de infantes y adolescentes.Le puede interesar: Dura reprimenda de la CorteLa discusión sobre este acto sobre el que no se precisa si es infanticidio o aborto trascendió la privacidad que cobija a los hechos médicos por decisión del padre, quien hasta hace poco tuvo una relación estable con la madre, con quien al parecer había acordado concebir un hijo. En busca de que el derecho de su hijo a vivir fuera protegido, el padre interpuso acciones judiciales para que se ordenara a la madre, la EPS y a la IPS Profamilia detener el aborto. Dado el respaldo legal a que el padre asuma la patria potestad de sus hijos en caso de que la madre no pueda hacerlo -y considerando los esfuerzos para que los infantes en proceso de adopción sean entregados a sus familiares hasta el quinto grado de consanguinidad y las demandas por la paternidad responsable- resulta incoherente, si no ilegal, que Profamilia aborte a un bebé que era esperado por el padre y su familia para acogerlo como miembro bien recibido.Lea: Adopción, derechos y presionesEn este proceso, Profamilia determinó, sin ser juez, privilegiar el derecho de la mujer a su salud mental, certificado por esa entidad, aunque éste había sido desestimado por la EPS Universidad del Cauca, a la que se encuentra afiliada la mujer. Dado que el padre ha realizado denuncias que deben producir investigaciones que sopesen los acontecimientos en discusión, es preciso esperar las decisiones que deben ofrecer claridad sobre las razones por las que la IPS privada dio prioridad a los derechos, en discusión, de la madre, sobre derechos especialmente protegidos y fundamentales: los de la infancia, el derecho fundamental de la vida, y el derecho del hombre a la paternidad que había escogido.Este debate, en el que muchos de los participantes han promovido discursos fundamentalistas sobre los derechos de la mujer, transcurre mientras la Corte Constitucional estudia una demanda contra la vigencia de la sentencia C-355 de 2006, análisis que ha abierto las puertas a un debate en que algunos magistrados proponen aprovechar la demanda para ampliar, otra vez mediante sentencias con ánimo legislativo, las razones y posibilidades de las mujeres a abortar, insistiendo en una deformación ideológica que niega o minimiza la paternidad, sus deberes y derechos. Amenazado por otra invasión a su órbita, el Congreso se hace de la vista gorda, eludiendo la obligación de asumir discusiones que comprometen derechos fundamentales y otros especialmente protegidos por la Constitución.