Una paradoja bien entendible

Autor: Sergio de la Torre Gómez
3 septiembre de 2017 - 12:07 AM

A la izquierda le quitará votos en sus flancos más activos: aquellos que se identifican en todo o en parte con el marxismo

Con el salto de la guerrilla a la arena política, su blanco principal no será el uribismo, su antípoda y contradictor más enconado, sino, ¡qué paradoja! , la izquierda civil, a la que le quitará votos en sus flancos más activos: aquellos que se identifican en todo o en parte con el marxismo, en esa versión anquilosada que le conocemos y soportamos en estos tiempos, cuando las otras ideologías se actualizan y decantan apartándose de los radicalismos tonitronantes y de los planteamientos extremos acostumbrados hasta que llegó el colapso de la Unión Soviética y el viraje de China hacia lo pragmático.

Lea también: Dirección del partido de las Farc tendrá 111 integrantes

Esa izquierda marxista, o filomarxista contemporánea de que hablamos es muy dada a la uniformidad, los manuales y “libritos rojos” (como el de Mao Tse Tung otrora) que por su factura y estilo se nos asemejan al catecismo del padre Astete y a la vieja, roñosa escolástica, de donde por lo demás deriva su proverbial intransigencia y su gusto por el dogma. El consabido dogma, tan eficaz para mantener la cohesión entre los fieles y la postración de quien en las sociedades cerradas y sometidas conocemos como el “hombre-masa”.

Vea también: La otra víctima

Ahí reside la ventaja del dogma: en que no tolera la discrepancia y, por efecto del hábito, termina eliminando hasta el más íntimo e inocente razonamiento en el hombre, e induciéndolo a tragar entero, como decimos coloquialmente. De ahí su utilidad práctica para la política, pues preserva la disciplina de los partidos y mantiene a los conglomerados alineados en lo que hoy denominamos “pensamiento único”, donde nada se cuestiona. Y cualquier asomo de duda, sobre todo la peligrosísima duda metódica que postuló Descartes, queda proscrita. Gracias a lo cual los regímenes comunistas por ejemplo, o los que, como el chavismo, tienden a imitarlos, perduran. Duran tanto que desafían las leyes de la historia, y hasta las de la física. Tardan hasta lo indecible en agrietarse, como se agrietan y rompen los demás sistemas, por efecto de disensiones internas, o de herejías cuando de iglesias se trata. Sobre todo si política y religión se mezclan, haciendo causa común, como a intervalos espaciados sucede en Colombia y en todo el orbe.

Con tanto anacronismo y deformación a cuestas, producto de los lastres arriba señalados, anda entonces cierta izquierda parroquial. El nuevo partido Farc se alimentará de lo que encuentre a su paso, y para poder presentarse en sociedad con un bagaje electoral mínimamente decoroso le rapará a aquella, aún sin proponérselo, una porción de su capital y de paso unas cuantas curules. Dicha izquierda siempre cargó con tal estigma: el de que una guerrilla repudiada invocara las mismas razones que a aquella la asistían, para obrar de la manera criminal como lo hacía. Tenemos pues que quien le hará competencia en el mercado electoral a la Unión Patriótica, el Partido Comunista, Clara López, el Polo y los Verdes será la guerrilla misma, desmovilizada, con financiación estatal, emisoras a rodos y demás privilegios acordados para la coyuntura. La misma guerrilla que durante medio siglo, sin quererlo quizás, pero a plena conciencia, le truncó su crecimiento, pues a la gran masa comicial escarmentada y prevenida le sonaba igual lo que dijera la una o la otra. En política sucede a veces que, aunque no haya alianzas expresas o afinidades electorales siquiera, sí hay “afinidades electivas”, de esas de que hablaba Goethe, y que son más estrechas, y más costosas por actuar sin declararse.

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Notas añadidas
Columnistas

Notas añadidas

Tal es la pregunta que surge de todo armisticio celebrado para zanjar una conflagración del tipo de la nuestra.

Lo más leído

1
Sectores /

Colombia en la Ocde: un reto para la educación y el medio ambiente

Un sistema de producción que piense en generar menos impactos en el medio ambiente, y un sistema educativo...
2
Columnistas /

Ceguera moral e insensibilidad

Acaba de morir, a los 91 años, el connotado intelectual, filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman, autor de...
3
Cine /

Sin limitaciones técnicas se filma Gemini Man en Cartagena

En la cinta Gemini Man el protagonista, el estadounidense Will Smith, interpreta a un viejo asesino a...
4
Seguridad /

Reclusos de cárcel Villa Inés en Apartadó entraron en huelga de hambre

La cárcel de Apartadó alberga alrededor de 1.060 internos actualmente.
5
Cazamentiras /

Nicolás Maduro, ¿colombiano?

Recientemente, usuarios en las redes sociales reavivaron la polémica en torno a la nacionalidad del...
6
Salud /

17'802.251 casos y 683.892 muertes acumula el mundo por la covid-19

La proporción de personas recuperadas de la covid-19 sigue en alza, hoy llega al 62.8% del total de los...