La experta Laura Cecilia Bedoya compara la visión de la mujer en la mística Juana Inés de la Cruz y el trato a ellas en algunos tangos reconocidos.
Bandoneón, hoy ha venido a visitarme la memoria de Sor Juana Inés de la Cruz y se me ocurre un encuentro entre su pensamiento y las mujeres que habitaron las letras de algunos tangos, a ellas las han llamado milonguitas .
Y hablo del pensamiento de Sor Juana porque lo plasmó en escritos que censuraban el machismo. A pesar de haber vivido a mediados del siglo XVII, fue una crítica de esta práctica, tema inusual a tratar en la época. La considero como una de las mejores jueces que hubieran existido en la historia de la vida femenina, porque con su pluma y a través de las redondillas pudo expresar la queja y la protesta.
No es ajeno al conocimiento que en el proceso migratorio ocurrido en el Río de la Plata, el negocio del sexo estuvo a la orden del día, incluyendo el tráfico ilegal de mujeres. Y es bien importante recalcar que en todo ese tiempo se dio la presencia de una mayoría de hombres solos, que buscaban desesperanzados alguna compañía que supliera la ausente, lo que dio origen a diversos fenómenos e historias como las de muchas mujeres que creyeron en falsas promesas, otras que se vendieron a quienes tenían dinero para darles lujos y lo que creían sería era una buena vida.
Estas vidas, fueron la fuente en que bebieron tangos como Margot, Milonguita, Muñeca brava, por decir pocos ejemplos.
Ahora veamos que es característico de las letras de algunos tangos el mal trato a las mujeres. Después de escucharlos, se me exalta la poesía de la religiosa porque su censura se ajusta al comportamiento masculino y la postura de doble moral.
Los invito a leer algunos apartes de las más famosas redondillas de esta insigne pensadora quien utilizó la poesía para romper el silencio de una sociedad cómplice con el poder del hombre y contraponer a ello una censura franca.
“Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis: (…)
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas (…)
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar? (…)”
Entonces, ahora para hilar la presencia de Sor Juana con los tangos y concretamente con las mujeres protagonistas de sus pequeñas y dolidas historias, presento a Margot,-(Música : José Ricardo/ Carlos Gardel. Letra: Celedonio Flores)- por el acento que tienen sus frases y por la no disimulada agresión que es una muestra elocuente de la relación de poder del hombre frente a la mujer.
”Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada,
que has nacido en la miseria de un convento de arrabal…
Son macanas, no fue un guapo haragán ni prepotente…/
vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente…
¡berretines de bacana que tenías en la mente
desde el día que un magnate cajetilla te afiló! (…)”
También está invitada por derecho propio Milonguita-(Esthercita con Música de Enrique Delfino y Letra de Samuel Linnig)- es un tango del que se puede decir que fundó el género de cantos a las cortesanas, y bueno, lo dejo rodar:
“¿Te acordás, Milonguita: Vos eras
la pebeta más linda ‘e chiclana (…)
“Esthercita
hoy te llaman Milonguita
flor de noche y de placer,
flor de lujo y cabaret.
Milonguita,
los hombres te han hecho mal
y hoy darías toda tu alma
por vestirte de percal (…)”
Después de mirar los anteriores jirones de canciones, quisiera escuchar el juicio de Sor Juana a estas líneas “vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente…”, pienso que a lo mejor daría este juicio: “después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas…”
Con el fin de terminar, lo que es tema inagotable, hago una reseña biográfica de mi invitada, quien murió a los 47 años contagiada de una epidemia de peste al cuidar a sus compañeras del convento.
Nació Sor Juana Inés de la Cruz en San Miguel de Nepantla en 1648, sus padres, don Pedro Manuel de Asbaje y Vargas de origen vasco y su madre doña Isabel Ramírez de Santillana, hija de españoles.
La mayor parte de su vida la pasó en el convento de San Jerónimo, allí, en su celda tenía alrededor de 4.000 volúmenes de libros y objetos de astronomía. La obra de la religiosa fue publicada en España en 1689 con el título de Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz.
Resulta paradójico, que por todo su trabajo intelectual, un nuevo arzobispo nombrado para México, recomendara la excomunión de la monja y aunque esto no se cumplió, se vio presionada por varios estamentos de la iglesia y se retiró después de regalar su biblioteca y firmar con su propia sangre tres documentos.
GLOSARIO
Milonguita : Mujer de cabaret. Mujer de vida airada.
Embrocar: Conocer, advertir.
Pelandruna: Astuta, pícara.
Convento: Conventillo, casa de inquilinato con muchos moradores.
Pilcha: Prenda de vestir
Macanas: Mentiras exageradas.
Berretín : Deseo vehemente.
Bacana : Mantenida de un bacán, que generalmente lleva un alto tren de vida.
Cajetilla: Jovencito presumido.
Afilar: Galantear.
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