El derecho tributario y su terminología puede ser un intrincado laberinto del que pocos salen bien librados, sin embargo, hay algunos conceptos que son de fácil manejo y que se pueden conocer para comprender qué es lo que se está pagando al momento de cancelar los impuesto que se adeudan. 
El cambiante panorama económico del país ha traído nuevas palabras al vocabulario del ciudadano del común, y la claridad de estos conceptos cobra un papel fundamental de cara a la nueva Reforma Tributaria. Así lo cree Wilmar Campo, magíster en Tributación y Política Fiscal, y gerente de la consultora Campo Tributario. “La cultura tributaria en las personas es muy ajena, incluso en los mismos profesionales, es preocupante porque es un tema cotidiano ya que todos pagamos impuestos, pero muchas veces no entendemos qué es lo que estamos pagando, y para dónde va ese dinero”, señaló el abogado al aclarar conceptos como:
Responsable: en materia IVA o de impuesto al consumo es aquella persona encargada de cobrar y facturar estos impuestos, es decir, liquidar y pagar la tarifa correspondiente a la que esté sometida el bien o servicio.
Diferencia entre Elusión y Evasión: la línea es delgada, pero en síntesis la elusión es evitar incurrir en las normas que lo hacen responsable del impuesto, no necesariamente implica violar la ley; mientras que evadir es transgredir la ley para no cumplir con una obligación ya declarada. Podríamos resumir en que el que elude conoce la norma y busca un vacío para evitar la obligación de pago; quien evade violenta la norma, no genera el pago aunque ya está obligado a efectuarlo.
En este mismo sentido, Héctor Enrique García, contador público y especialista en Costos, considera que no ha sido suficiente la pedagogía alrededor de la Reforma que, aunque tiene puntos positivos, en general se ha visto más envuelta en controversias que en explicaciones puntuales. Desde su punto de vista los conceptos que más difusión necesitan son:
Monotributo: no es un impuesto, es una forma de simplificar el pago de impuestos uniendo varias obligaciones. Es opcional y quienes lo toman no declaran rentan ni están obligados a facturar el IVA. La cuota de este sistema va de $40.000 a $80.000, distribuido en tres categorías (A: pequeños, B: medianos, C: grandes). La ventaja que tiene, además de no declarar renta, es la posibilidad de aportar a riesgos laborales, y a un ahorro a la pensión de vejez. Muchos han preferido declarar renta por lo que no necesariamente se paga un impuesto.
Impoconsumo: o Impuesto al consumo, se le aplica a la venta o comercialización de bebidas o comidas preparadas, y se hacen responsables de este impuesto. Por ejemplo, en un restaurante no se cobrará IVA sino el 8% que demanda este tributo que es deducible en ventas. 
Según García, es oportuno esperar que la reforma surta sus efectos y muestre sus bondades. “Este no es un tema de contadores o economistas, con un mínimo de interés se puede entender”, concluyó el experto. 

Podría haber otra reforma

Pese a que el jefe de la cartera de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró categóricamente que el documento, sancionado mediante la Ley 1819, estará vigente en su integridad por los próximos cuatro años, expertos han manifestado que, por el contrario, podría ser necesario una reestructuración tributaria para finales del año entrante. Y es que al terminar el periodo presidencial Santos, podría tratarse nuevamente el tema gracias a las inversiones millonarias que demandará el posconflicto. Según declaró a medios nacionales Guillermo Botero, presidente de Fenalco, el hecho se daría porque el gasto público “saltó en siete años de $70 billones a $140 billones, y de esta manera no se puede seguir gastando a esa velocidad”, señaló el experto.