En una rueda de prensa, retransmitida por televisiones locales, el jefe de policía de Nueva Orleans, Michael Harrison, negó que se tratase de un ataque terrorista, a pesar de su similitud con el atentado yihadista contra un mercado navideño de Berlín (diciembre de 2016) y el ataque de Niza (julio de 2016).

De las 28 personas heridas, 21 tuvieron que ser hospitalizadas, cinco de ellas tienen condición reservada y otras siete, rechazaron a acudir a los hospitales, según Harrison.

La edad de los heridos varía desde los 3 o 4 años hasta los 30 o 40, según el diario local "The New Orleans Advocate".

Según detalló la Policía, la camioneta golpeó a tres vehículos, incluido un camión de basura, para luego girar y precipitarse sobre la multitud que presenciaba el desfile de carnaval.

Por su parte, la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Nueva Orleans dijo en un comunicado que se están coordinando con las autoridades federales, estatales y locales para determinar si se ha violado alguna ley federal y, entonces, el FBI debe intervenir en la investigación.

Por el momento, el detenido está siendo interrogado por la policía local de Nueva Orleans.

El incidente se produjo en una de las noches más ajetreadas del año, en la que miles de personas se agolparon en las calles de Nueva Orleans para ver pasar los disfraces de carnaval (Mardi Gras), las elaboradas carrozas y los saltimbanquis.