Foto: Cortesía
Este año se están realizando nueve talleres, y se espera que el resultado de estos se la publicación de un nuevo texto. |
Daniela Cano tiene diez años y cursa quinto grado de básica primaria en la sede Monseñor Perdomo de la Institución Educativa Samuel Barrientos Restrepo en el barrio San Javier.
“En la comuna trece, abajito del Metro”, dice ella. Ha escrito muchos poemas, el Día de la Madre escribió uno para su mamá, también hizo otros con la forma de la mano y de la luna.
“‘La profe’ Tatiana en algunos poemas nos pone a completar frases como ‘la lluvia es…’ ‘El agua es…” Yo lo hago porque me gusta mucho escribir desde hace tres años que empecé con ‘la profe’ Lulú, pero nunca habíamos tenido un proyecto de poesía”.
Daniela Cano hace parte del Proyecto Gulliver, una propuesta formativa que la Corporación de Arte y Poesía Prometeo desarrolla desde 2006 en las instituciones educativas oficiales de la ciudad de Medellín.
Jairo Guzmán, director del Proyecto, expresa que la iniciativa está dedicada a la formación en escritura creativa en los niños de nueve a doce años. “Tiene su origen en el inicio del Festival Internacional de Poesía, donde siempre hemos tenido actividades de proyección formativa que han tenido en cuenta a los niños. Entonces la Corporación de Arte y Poesía Prometeo, que es la convocante y la organizadora, ha tenido la posibilidad de llevar en los barrios de la ciudad actividades formativas desde el 2006 con la experiencia que hemos acumulado y que ayudó a estructurar por primera vez el Proyecto Gulliver”.
El objetivo principal el proyecto es mejorar el desarrollo cognitivo para el uso creativo del lenguaje en los niños habitantes de barrios vulnerados socialmente y matriculados en las instituciones educativas oficiales. El programa tiene objetivos específicos como generar progresos para superar las dificultades en la expresión escrita y verbal de los niños.
Todo eso se genera a partir de la implementación de un conjunto de actividades artísticas, entre las que está la escritura poética, que hacen los niños, guiados por un grupo de poetas idóneos que han tenido un cúmulo de experiencias y que aplican en talleres de estimulación de lectura y escritura.
“Es sorprendente la capacidad de los niños para acceder a esta invitación a mejorar la expresión escrita y oral mediante los dones de la fabulación, la imaginación y la poesía. Se trata de que no pierdan su alegría interior, se trata de que no pierdan el norte de la autonomía expresiva” manifiesta Jairo Guzmán.
El resultado del proceso que se realizó desde 25 de julio a hasta el 30 de noviembre de 2011 está conjugado en el libro “Corazón de Armadura”, “una selección de los escritos que realizaron los niños en los talleres del Proyecto Gulliver 2011.
Jairo Guzmán comenta que los talleres se realizan aún con el auspicio de Fundación Alta Mane, con el aval de la Secretaría de Educación de Medellín y con el apoyo de los rectores, coordinadores y docentes de las instituciones educativas públicas situadas en algunas comunas de Medellín, entre ellas la trece y la cuatro, además de dos talleres que se hacen en las veredas del municipio de El Retiro.
Jairo Guzmán agrega que cuando se toman los grupos por primera vez los niños manifiestan mucha resistencia a escribir y han observado que esto se asocia con la idea de escritura que ellos tienen, una obligación pedagógica, pero después entienden que pueden producir escritos con libertades creativas y de expresión.
Una de las talleristas, Tatiana Mejía, cuenta que los niños escriben sobre sus realidades, su hogar, el barrio, la violencia y la muerte. “Algo que se volvió natural para ellos. Escriben cosas tan dolorosas como si estuvieran diciendo que su mamá cumplió años, son muy curioso y participativos, se entregan fácilmente a la palabra”
Daniela Cano sí que lo hace, ella asegura: “Me gusta escribir porque me siento libre”.
El estómago chuzó y duele; me pasó que a mi familia le están haciendo brujería y no tenemos casi alimentos. Dahiana, 11 años.
La muerte ronda las calles de la ciudad de Medellín, todo lo que les voy a relatar sucedió en una marcha de protesta para lograr la paz en las comunas de la ciudad; mientras la gente pedía que se hiciera la paz unos hombres dispararon contra la gente que estaba marchando, mucha gente murió en la oleada, la policía no hizo nada, después de eso se formó un desorden mortal porque además de que murió mucha gente, hirieron varios niños. Mientras los ricos se divertían los pobres sufrían en la marcha. Rubén Darío Posso, 12 años
Cuentan que un hombre fue a parar donde se encontraba el muro sin saber que estaba maldito, cuando llego se abrió una puerta, entró y la cabeza se le convirtió en sapo y el cuerpo en vaca. Yamid Durango Pineda, 10 años