Con la conquista del Masters de Augusta, Sergio García, quien se mantuvo en el liderato durante los cuatro días de competición, se unió a las leyendas del golf mundial y los ídolos de su infancia, los bicampeones Severiano Ballesteros y José María Olazábal.
El golfista español Sergio García conquistó el Masters 18 años después de su estreno en Augusta National y de la victoria de su compatriota José María Olazábal en 1999, la última vez que un español ganaba un grande.
“La verdad es que sigo siendo el mismo, aunque estoy muy satisfecho y muy orgulloso no sólo de cómo estuve en el campo, sino también de toda la gente que me apoyó y todos los que estuvieron ahí desde el principio de mi carrera”, dijo García inmediatamente después de la ceremonia de entrega de la chaqueta verde de ganador del Masters.
El castellonense (-9) se echó un mano a mano hasta el último hoyo con el inglés Justin Rose (-9), quien llegó a ponerse a dos golpes de ventaja y terminó empatado en el 18, pero un error de Rose en el primer hoyo de desempate le garantizó el primer grande de su sólida carrera de más de 18 años entre los mejores del golf profesional.
“Es bonito conseguir lo que creo que merecía. Hoy (domingo) me sentí muy tranquilo durante todo el día, porque sabía que estaba jugando bien”, dijo con la misma serenidad con la que ha caminado por Augusta National, el golfista de Burriana, después de emular las hazañas de sus ídolos Olazábal y el difunto Severiano Ballesteros.
“He sacado la raza”, confirmó García, cuyo sensacional “eagle” en el quince propició su victoria, como ocurrió en 1994 con el bicampeón Olázabal, y cuyos golpes desde los árboles recordaron las recuperaciones magistrales durante las históricas actuaciones en Augusta National del añorado Ballesteros, el primer europeo que ganó un Masters en 1980.