Celebro la decisión del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia de aprobar la admisión especial a la Licenciatura en Educación Básica Primaria de la Facultad de Educación, que cuenta con registro calificado otorgado por el MEN en julio de este año. La admisión es especial en la medida que el programa está dirigido a profesionalizar los maestros que están vinculados a la nómina oficial de la Gobernación de Antioquia y que cuentan con el título de Normalistas Superior; esta admisión permitirá que la Facultad de Educación pueda hacer un reconocimiento a la formación académica recibida por estos maestros en el contexto de sus estudios recibidos en las Escuelas Normales Superiores y de esta manera ubicarlos en un semestre intermedio de la carrera de Licenciado en Educación Básica Primaria, lo que permitirá al Normalista Superior obtener su grado universitario en un período de dos a tres años, dependiendo del resultado del proceso de homologación.

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Como decano de la Facultad de Educación, en el contexto de un Consejo Superior de la UdeA, tuve la oportunidad de presentar al exgobernador Fajardo la situación de la nómina oficial del Departamento de Antioquia; dos cosas preocupaban de la presentación, la primera la baja participación de los egresados de la UdeA en la composición de la nómina oficial del magisterio de Antioquia (sin incluir los municipios certificados) cercana al 4 por ciento y la segunda el alto número de maestros sin formación universitaria cercano a los 3.500. Es de reconocer que era la primera vez en la historia reciente de la UdeA que un gobernador se preocupara de manera insistente por el estado de la educación básica y media del Departamento, así como en la búsqueda de las causas de los bajos resultados de los estudiantes de Antioquia en las Pruebas Saber 11, en comparación con el país.

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Por parte de la administración departamental se barajaba la hipótesis de que la baja calidad de la educación de Antioquia, medida a través de los resultados de Saber 11, estaba relacionada con la formación que recibían los licenciados que egresaban de la Facultad de Educación de la UdeA; con las cifras presentadas de inserción profesional de los egresados de la UdeA se pudo corroborar que la gran mayoría de los licenciados no se vinculaban al contexto rural y que su zona de influencia laboral se había quedado en el Valle de Aburrá y en algunos municipios no certificados cercanos al área metropolitana como Copacabana, Caldas, Guarne, entre otros. Por otro lado se pudo verificar que un grupo cercano a los 1500 egresados de los programas de licenciatura de la UdeA se encuentra vinculados como profesores de las universidades públicas y privadas de Antioquia. 

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La verdad es que la identificación de la ubicación profesional de los egresados de la Facultad de Educación y la conclusión de que el aporte social, en el contexto de la educación básica y media, de la Universidad de Antioquia no se extiende a un perímetro más allá de los cien kilómetros de Medellín, permitió concebir la iniciativa de volver a ofrecer un programa que estuvo vigente hasta finales de los 90s del siglo pasado.

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La apertura del nuevo programa que en principio se ofrecerá en la Sede de Sur Oeste (Andes) en metodología a distancia con un importante componente virtual, no sólo permitirá a la Facultad de Educación volver a poner en práctica su fortaleza acuñada en los años 70s y 80s cuando fue líder nacional en metodología a distancia, sino que permitirá a los profesores la posibilidad de fortalecer sus vínculos con la Facultad de Educación al poder participar en una iniciativa de país que tendrá grandes efectos en el contexto de la educación rural y en las posibilidades de comunidades que tradicionalmente han estado al margen de las oportunidades que brinda el Estado.

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(*) Profesor Universidad de Antioquia