El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó este miércoles al Ministerio del Interior a garantizar la seguridad de futbolistas y aficionados durante el Mundial de Rusia. "Debemos organizar el Mundial al más alto nivel y, principalmente, garantizar la máxima seguridad de los futbolistas y los aficionados", dijo Putin en una reunión con la plana mayor de Interior.

Putin subrayó que de la calidad del trabajo de las fuerzas de seguridad "depende tanto cómo saldrá el torneo (el Mundial) como la imagen del país". "Falta menos de medio año para el inicio del Mundial que tendrá lugar en once ciudades.

No tengo duda de que en el campeonato en cualquier situación actuaréis de manera correcta en estricta consonancia con la ley", señaló. Al respecto, el Comité Nacional Antiterrorista aseguró que ha hecho "todo lo posible para que el campeonato del mundo transcurra con normalidad, sin ninguna clase de peligro".

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Entre otros medios, las autoridades informaron que utilizarán dirigibles con cámaras de fotos y de video de alta resolución para controlar la situación en las ciudades sede. En las últimas semanas la prensa occidental ha puesto en duda la seguridad del Mundial debido al comportamiento violento de los ultras rusos, especialmente los del Spartak Moscú.

Los enfrentamientos el pasado 22 de febrero entre los ultras del Athletic de Bilbao y los del equipo moscovita poco antes del partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa acabó con varios heridos y un policía local muerto de infarto.

Con vistas al Mundial y después de la expulsión masiva de seguidores rusos de Francia durante la Eurocopa, el pasado año Putin ya endureció los castigos contra los aficionados violentos, tanto rusos como extranjeros, medidas que incluyen multas y deportaciones.