Violaciones fronterizas no se pueden esconder: Noemí Sanín

Autor: Luisa Fernanda Sierra García
26 marzo de 2017 - 02:00 PM

El pasado miércoles las autoridades del municipio de Arauquita, Arauca, denunciaron la incursión a territorio colombiano de más de 50 militares venezolanos, quienes instalaron un campamento en la vereda Bocas de Jujú, hechos que fueron confirmados, además, por campesinos del sector. 

Arauca

Otra crisis diplomática entre Colombia y Venezuela sacudió al país desde el pasado miércoles 22 de marzo, cuando campesinos de la vereda Bocas de Jujú de Arauquita, Arauca, denunciaron a las autoridades locales la presencia de más de 50 militares venezolanos en territorio colombiano.


Para Noemí Sanín, excanciller y excandidata presidencial, el paso de tropas del vecino país solo podría darse con aprobación del Senado de la República y, en ausencia del mismo, la autorización tendría que ser dada por el Consejo de Estado, sin embargo, en esta situación se violaron los conductos regulares al tratarse, además, de permanencia e izada de bandera, lo que violó artículos vigentes de la Constitución como el 173, 189 y 237. 


“Lo que tiene que hacer el Gobierno inmediatamente no es esconder el tema como se escondió, porque de no haber sido por los arauqueños el tema hubiera pasado bajo la mesa. El proceso a seguir siempre será verificar el hecho; segundo, constatarlo frente a la ley, hablarlo con el presidente y emitir una protesta formal en caso de que haya alguna violación, porque eso sirve como un antecedente ante un habitual pleito o reclamación territorial y para sentar las bases y cumplir la Constitución”, explicó Sanín. 

Denuncias 


De acuerdo con las denuncias ciudadanas, los hombres llegaron desde el domingo al municipio y se alojaron en unos cultivos de plátano de campesinos de la región argumentando que ese sector le pertenecía a Venezuela, por lo que, además, izaron bandera en el lugar.


Ante la situación, el alcalde de Arauquita, Renson Ramírez, precisó que pese a las denuncias, los campesinos no manifestaron altercados, sin embargo, aseveró que “nunca se nos había presentado una situación de esas en la zona. Los militares se encontraban sobre el territorio, armados y acantonados allí y tenían la intención de permanecer en la zona”.


Tras conocer los hechos, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió un grupo de militares para verificar los hechos, quienes además custodiaron la salida de los mismos, tal y como lo aseveró el general Juan Pablo Rodríguez: “Los miembros de las Fuerzas Militares colombianas garantizaron salida del territorio nacional de la totalidad de uniformados venezolanos en Arauca”, situación que se generó tras el rechazo del presidente Juan Manuel Santos. 


“Tan pronto fui enterado de la situación di instrucciones a los Ministros de Relaciones Exteriores y Defensa para que se comunicaran con sus homólogos venezolanos, siguiendo nuestra costumbre de hacer prevalecer el diálogo y las vías diplomáticas para solucionar los problemas”, aseveró el mandatario, quien habló “ con el presidente Maduro, le manifesté que para Colombia es totalmente inaceptable la situación que se produjo y me aseguró que ordenó el retiro de las tropas del territorio colombiano”.


La canciller venezolana Delcy Rodríguez rechazó las “versiones y especies que pretenden presentar una visión distorsionada del incidente originado con el Gobierno colombiano en razón del patrullaje cotidiano que mantienen nuestras autoridades en territorio venezolano fronterizo”. 


Asimismo, Rodríguez precisó que, tras los hechos, la Fuerza Armada Nacional realizó un despliegue de vigilancia y protección en la frontera para “garantizar la paz y el resguardo de las bandas criminales, bandas del narcotráfico y el contrabando de extracción, crimen organizado y el desmantelamiento de bandas paramilitares”. 

Línea fronteriza 


Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros que en ocasiones es foco de tensión entre ambos países, lo que se presume pudo haber sido la razón de la situación. 


De acuerdo con la cancillería venezolana, “la zona del río Arauca en la que estaba asentado el campamento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) es susceptible de alteraciones, producto de cambios climatológicos”, agregando, además, que “cuando se han presentado discusiones derivadas de las mismas se activan los mecanismos diplomáticos para, por la vía de una comisión técnico-diplomática de ambos países, se diluciden las coordenadas sobre los límites previamente establecidos”.


Pese a esto, el alcalde de Arauquita puntualizó que el límite está definido y no hay espacios para confusiones: “De un lado del río es colombiano y el otro lado es venezolano, es más, ha habido erosión en el rio y se ha comido un kilómetro del área colombiana. El límite entre ambos países lo ha definido el cauce del río Arauca”. 


El gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, concluyó que desde hace más de dos años la frontera ha sido manejada por el Gobierno venezolano, ya que ellos “ejercen soberanía a la medida de su conveniencia”. 

Historial 


Lo sucedido en Arauca no sería la primera denuncia del ingreso de patrullas de las fuerzas armadas venezolanas, ya que en enero de 2016 autoridades colombianas registraron un incidente con intercambio de disparos en la misma zona.


La relación bilateral entre ambos países ha estado marcada por la tensión generada tras el cierre de la línea limítrofe, ordenado por el presidente Maduro argumentando problemas de contrabando, narcotráfico y seguridad. 


“La relación entre Colombia y Venezuela ha estado marcada por el abuso del Gobierno venezolano contra nuestra soberanía”, indicó la senadora Paola Holguín, quien añadió que ante el abuso sistemático de Maduro contra los derechos humanos de los colombianos la postura del Gobierno Nacional siempre ha sido claudicante, ya que la máxima reacción tomada han sido las notas de protesta y los requerimientos de explicaciones, por lo que el país vecino termina aprovechándose de la situación. 


“No pasamos de unas cuantas protestas en televisión, unas cuantas notas diplomáticas, pero en el fondo no pasa nada. Colombia debió denunciar desde hace mucho tiempo ante instancias internacionales los abusos permanentes del gobierno de Nicolás Maduro”, precisó la senadora. 

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