Salud

Keys for choosing repellents against Chikungunya
Claves para elegir repelentes contra el chikunguña
Autor: Redacción EL MUNDO
24 de Marzo de 2015


Es determinante tener en cuenta las reacciones adversas y contraindicaciones que declara el repelente de su elección. Las personas que se encuentran en mayor riesgo son las madres gestantes, los pacientes mayores de 65 años y los recién nacidos.


Foto: Cortesía 

Según el Ministerio de Salud, los casos en Colombia se multiplicaron catorce veces en cinco meses.

En la actualidad hay en el país un reporte de 213.021 casos de personas afectadas con el virus del chikunguña. Bolívar es el departamento más contaminado por la enfermedad, pues tiene 30.834 casos y supera a Norte de Santander, Tolima, Huila y Sucre.  


Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, uno de los factores principales en la prevención y el control del chikunguña se basan en la aplicación de repelentes con componente IR3535, Deet o Icaridina, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto.


Sin embargo, según la edad de aplicación del usuario, puede variar el tipo de repelente que debe usar. Un repelente no adecuado puede causar serios problemas en la salud de los seres humanos, especialmente en niños y adultos mayores.


De acuerdo con la doctora Paola León, especialista en farmacología vegetal de la Universidad Nacional y la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, “los tres repelentes aprobados por la OMS tienen indicaciones y características diferentes que en muchos casos no se tienen en cuenta al momento de la compra”, por esta razón es de suma importancia aprender a reconocer los componentes adecuados de los repelentes en las etiquetas de los productos con el fin de identificar si son seguros o no a la hora de aplicarlos.  



Los componentes

IR3535


De acuerdo con la OMS, los repelentes que contienen IR3535 son los más seguros y por su amplia cobertura puede proteger a las personas no sólo del mosquito trasmisor del chikunguña, sino de otros insectos como las garrapatas, evitando el contagio de otras enfermedades.


Los repelentes que tienen este componente pueden ser usados por niños, por adultos mayores y en todas las poblaciones, inclusive son los únicos repelentes aprobados en algunos parques naturales por no tener ningún efecto tóxico y contar con un alto perfil de seguridad. 


El Deet 


Se caracteriza por su rápida y eficiente absorción, sin embargo debe usarse de manera controlada pues puede afectar la piel y otros órganos. Según la American Academy of Pediatrics -AAP este componente no se recomienda en niños menores de 2 meses. Además recomienda evitar el uso de protectores solares que contengan el repelente para insectos Deet en los bebés, particularmente en sus manos, pues los niños pequeños pueden pasarse la lengua por las manos o ponerse las manos en la boca.


Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos  - EPA, “después de aplicaciones repetidas causa hormigueo, irritación leve y algunas veces descamación, causando dermatitis por contacto y exacerbación de enfermedades cutáneas”.


El uso prolongado del DEET puede ocasionar  reacciones alérgicas cutáneas como: anafilaxia, salpullido, enrojecimiento en la zona de aplicación, erosiones o burbujas hemorrágicas sobre la piel.


Icaridina


Este componente es casi incoloro e inodoro, pues no emite olores fuertes a la hora de ser aplicado y se evapora rápidamente cuando se seca. Aunque no mata a los insectos, este ha demostrado ser un efectivo repelente de mosquitos y moscas; sin embargo, es tóxico para los peces. 


Requiere de su reaplicación luego de ocho horas y se recomienda extremo cuidado en zonas como los ojos y las manos, evitando la intoxicación por esta sustancia; pues aunque es poco común, se han presentado casos de irritación e inflamación.