La altura del puente no se ha especificado pero debe ser suficiente para permitir el paso de todo tipo de buques en una de las vías de agua con mayor tráfico marítimo del mundo.
Las autoridades de Turquía colocaron este sábado la primera piedra simbólica para el futuro puente colgante que unirá Asia y Europa en el Estrecho de los Dardanelos y que pretende ser el más largo del mundo cuando se complete en el año 2023.
La ceremonia, a la que asistieron el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro, Binali Yildirim, y el ministro de Transportes de Corea del Sur, Kang Ho-in, entre otros altos cargos, se celebró en el 102 aniversario de la batalla de Galípoli, en la que el Ejército otomano rechazó un intento de desembarco de la flota británico-francesa en plena I Guerra Mundial (1914-1918).
Los mandatarios turcos enterraron una cápsula con monedas y billetes en el lugar en el que se iniciarán pronto las obras para el puente, que se deberá completar en 2023, cuando se cumpla el primer centenario de la República Turca, informó la agencia semipública Anadolu.
El vano entre los dos pilares medirá 2.023 metros, casi treinta metros más que el del puente colgante de Akashi en Japón, que Aunque ya hay tres puentes sobre el Bósforo que unen Europa con Asia, los Dardanelos, una vía marítima con una anchura de apenas 1,2 kilómetros en el punto más estrecho, hasta ahora sólo se pueden cruzar con transbordador, lo que ralentiza enormemente el tráfico rodado entre las regiones europeas y Anatolia occidental.
El proyecto contará con una inversión de 10.500 millones de liras turcas (unos 2.700 millones de euros) y será ejecutado por las empresas turcas Limak y Yapi Merkezi, junto a las surcoreanas Daelim y SK.
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